Editorial Alaire

No calles mujer…y dime.


Setenta serán los versos,
tan justos… como medidos:
no más gritos ni alaridos,
en tus mundos y universos,
fuera miedo y reversos,
fuera la mierda y despojos,
abre puertas y cerrojos,
nunca más horror ni espanto,
nunca más miedo y quebranto,
ni lágrimas en tus ojos…

¿Quién te baja tu mirada?
¿Quién de señales te llena?
¿Quién a sufrir te condena?
¿Quién deja tu piel morada?
¿Quién de maltratos marcada?
¿Quién tu vivir lo deprime?
¿Quién tu dolor te lo imprime?
¿Quién el llanto en ti lo crea?
¿Quién tu vida pisotea?
No calles mujer…y dime.

¿Quién con nombre de valiente
es tu sombra y centinela
en tu piel de la canela?
¿Quién hace a tu voz silente
apagando su torrente?
Ante el malvado cainita,
deshoja su margarita,
despójale de su acerbo,
el que maltrata tu verbo,
mas, alza tu voz y grita.

Tiene un corazón de acero,
en su pecho de villano;
con el alma de tirano
se pavonea altanero,
cual gallo de gallinero,
anunciando en la alborada
cuando empieza tu jornada,
a provocarte tus miedos,
cuando señalan sus dedos,
con desafiante mirada.

Tú, la rosa de los vientos,
quítate la venda, ¡ciega!,
pues el hombre que te pega
y no escucha tus acentos,
-la piedad de tus lamentos-
ni es de ley, ni tiene fuero,
ni es hombre ni compañero,
ni tan siquiera es un hombre,
porque cobarde es su nombre,
tu cobarde carcelero…

Que no maltrate siquiera,
tus alas de mariposa,
de ti, la madre y esposa,
la mujer y compañera,
¡la más grande primavera!
Que tu canto es libertad
en armónica igualdad,
que bajo tu cielo y techo
prevalezca tu derecho,
con infinita bondad.

Con sus pétalos te alfombre,
el hombre,
el que se llame señor,
de amor,
que el hombre nuevo que viene,
te llene,
y tu vivir no cercene
como rota porcelana,
y en cada nueva mañana,
el hombre de amor te llene.

Bienvenido, amigo Quinteño, es un placer tenerte entre nosotros; esperemos que Alaire sea de tu gusto.
Me han gustado tus décimas, espinelas que terminan con una remodelada.
Nos iremos leyendo.
Un cordial saludo.

Te presentas con un hermoso poema de denuncia donde cada verso brilla en una protesta justa.Bienvenido al foro. Ha sido un placer leerte
Un abrazo
Pilar

Hermoso trabajo, Quinteño. Recibe mi sincera enhorabuena.

Saludos y felicidad,

Hallie

Una buenas presentación con interesantes y protectoras décimas
que invocan al 016.

Bienvenido y un abrazo

Guillermo

Rafel Calle escribió:Bienvenido, amigo Quinteño, es un placer tenerte entre nosotros; esperemos que Alaire sea de tu gusto.
Me han gustado tus décimas, espinelas que terminan con una remodelada.
Nos iremos leyendo.
Un cordial saludo.

Te quedo doblemente agradecido por tu lectura y bienvenida a Alaire, que si es de mi gusto y placer estar entre tan buenos compañeros poetas. Saludos muy cordiales.

Pilar Morte escribió:Te presentas con un hermoso poema de denuncia donde cada verso brilla en una protesta justa.Bienvenido al foro. Ha sido un placer leerte
Un abrazo
Pilar

Muchas gracias Pilar por tu lectura y bienvenida. El placer ha sido mío. Un abrazo compañera.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Hermoso trabajo, Quinteño. Recibe mi sincera enhorabuena.

Saludos y felicidad,

Hallie

Muchas gracias Hallie por lectura, te quedo muy agradecido. Saludos muy cordiales.

Guillermo Cuesta escribió:Una buenas presentación con interesantes y protectoras décimas
que invocan al 016.

Bienvenido y un abrazo

Guillermo

Esperemos compañero Guillermo que nunca jamás nadie tenga que recurrir al 016, aunque sea una quimera por desgracia...

Muchas gracias y otro abrazo para ti.

Quinteño de Greda escribió:


No calles mujer…y dime.


Setenta serán los versos,
tan justos… como medidos:
no más gritos ni alaridos,
en tus mundos y universos,
fuera miedo y reversos,
fuera la mierda y despojos,
abre puertas y cerrojos,
nunca más horror ni espanto,
nunca más miedo y quebranto,
ni lágrimas en tus ojos…

¿Quién te baja tu mirada?
¿Quién de señales te llena?
¿Quién a sufrir te condena?
¿Quién deja tu piel morada?
¿Quién de maltratos marcada?
¿Quién tu vivir lo deprime?
¿Quién tu dolor te lo imprime?
¿Quién el llanto en ti lo crea?
¿Quién tu vida pisotea?
No calles mujer…y dime.

¿Quién con nombre de valiente
es tu sombra y centinela
en tu piel de la canela?
¿Quién hace a tu voz silente
apagando su torrente?
Ante el malvado cainita,
deshoja su margarita,
despójale de su acerbo,
el que maltrata tu verbo,
mas, alza tu voz y grita.

Tiene un corazón de acero,
en su pecho de villano;
con el alma de tirano
se pavonea altanero,
cual gallo de gallinero,
anunciando en la alborada
cuando empieza tu jornada,
a provocarte tus miedos,
cuando señalan sus dedos,
con desafiante mirada.

Tú, la rosa de los vientos,
quítate la venda, ¡ciega!,
pues el hombre que te pega
y no escucha tus acentos,
-la piedad de tus lamentos-
ni es de ley, ni tiene fuero,
ni es hombre ni compañero,
ni tan siquiera es un hombre,
porque cobarde es su nombre,
tu cobarde carcelero…

Que no maltrate siquiera,
tus alas de mariposa,
de ti, la madre y esposa,
la mujer y compañera,
¡la más grande primavera!
Que tu canto es libertad
en armónica igualdad,
que bajo tu cielo y techo
prevalezca tu derecho,
con infinita bondad.

Con sus pétalos te alfombre,
el hombre,
el que se llame señor,
de amor,
que el hombre nuevo que viene,
te llene,
y tu vivir no cercene
como rota porcelana,
y en cada nueva mañana,
el hombre de amor te llene.

Sube para deleite de todos.

Muchas gracias, mi estimada amiga, Hallie.
Un fraterno abrazo.

Quinteño de Greda, Justa denuncia de un flagelo y bellamente expresada. Mi apoyo, poeta amigo!

Un poema que enfrenta la denuncia de la cobarde violencia que ejerce ciertos hombres sobre las mujeres. Un tema rabiosamente actual por la escalada de casos de este tipo que vemos en los periódicos todos los días.
Un poema que denuncie un tema candente, socialmente hablando, no ha de ser bueno a la fuerza, pero en este caso se aunan la calidad poética con la necesidad de que la poesía arrostre valientemente temas como el que nos ocupa y los saque a la palestra pública.

Lo dicho un poema muy necesario en la malsana sociedad en la que vivimos.

Un abrazo.

Enhorabuena, amigo Quinteño, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "No calles mujer... y dime".
Un cordial abrazo.

Me alegra ver destacado tu poema, que lo merece por la humanidad de su fondo y hermosura de sus versos.
Enhorabuena
Besos
Pilar