Editorial Alaire

Dirás que no lo he intentado,
que cada esquina de esta casa
no
está
manchada
con
jirones de mi alma.

Dirás que paso por la vida observando el entorno con mirada de cansancio.

Dirás que no he luchado,
que encajo
los
g
o
l
p
e
s
ofreciendo la otra mejilla
y una sonrisa ridícula.

Dirás que he perdido por abandono, y sabrás, en lo más profundo, que un paralítico emocional
es cruel
innecesario.

Mas yo no tengo la culpa
de la obsolescencia programada
de mis sentimientos.

Israel Liñán escribió:Dirás que no lo he intentado,
que cada esquina de esta casa
no
está
manchada
con
jirones de mi alma.

Dirás que paso por la vida observando el entorno con mirada de cansancio.

Dirás que no he luchado,
que encajo
los
g
o
l
p
e
s
ofreciendo la otra mejilla
y una sonrisa ridícula.

Dirás que he perdido por abandono, y sabrás, en lo más profundo, que un paralítico emocional
es cruel
innecesario.

Mas yo no tengo la culpa
de la obsolescencia programada
de mis sentimientos.

Tu no eres un obsoleto si no un vivo poeta que expresas
cuando capturas un momento , a lo maestro.
Sigo tus poemas.

Abrazos Israel


lázaro

Poética conversación contigo mismo para decirte muy bien dicho
que todo en la vida es lucha y aveces sacrificio

Un abrazo

Guillermo

Excelente uso de esa expresión tan en boga últimamente. Detrás, no la máquina sino el hombre que maquina, y siente, y sabe, y sufre en soledad.

Te felicito

Abrazos
Lu

No sabes los sustos que me das con la imagen que nos presentas, la verdad que no me acostumbro a ella, pero si te gusta... pues nada.
El poema es hermoso y nada de obsolescencia, todo tú resucitando en cada verso. Un gusto leerte
Abrazos
Pilar

Me ha gustado mucho este poema de cosas que pasan y cosas que permanecen. Una experiencia (lúdica) venir.
Un abrazo.
Pepa

Hermoso poema, amigo Israel, donde, siguiendo con el estilo que últimamente presentas, echas mano de los recursos visuales de la escritura para presentar un trabajo lúcido y bien acabado.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un cordial abrazo.

Genialmente desarrollado ese término de la obsolescencia programada, aplicada a los sentimientos, que muchas nos atacan con tanta contundencia que nos deja agotados, dejando la máquina para el retiro.

Un abrazo.

Israel,

me ha gustado la metáfora de la obsolescencia emocional programada. Yo tenía una impresora que debía tener obsolescencia programada porque después de unos meses dejó de funcionar de repente sin más. Y luego, claro, te sale mejor comprar otra que repararla. Así se alimenta la máquina del mercado, etc.

Tal vez dentro de nosotros exista también un pulsión de cambio parecida. Y eso lo has sabido expresar muy bien en ese estilo poegráfico tan sugerente.

Un saludo.

Israel Liñán escribió:Dirás que no lo he intentado,
que cada esquina de esta casa
no
está
manchada
con
jirones de mi alma.

Dirás que paso por la vida observando el entorno con mirada de cansancio.

Dirás que no he luchado,
que encajo
los
g
o
l
p
e
s
ofreciendo la otra mejilla
y una sonrisa ridícula.

Dirás que he perdido por abandono, y sabrás, en lo más profundo, que un paralítico emocional
es cruel
innecesario.

Mas yo no tengo la culpa
de la obsolescencia programada
de mis sentimientos.

La palabra es filosa, sin dudas, obviamente pienso en otro de tus poemas, que lleva por tìtulo la palabra que hoy està en azul. Parece curioso còmo el mùsculo que nos mantiene vivos, y que segùn el imaginario popular es el que determina o manifiesta nuestras emociones màs profundas, se vuelve obsoleto, indiferente o simplemente lo simula, a causa de ciertas circunstancias.
Me atrapò lo visual, y eso que segùn parece, es el techo de una casa.
Me quedo corta, no alcanzo a decir lo que me produjo leerlo. Un abrazo Israel, Luna.-

Contundente poema. Me ha encantado. Saludos.

A veces yo también me siento como un Nexus-6, como si los Blade Runner estuvieran en todas partes acechando para desconectarnos. ¿Quién sabe si no somos ya todos replicantes en este mundo de ficción que nos acosa?
Me ha encantado tu poema Israel, todo un acierto compañero.

Me parece un poema estupendo y franco, una apuesta arriesgada y muy satisfactoria, envuelta en un halo de moderna actualidad. Enhorabuena. Me ha encantado. Saludos, Israel.