Editorial Alaire

Arrojo por la borda
sacos pesados
de arena, cuerpos
rotos de tanto naufragar.

He abierto la escotilla
y te he empujado
desde mil pies de altura.
Verte caer
no aplacará mi angustia.

Sentados justo al borde
del cúmulo nival,
rodeo tus hombros para
dejarte resbalar
desde este sueño al suelo.

El grifo de la lluvia
te suelta lentamente.
Te precipitas suave,
como a cámara lenta.
Ven las flores tu caída
como un sueño.

Te lanzas al vacío
desde la Torre Eiffel
y cuentas mientras tanto
los pisos que debiste remontar
para ser tan altivo.

http://www.precipicius.blogspot.com

Entre el sueño y la imagen, desarrollas espléndidamente esa idea vertiginosa que transmite belleza y angustia a partes iguales. Muy logrado poema, Roberto, te felicito.

Un abrazo.

Por la escotilla de un sueño se desliza tu decir por las alturas para luego descender
pausadamente.

Gran placer leerte y enviarte un abrazo

Guillermo

El dolor adquiere a veces bellas ensoñaciones y angustias recivivas. Gracias, Juan, por tus palabras. Saludos.

Gracias, Guillermo, por tu apoyo.

A veces el dolor nos puede y arrojarlo, aunque sea simbólico, ayuda tanto como descifrarlo en versos.
Un gusto leer tu hermoso poema
Abrazos
Pilar

Es preciso arrojarlo muchas veces para sacudírselo y aun así... Besos, Pilar.

Arrojo por la borda
sacos pesados
de arena, cuerpos
rotos de tanto naufragar.

He abierto la escotilla
y te he empujado
desde mil pies de altura.
Verte caer
no aplacará mi angustia.

Sentados justo al borde
del cúmulo nival,
rodeo tus hombros para
dejarte resbalar
desde este sueño al suelo.

El grifo de la lluvia
te suelta lentamente.
Te precipitas suave,
como a cámara lenta.
Ven las flores tu caída
como un sueño.

Te lanzas al vacío
desde la Torre Eiffel
y cuentas mientras tanto
los pisos que debiste remontar
para ser tan altivo.

[url]http://www.precipicius.blogspot.com[/quote[/url]]



Un trabajo honesto y pulcro.

Aplausos, Roberto y mi sincera enhorabuena.

Hallie

Agradezco tu amabilidad, Hallie, y te mando un afectuoso saludo.

http://www.precipicius.blogspot.com

El vértigo resbala con tus versos en esa caída irrefrenable. Un placer estar.
Un abrazo.
Pepa

Josefa A. Sánchez escribió:El vértigo resbala con tus versos en esa caída irrefrenable. Un placer estar.
Un abrazo.
Pepa

La deseada e irrefrenable caída del dolor, Pepa. Besos y gracias por tu comentario.