Editorial Alaire

Que suerte tienen las flores,
que con solo ser flores
satisfacen su karma.
Dar perfume.
Brillar.
Estar hermosas
Y así esperar el día
en que un viento ladino,
un sol voraz,
un hielo luminoso,
o simplemente el tiempo inexorable
las marchiten.
Y hasta pueden morir
en una agonía de aroma
de incomparable belleza.
¿qué puede hacer un ser humano,
aunque sea un poeta,
ante semejante competencia?

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Nada. No podemos hacer nada, salvo leer estas preciosidades que algunas veces acuden al encuentro del que quiere ser poeta. Esa forma de verso semeja la flor imperecedera.
Es un mal, no digo que no, pero habrá cosas peores seguramente que ser tan buena poeta, como lo eres tú.
TE MANDO UN FUERTE ABRAZO, AMIGA PEPA.

Precioso pensamiento, querida compañera y muy buena manera de plasmarlo.

Tal vez esa es la lucha eterna del poeta, superar la belleza de la vida.
Cosa dificil pues es la propia vida la que nos da el regalo de escribir.

Un fuerte abrazo, poeta.

Luis Oroz.

como tú, Josefa, me lo pregunto cada día................y la respuesta, es invariable:

osada prepotencia, aquélla que nos dio por pensar que éramos el culmen

¡qué atrevida es la ignorancia!

un beso............Pilar

Josefa,

inteligente forma de poner sobre el tapete, como ya te dije, la soberbia

Y hasta pueden morir
en una agonía de aroma
de incomparable belleza.


un abrazo............Pilar

Gracias a todos los que pasais por aqui y dejais algo vuestro Rafael, Luis, Paloma,
Pilar. Vuestras palabras son mi mejor aliciente
Un abrazo
Pepa

Suerte es encontrar la luminosidad de estos versos aqui...
Un abrazo

-angel-

Unos veros preciosos, sin duda, es un gusto enorme leerlos.
Saludos.

Gracias, Ángel, por sacar estas viejas flores de entre las páginas de un libro olvidado y sacudirles el polvo. Gracias por la visita y el amable comentario.
Un abrazo.
Pepa

Así es, y sólo podemos decirlo en estos versos hermosos. Un gusto recuperar este poema
Abrazos
Pilar

Qué suerte tienen las flores de tener alquien como tú, alguien quien les cante algo bonito, Pepa.

Dichosos los oidos.

Víctor

Son hermosas las flores, aunque su vida sea efímera nos regalan belleza y aroma. Difícil competir con ellas pero pueden servir de inspiración para buenos poemas, como lo es éste tuyo. Un abrazo.

Sencillamente hermoso, nada podemos hacer, Pepa.

Ha sido un placer, un abrazo.

Gracias, Alvaro, por pasar y comentar.
Un abrazo.
Pepa