Editorial Alaire

Alma lánguida y menguante se consume en su prisión de ausencia y carne
con su atuendo impenetrable, busca al corazón con dulce tristeza...
una ráfaga invisible le susurra esa malévola rapsodia
sueños vagos y ermitaños refugiados en mi frente

¿Esa voz de marioneta esclava del desencanto?
con su escudo impenetrable de silencio agazapado
enmudecen las oleadas de profusas realidades
desangrando a borbotones las verdades conmovidas

Consumido y humillado el honesto muere a diario
entre frívolas razones y apretados corazones
ha ensayado bien su mueca mendigando realidades
hay ardor en el engaño, ¡me estremezco...!

¡Es un mito ciego¡
que se mueve con destreza por las ramas de momentos desgarrados
entonando su manía con ¡esperanza en la distancia¡
aletargo la palabra. Fe amarga...!
mientras habla la bruma y se marcha la silaba forzada
a la orgía de decadentes dogmas
entra el miedo a hurtadillas en tus sienes
impenetrable, inexpresivo, indoblegable

¿Cuantos latidos han pasado?
invisibles al olvido
¿cuantas lagrimas derramadas
en océanos escondidos

¡Soy tu canto, Soy tu llanto!
¡Soy la voz del sueño eterno!
¡que se enciende en tu pecho!