Passage Lathuille

[Pascua Lira.]

Hace unos dos años, pasé con mi famila 10 días en un ático en la Rue Passage Lathuille, una olvidada callejuela de Paris, cerca del Moulin Rouge. Estas son las impresiones y recuerdos que traje de aquella inolvidable estancia.

Arrancas, callejuela recta,
encorvas tu cintura
para escuchar, cercana,
la algarabía que te envuelve.

A ti, estrecha y silenciosa,
te lo han quitado todo,
te han dejado sin caracolas de colores.

El sol ya no te encuentra.
Tus puertas carecen de aldabas.
Largas cortinas caen de tus balcones.
Y los tilos, ausentes, acallan tu nostalgia.

A las piedras de tu calzada
les han cosido bocas
con hilo de cemento;
sus lenguas polvorientas
no murmullan enredos ni bullicios.

Los viandantes
pasan a toda prisa,
ya nadie se detiene;
si acaso una mañana
un chapero en la esquina
y si acaso una tarde,
tres mujeres se apoyan
en alguna pared.

Un día gris
nos despedimos.
Miramos hacia atrás
para llevarnos la ternura
que en cada amanecer
se acrecentaba
en aquella destartalada sastrería.

[Pilar Morte]

Me gustan los poemas que recuerdan un paisaje aunque haya cambiado. Tú lo describes con una sencillez amorosa que llega. Un placer
Abrazos
Pilar

[Guillermo Cumar.]

Sencillo, tierno y delicioso.

Un abrazo

Guillermo

[Josefa A. Sánchez]

Una mirada nostalgia a los paisajes del pasado, narrada con gran belleza. Un placer.
Un abrazo.
Pepa

[Ramón Carballal]

Le haces un bonito homenaje a esa pequeña y olvidada calle de Paris. Me ha parecido uno de esos poemas que tienen un encanto especial. Saludos cordiales.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Miramos hacia atrás
para llevarnos la ternura
que cada amanecer
se acrecentaba
en aquella destartalada sastrería.

Un poema precioso, amiga Paula. Con una economía de recursos verdaderamente magistral, logras transmitir las sensaciones que generaron en ti aquella pequeña calle; con sutiles matices que acercan al lector, sin que este apenas se de cuenta, a la fisicidad de sus piedras, al silencio de sus casas, al vacío de sus aceras... y al final, esa destartalada sastrería, donde parecen agarrarse los últimos estertores de la vida de esta calle.

Bicos.

[Rafael Valdemar]

Interesante considero tu poema Pascua. Me gustó.

saludos

rafael

[Julio Gonzalez Alonso]

La belleza del poema no nace solamente de la evocación, muy bien hecha, de París, ni del lugar concreto de la pequeña calle en la que se recrean los versos; la belleza viene de un decir desnudo de otro ornato que no sea la emoción y ese estupendo recurso a la personalización añadiendo sentimiento a cada estrofa. Un magnífico poema que desborda poesía sin forzar las imágenes ni el estilo, una poesía que me encanta y que yo definiría como poesía de la naturalidad, en un decir que suena auténtico. Muy hermoso.
Salud.

[Isabel Moncayo]

Hermoso poema, donde evocas y compartes esos recuerdos nostálgicos y haces que el lector viaje por esa callejuela que de tu mirada podemos ver los que no la hemos pisado.

Un placer la lectura, un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Arriba con este precioso poema!!!

[J. J. Martínez Ferreiro]

Miramos hacia atrás
para llevarnos la ternura
que cada amanecer
se acrecentaba
en aquella destartalada sastrería.

Un poema precioso, amiga Paula. Con una economía de recursos verdaderamente magistral, logras transmitir las sensaciones que generaron en ti aquella pequeña calle; con sutiles matices que acercan al lector sin que este apenas se de cuenta, a la fisicidad de sus piedras, al silencio de sus casas, al vacío de sus aceras... y al final, esa destartalada sastrería, donde parecen agarrarse los últimos estertores de la vida de esta calle.

Bicos.

[Armilo Brotón]

Hace unos dos años, pasé 10 días en un ático en la Rue Passage Lathuile, una olvidada callejuela de Paris, cerca del Moulin Rouge, estas son las impresiones y recuerdos que traje de aquella inolvidable estancia.

Arrancas, callejuela recta,
encorvas tu cintura
para escuchar, cercana,
la algarabía que te envuelve.

Estrecha… silenciosa,
te lo han quitado todo
y te han dejado sin caracolas de colores.

El sol ya no te encuentra.
Tus puertas carecen de aldabas.
Largas cortinas caen de tus balcones.
Y los tilos, ausentes, acallan tu nostalgia.

A las piedras de tu calzada
les han cosido
sus pisadas bocas
con hilo de cemento;
sus lenguas polvorientas
no murmullan enredos ni bullicios.

Los viandantes
pasan a toda prisa,
ya nadie se detiene;
si acaso una mañana
un chapero en la esquina
y si acaso una tarde,
tres mujeres se apoyan
en alguna pared.

Un día gris
nos despedimos.
Miramos hacia atrás
para llevarnos la ternura
que cada amanecer
se acrecentaba
en aquella destartalada sastrería.

Unas grata sensación de nostalgia y recuerdos, muchos recuerdos me deja este poema que describe un lugar que algún día recogió parte de nuestra vida.

Un cordial saludo.

[E. R. Aristy]

Hace unos dos años, pasé 10 días en un ático en la Rue Passage Lathuile, una olvidada callejuela de Paris, cerca del Moulin Rouge, estas son las impresiones y recuerdos que traje de aquella inolvidable estancia.

Arrancas, callejuela recta,
encorvas tu cintura
para escuchar, cercana,
la algarabía que te envuelve.

Estrecha… silenciosa,
te lo han quitado todo
y te han dejado sin caracolas de colores.

El sol ya no te encuentra.
Tus puertas carecen de aldabas.
Largas cortinas caen de tus balcones.
Y los tilos, ausentes, acallan tu nostalgia.

A las piedras de tu calzada
les han cosido
sus pisadas bocas
con hilo de cemento;
sus lenguas polvorientas
no murmullan enredos ni bullicios.

Los viandantes
pasan a toda prisa,
ya nadie se detiene;
si acaso una mañana
un chapero en la esquina
y si acaso una tarde,
tres mujeres se apoyan
en alguna pared.

Un día gris
nos despedimos.
Miramos hacia atrás
para llevarnos la ternura
que cada amanecer
se acrecentaba
en aquella destartalada sastrería.

Maravillosa estampa nostálgica, Pascua. Me alegra suba al escenario una y otra vez. ERA

[Rafel Calle]

Muy bello poema de Pascua.

[Pablo Ibáñez]

Buen momento para recordar a Pascua, con este bello poema. Lástima que no venga a vernos de vez en cuando.

Un abrazo, amiga.