Junto a la soledad del rompeolas

[M. Sánchez]

F.Enrique: Entro para agradecerte tu amable comentario a este viejo poema y dejarte mi abrazo.

[Concha Vidal]

Manuel, también a tí te reomo et maginifico poema.
Es un deleite y quiero que así lo sientan quienes lo relean..
Abrazos mediterráneos.

[Rafel Calle]

Gran Reserva de Alaire.

[Marisa Peral]

Hemos cruzado juntos muchos duelos,
y aprender a caer no es solo una postura
de los años o las extremidades
No
Ni tampoco la forma
que toman los teléfonos
cuando una voz huida te deja de escuchar

Es sorprendente estar y verte lejos,
deshabitado,
como cuencas de ojos perdidos en la infancia

A este cielo de ahora subsumido
que adorna entre el secreto de los arboles,
locuaz como las sombras,
le pertenece el dios de las mañanas
y un paseo en silencio por Le Bois de Boulogne

Y ese día de pie, que aún frena nuestro avance,
donde olvidó la vida, para siempre,
su pañuelo de seda natural
junto a la soledad del rompeolas,
hoy nos muestra sus verjas inmortales

En una luz cualquiera de la proximidad,
después de haber andado de norte a sur los mapas
y comprender que el mundo
te pasa tibiamente
a menos de una hora de distancia,
se puede oír la letra
de una vieja canción que recordamos

De la bodega de Alaire, un Gran Reserva.
Repongo esta belleza de hace 5 años de Manuel Sánchez que, como el buen vino, gana sabe mejor con el tiempo.
Un placer, amigo Manuel.
Abrazos.

[M. Sánchez]

Manuel, también a tí te reomo et maginifico poema.
Es un deleite y quiero que así lo sientan quienes lo relean..
Abrazos mediterráneos.

Muchas gracias, Concha, pero me temo que lo de la relectura sea bastante cuestionable.

Un fuerte abrazo, amiga.

[M. Sánchez]

Un abrazo amigo Rafel.

[M. Sánchez]

Hemos cruzado juntos muchos duelos,
y aprender a caer no es solo una postura
de los años o las extremidades
No
Ni tampoco la forma
que toman los teléfonos
cuando una voz huida te deja de escuchar

Es sorprendente estar y verte lejos,
deshabitado,
como cuencas de ojos perdidos en la infancia

A este cielo de ahora subsumido
que adorna entre el secreto de los arboles,
locuaz como las sombras,
le pertenece el dios de las mañanas
y un paseo en silencio por Le Bois de Boulogne

Y ese día de pie, que aún frena nuestro avance,
donde olvidó la vida, para siempre,
su pañuelo de seda natural
junto a la soledad del rompeolas,
hoy nos muestra sus verjas inmortales

En una luz cualquiera de la proximidad,
después de haber andado de norte a sur los mapas
y comprender que el mundo
te pasa tibiamente
a menos de una hora de distancia,
se puede oír la letra
de una vieja canción que recordamos

De la bodega de Alaire, un Gran Reserva.
Repongo esta belleza de hace 5 años de Manuel Sánchez que, como el buen vino, gana sabe mejor con el tiempo.
Un placer, amigo Manuel.
Abrazos.

Querida Marisa................bueno, si tú lo dices... Te agradezco mucho el rescate de este poema, ya muy antiguo.

Te dejo un abrazo muy fuerte.