Diario: Martes, 18 de Noviembre de 2008
Publicado: Vie, 20 Ene 2012 19:06
**
(Después de todo...
José Hierro)
Después de todo, todo ha sido
nada: un inmenso dolor agitado en el aire,
una lágrima en su punto exacto
de cristalización,
alguna mueca
donde debió ser sonrisa.
La prisa
del sol en la añoranza de la noche.
El alba con pretensiones de río,
olvidadas sobre las sábanas varias olas
(¿dónde, tu cuerpo?), la mañana arrugada
el teléfono mudo de puro espanto
y el pecho
que toca a rebato, algún brochazo
equivocado en el firmamento. Alhóndigas
de ausencia para el almuerzo. Varios anuncios
televisivos en el panteón de un mar de sangre
que no coagula. Labios en franca
huelga de besos caídos. Algunas farolas ciegas
y las calles dibujos de carbón al atardecer. Pisadas sin eco,
las hojas de los álamos indecisas
y semáforos estúpidos con tics de caramelo.Un contradiós.
Un hueco relleno con la espuma
de días eternamente repetidos. El Requiem de Brahms
agoniza en las rebajas de El Corte Inglés. ( Ni Corelli
optó por la memoria del pan
bendito: yace inane
en el CD).
Alas de acero para los ángeles, horas
trizadas en la papelera, el cenicero
humeante de suspiros, café
seco sobre los periódicos y la mies
de tus caricias sin recoger. Un desastre.
En fin, ya os digo,
-dijo el poeta-
después de todo, todo
no es sino eco de nada.
2008 -2011
A.
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(Después de todo...
José Hierro)
Después de todo, todo ha sido
nada: un inmenso dolor agitado en el aire,
una lágrima en su punto exacto
de cristalización,
alguna mueca
donde debió ser sonrisa.
La prisa
del sol en la añoranza de la noche.
El alba con pretensiones de río,
olvidadas sobre las sábanas varias olas
(¿dónde, tu cuerpo?), la mañana arrugada
el teléfono mudo de puro espanto
y el pecho
que toca a rebato, algún brochazo
equivocado en el firmamento. Alhóndigas
de ausencia para el almuerzo. Varios anuncios
televisivos en el panteón de un mar de sangre
que no coagula. Labios en franca
huelga de besos caídos. Algunas farolas ciegas
y las calles dibujos de carbón al atardecer. Pisadas sin eco,
las hojas de los álamos indecisas
y semáforos estúpidos con tics de caramelo.Un contradiós.
Un hueco relleno con la espuma
de días eternamente repetidos. El Requiem de Brahms
agoniza en las rebajas de El Corte Inglés. ( Ni Corelli
optó por la memoria del pan
bendito: yace inane
en el CD).
Alas de acero para los ángeles, horas
trizadas en la papelera, el cenicero
humeante de suspiros, café
seco sobre los periódicos y la mies
de tus caricias sin recoger. Un desastre.
En fin, ya os digo,
-dijo el poeta-
después de todo, todo
no es sino eco de nada.
2008 -2011
A.
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