Editorial Alaire

No arde
quien no se acerca, suficientemente,
a la caliente llama. Para echar
leña al fuego tendré que consentirme
ser amo de los bosques
y decirle a la lumbre
que deseque con tiento mi madera.
Después, para reconciliarme con el frío,
habré de descifrar el signo
del flujo incandescente de las ascuas.

Hola Guillermo.
Me ha gustado este poema breve, compañero, aunque esa reconciliación del frío con la llama ardiente es posible que te lleve tiempo. Un abrazo.
Mario.

Me calienta el corazón este fuego tuyo, ardiendo en el poema. Un gusto asomarse a tus letras.
Un abrazo.
Pepa

Un poema de pocos versos pero de gran profundidad y belleza...Fuego y frío y dónde nos ubicamos nosotros? Un gusto de lectura sin duda. Mis abrazos de amigo.

Profundo, hermoso poema. Me ha gustado mucho.
Saludos poeta

Un breve muy hermoso, de esos que se quedan en el lector.
Abrazos
Pilar

Mario Martínez escribió:Hola Guillermo.
Me ha gustado este poema breve, compañero, aunque esa reconciliación del frío con la llama ardiente es posible que te lleve tiempo. Un brazo.
Mario.

Me alegra que te haya gustado mi poema.
La reconciliación igual le exige a alguien un milagro.

Gracias por pasear por mis vdrsos
un abrazo

Guillermo

Pues que esa reconciliación sea placentera, amigo Guillermo, que con el frío salen sabañones donde no deberían.. creo que dices mucho en estos versos que nos dejas.

Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:No arde
quien no se acerca, suficientemente,
a la caliente llama. Para echar
leña al fuego tendré que consentirme
ser amo de los bosques
y decirle a la lumbre
que deseque con tiento mi madera.
Después, para reconciliarme con el frío,
habré de descifrar el signo
del flujo incandescente de las ascuas.

Bonito juego con el fuego, Guillermo.
Como las llamas de una buena chimenea.

un abrazo,

Víctor

Estupenda píldora, Guillermo, en la que la brevedad deja espacio suficiente a tu elegancia habitual.

Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:No arde
quien no se acerca, suficientemente,
a la caliente llama. Para echar
leña al fuego tendré que consentirme
ser amo de los bosques
y decirle a la lumbre
que deseque con tiento mi madera.
Después, para reconciliarme con el frío,
habré de descifrar el signo
del flujo incandescente de las ascuas.

Yo pienso / que ya te quemaste/ claro... luego llega el ... Un poema muy sugestivo. Te felicito.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Guillermo Cuesta escribió:No arde
quien no se acerca, suficientemente,
a la caliente llama. Para echar
leña al fuego tendré que consentirme
ser amo de los bosques
y decirle a la lumbre
que deseque con tiento mi madera.
Después, para reconciliarme con el frío,
habré de descifrar el signo
del flujo incandescente de las ascuas.

Ya desde el comienzo hay cátedra. Tus poemas dejan ese curso de mirar
lo profundo.
Me gustó mucho Guillermo

abrazos

lázaro

Josefa A. Sánchez escribió:Me calienta el corazón este fuego tuyo, ardiendo en el poema. Un gusto asomarse a tus letras.
Un abrazo.
Pepa

Gracias por tu vista Josefa. No tre acerques demasiado no vaya a ser que salgamos ardiendo ambos.

Un abrazo

Guillermo

Guillermo tu poema es hermoso y diciente, me ha gustado mucho. Un saludo.

Gerardo Mont escribió:Un poema de pocos versos pero de gran profundidad y belleza...Fuego y frío y dónde nos ubicamos nosotros? Un gusto de lectura sin duda. Mis abrazos de amigo.

Gracias, Gerardo, tu visita y tu mensaje amables dan mucho colar.

Un abrazo

Guilelrmo