Otro camino
Publicado: Sab, 31 Dic 2011 13:20
Otro camino
me juego la sangre en este poema a Rafel Calle
Por los que no se juegan ni se jugarán para la eternidad
con estampidos de estrellas en el cosmos.
Pongo mi sangre absoluta y lanzo mi libertad
hoy yo poeta que grita la maldición en esta ciudad,
hostigo mi lado herido por los amaneceres.
Digo que no somos nada mas que humanos
que de los dioses no sabemos mas que las palabras
va mi homenaje a Antonio Gamoneda
con cada segundo del palpito en mi sangre.
Recorriendo mil laberintos de mi Argentina
lanzo mi daga profunda al infinito sur de Borges,
apunto y señalo un porvenir
una luz perdida con los volcanes en la garganta.
Irrumpo con lamentos y una bendición
es mas fuerte un amor solitario
es mas lejano un barco sin capitán
no existen los sonidos es una falacia.
Si tuviera que volver sobre mi pasado
enumerar las soledades y las mascaras
pongo mi sangre absoluta y lanzo mi libertad,
la rompiente de palabras en la aguda noche.
Ha muerto mi padre sus cartas sus ilusiones
antes de que este año culmine
antes de la sensación de impunidad en la vida
levanto mi copa en Isla negra sin Neruda,
levanto mis manos de poeta
aunque nadie acepte mi gloria ancestral.
Pido solo una tregua de Benedetti
una paz un poco mas mediocre que el hombre
o que ese demonio de Zaratustra.
!No! !Maldita sea!, ! No has muerto Dios!
Permaneces en el viento de la sangre india
!No! !Bendita luz!, !Jesucristo reclama un latigazo!
Como Israfel su lira de oro
¿ Que soy aceptado en el mas allá?
Aunque mi fé ni exista
Y toda la nieve de los universos vengan a mi
a este filo destructivo en las almas
porque sé que Rafel Calle iluminará ese camino
otro camino que es la aventura
de vivir la poesía.
JAVIER DICENZOEn
me juego la sangre en este poema a Rafel Calle
Por los que no se juegan ni se jugarán para la eternidad
con estampidos de estrellas en el cosmos.
Pongo mi sangre absoluta y lanzo mi libertad
hoy yo poeta que grita la maldición en esta ciudad,
hostigo mi lado herido por los amaneceres.
Digo que no somos nada mas que humanos
que de los dioses no sabemos mas que las palabras
va mi homenaje a Antonio Gamoneda
con cada segundo del palpito en mi sangre.
Recorriendo mil laberintos de mi Argentina
lanzo mi daga profunda al infinito sur de Borges,
apunto y señalo un porvenir
una luz perdida con los volcanes en la garganta.
Irrumpo con lamentos y una bendición
es mas fuerte un amor solitario
es mas lejano un barco sin capitán
no existen los sonidos es una falacia.
Si tuviera que volver sobre mi pasado
enumerar las soledades y las mascaras
pongo mi sangre absoluta y lanzo mi libertad,
la rompiente de palabras en la aguda noche.
Ha muerto mi padre sus cartas sus ilusiones
antes de que este año culmine
antes de la sensación de impunidad en la vida
levanto mi copa en Isla negra sin Neruda,
levanto mis manos de poeta
aunque nadie acepte mi gloria ancestral.
Pido solo una tregua de Benedetti
una paz un poco mas mediocre que el hombre
o que ese demonio de Zaratustra.
!No! !Maldita sea!, ! No has muerto Dios!
Permaneces en el viento de la sangre india
!No! !Bendita luz!, !Jesucristo reclama un latigazo!
Como Israfel su lira de oro
¿ Que soy aceptado en el mas allá?
Aunque mi fé ni exista
Y toda la nieve de los universos vengan a mi
a este filo destructivo en las almas
porque sé que Rafel Calle iluminará ese camino
otro camino que es la aventura
de vivir la poesía.
JAVIER DICENZOEn