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FELIZ NAVIDAD

Publicado: Lun, 19 Dic 2011 13:28
por Nésthor Olalla



A todos los que no saben que ya no tienen remedio;
y a aquellos que aunque lo saben nunca reparan en ello.
A aquellos que naufragaron bajo el inclemente azote
de una tormenta de pena.

A los que viven fugados, escondidos y exiliados,
por miedo a la devoción y a la inquebrantable fe
de sus fieles partidarios.

A todos los que fijaron su arraigo en una nación regida por insurrectos.

A los que viven sin causa atrapados en la náusea
acumulando rutina,
amontonando costumbre,
atesorando indigencia en su placidez vital.

A los que están en peligro de rendirse a la prudencia.
A los lógicos de atar;
presos en la trabazón de su propio laberinto.

A todos los embusteros.
A todos los saltimbanquis.
A todos los estreñídos.
A los héroes sin valor.
A todos los desertores.
A todos lo mercachifles.
A todos los quincalleros.

A todos lo no adaptados por su impúdica insolencia;
pues para ellos no habrá reino alguno bajo el cielo.

A aquellos que se quedaron.
A los que nunca vinieron.
A los que nunca llegaron.
Y a aquellos que nunca fueron.

A los que miran atrás solo para ver su sombra.
A los que siempre se enteran los últimos de que han muerto.

A aquellos que no dejaron huella alguna de sus pasos
al regresar de sus sueños.
A los que no tienen percha donde colgar el sombrero.

A los que vencen la angustia de vivir en las tinieblas
simplemente yendo a tientas,
sin saber quien viene o va;
sin saber quien sale o entra.

A los que apresaron dentro de un cuerpo que les desprecia.
A los que beben del asco;
que aún siendo amargo ese vino optan por brindar con él,
prefiriéndolo, sin duda, al insípido espumoso
del insulso y tibio caldo de la dicha.

Al sospechoso de ser un intruso en el Edén.
Al condenado a ser libre como perpetua expiación.
Al que no cree en lo que ve.
Al que no ve en lo que cree.
Y a los que acaban tiznados por la fe del carbonero.

A los que solo heredaron un agujero en la suela,
y el polvo que acumularon de andar por tantos caminos.


A los que esperan en vano en un banco en la estación.
A todos los que en la noche, por alentar un tumulto,
salieron llenos de hostias por las ventanas de un bar.

A la arpía que me amó.

A todos los que subsisten a cuerpo gentil y al frío
en la piel de lo inmediato.

A aquellos que hacen piruetas, ademanes y aspavientos,
todos los días de su vida y nadie repara en ellos.

A los valientes que fueron.
A los cobardes que son.
Al suicida reincidente.
Al que por fin lo logró.

A las lumis de rotonda .
A los bujarras de calle.
A truhanes, a buhoneros,
a tahúres y a trileros.

A los que les falta aliento exhaustos por el pavor
al intentar escapar de un “para siempre jamás”
que le prometió su amada.


Al verdugo que acaricia por última vez al reo,
antes de soltar su hachón.

A todos los que plantaron cerezos en cementerios.
A todos los que combaten el atropello del orden
y el insidioso artificio que dicta la lucidez.

Al juez que se condenó, sin saber muy bien por qué,
con su propio veredicto;
sin ninguna apelación.

A los que ya no preguntan por miedo a obtener respuesta.
A los que siempre viajaron en alas de mariposa
A los que atacan gigantes y acaban siendo volteados,
humillados y prendidos en las aspas de un molino.

A los que guardan silencio mirando tras el cristal
en largas noches de espera.

A los que aprendieron nada.
A los que olvidaron todo.
A los que aprendieron todo y no les sirvió de nada.
A todos lo que alcanzaron su meta por puro error.


A los que nunca cobraron un canon por el fracaso.
A los rebeldes sin pausa.
A los que ya no les queda ni una gota de sudor.
A los que llegan sin cita a ningún lugar concreto.
A los que engrosan las colas de la desesperación.
A los que viven desnudos.
A los que mueren vestidos.
A los que no son y han sido.
A los que apenas ya son.

Y a cualquiera o a “cualquiese” de los pacientes leedores
que se han parado a leer esta infame incongruencia,
tengan por bien olvidar, antes que pronto este mal
que pueda haberles causado.

Y a este que aquí perpetró esta sarta de desmanes,
que aunque de razón menguado,
ténganle por bienqueriente,
no le nieguen el saludo
y concédanle el perdón.








Nésthor Olalla





Re: FELIZ NAVIDAD

Publicado: Lun, 19 Dic 2011 15:08
por Luna de Nos
Nésthor Olalla escribió:

A todos los que no saben que ya no tienen remedio;
y a aquellos que aunque lo saben nunca reparan en ello.
A aquellos que naufragaron bajo el inclemente azote
de una tormenta de pena.

A los que viven fugados, escondidos y exiliados,
por miedo a la devoción y a la inquebrantable fe
de sus fieles partidarios.

A todos los que fijaron su arraigo en una nación regida por insurrectos.

A los que viven sin causa atrapados en la náusea
acumulando rutina,
amontonando costumbre,
atesorando indigencia en su placidez vital.

A los que están en peligro de rendirse a la prudencia.
A los lógicos de atar;
presos en la trabazón de su propio laberinto.

A todos los embusteros.
A todos los saltimbanquis.
A todos los estreñídos.
A los héroes sin valor.
A todos los desertores.
A todos lo mercachifles.
A todos los quincalleros.

A todos lo no adaptados por su impúdica insolencia;
pues para ellos no habrá reino alguno bajo el cielo.

A aquellos que se quedaron.
A los que nunca vinieron.
A los que nunca llegaron.
Y a aquellos que nunca fueron.

A los que miran atrás solo para ver su sombra.
A los que siempre se enteran los últimos de que han muerto.

A aquellos que no dejaron huella alguna de sus pasos
al regresar de sus sueños.
A los que no tienen percha donde colgar el sombrero.

A los que vencen la angustia de vivir en las tinieblas
simplemente yendo a tientas,
sin saber quien viene o va;
sin saber quien sale o entra.

A los que apresaron dentro de un cuerpo que les desprecia.
A los que beben del asco;
que aún siendo amargo ese vino optan por brindar con él,
prefiriéndolo, sin duda, al insípido espumoso
del insulso y tibio caldo de la dicha.

Al sospechoso de ser un intruso en el Edén.
Al condenado a ser libre como perpetua expiación.
Al que no cree en lo que ve.
Al que no ve en lo que cree.
Y a los que acaban tiznados por la fe del carbonero.

A los que solo heredaron un agujero en la suela,
y el polvo que acumularon de andar por tantos caminos.


A los que esperan en vano en un banco en la estación.
A todos los que en la noche, por alentar un tumulto,
salieron llenos de hostias por las ventanas de un bar.

A la arpía que me amó.

A todos los que subsisten a cuerpo gentil y al frío
en la piel de lo inmediato.

A aquellos que hacen piruetas, ademanes y aspavientos,
todos los días de su vida y nadie repara en ellos.

A los valientes que fueron.
A los cobardes que son.
Al suicida reincidente.
Al que por fin lo logró.

A las lumis de rotonda .
A los bujarras de calle.
A truhanes, a buhoneros,
a tahúres y a trileros.

A los que les falta aliento exhaustos por el pavor
al intentar escapar de un “para siempre jamás”
que le prometió su amada.


Al verdugo que acaricia por última vez al reo,
antes de soltar su hachón.

A todos los que plantaron cerezos en cementerios.
A todos los que combaten el atropello del orden
y el insidioso artificio que dicta la lucidez.

Al juez que se condenó, sin saber muy bien por qué,
con su propio veredicto;
sin ninguna apelación.

A los que ya no preguntan por miedo a obtener respuesta.
A los que siempre viajaron en alas de mariposa
A los que atacan gigantes y acaban siendo volteados,
humillados y prendidos en las aspas de un molino.

A los que guardan silencio mirando tras el cristal
en largas noches de espera.

A los que aprendieron nada.
A los que olvidaron todo.
A los que aprendieron todo y no les sirvió de nada.
A todos lo que alcanzaron su meta por puro error.


A los que nunca cobraron un canon por el fracaso.
A los rebeldes sin pausa.
A los que ya no les queda ni una gota de sudor.
A los que llegan sin cita a ningún lugar concreto.
A los que engrosan las colas de la desesperación.
A los que viven desnudos.
A los que mueren vestidos.
A los que no son y han sido.
A los que apenas ya son.

Y a cualquiera o a “cualquiese” de los pacientes leedores
que se han parado a leer esta infame incongruencia,
tengan por bien olvidar, antes que pronto este mal
que pueda haberles causado.

Y a este que aquí perpetró esta sarta de desmanes,
que aunque de razón menguado,
ténganle por bienqueriente,
no le nieguen el saludo
y concédanle el perdón.








Nésthor Olalla




Don Olalla, no serè yo quien os otorgue tal cosa, pues lejos estoy de ser ajena al asunto.
He sido paciente lectora de este largo periplo de letras, soy protagonista de muchos de sus aciertos.
Os saludo entonces -pero no habrà olvido- que quien no es consciente de su miseria, 'no tiene remedio'-
Un abrazo Don Olalla, Luna.-

Publicado: Lun, 19 Dic 2011 15:50
por Isabel Moncayo
No has dejado a nadie Nésthor, yo también estoy en alguno de tus versos, vaya mi enhorabuena por el poema y mis mejores deseos para estas fiestas navideñas.

Un abrazo.

re: FELIZ NAVIDAD

Publicado: Lun, 19 Dic 2011 20:04
por Mario Martínez
A TODOS, Nesthor, amigo mío, pues TODOS nos vemos reflejados en tu poema. Un placer leerte. Abrazos.
Mario.

re: FELIZ NAVIDAD

Publicado: Lun, 19 Dic 2011 22:03
por Ramón Ataz
Virtuosa felicitación navideña, Nesthor. Todos estamos en tus versos, así que vaya también una felicitación para tí.

Un abrazo.

Publicado: Lun, 19 Dic 2011 23:38
por Josefa A. Sánchez
No seré yo quien niegue el saludo a alguien por escribir tan acertádamente y retratar y retratarnos con tanta nitidez. Nada hay que perdonar en ello y si mucho que felicitar. Felicitote ademas las futuras Navidades y un 2012 que no se si se aproxima o se abalanza sobre nosotros.
Con un abrazo bienqueriente
Pepa

re: FELIZ NAVIDAD

Publicado: Mar, 20 Dic 2011 0:32
por Pilar Morte
Como no te dejaste a nadie solo me queda desearte lo mismo para tí, es decir paz, felicidad y amor.
Un abrazo grande
Pilar

re: FELIZ NAVIDAD

Publicado: Mar, 20 Dic 2011 19:27
por Nésthor Olalla
Gracias por asomarte, estimada Luna. Con tu huella por mi posta hace estimables estas mis incongruencias,

Me plugo tu visita, hermana.


Besos de mazapán.

Publicado: Mié, 21 Dic 2011 13:45
por Nésthor Olalla
Isabel Moncayo escribió:No has dejado a nadie Nésthor, yo también estoy en alguno de tus versos, vaya mi enhorabuena por el poema y mis mejores deseos para estas fiestas navideñas.

Un abrazo.


Gracias por tu amable visita y comentario, compañera.

Abrazo.

Publicado: Mié, 21 Dic 2011 14:08
por Hallie Hernández Alfaro
Te agradezco mucho ese derroche de talento, humor y realidad inminente!

Un gustazo haberte leido, hermano poeta.

Hallie

Publicado: Mié, 21 Dic 2011 15:13
por E. R. Aristy
Aqui no se queda nadie sin felicitar y pues que siga la fiesta! Te felicito en especial por las verdades que cuelgas en la geneologia del hombre.

Un fuerte abrazo,
ERA

Re: FELIZ NAVIDAD

Publicado: Mié, 21 Dic 2011 17:04
por lazaro Habana
Nésthor Olalla escribió:

A todos los que no saben que ya no tienen remedio;
y a aquellos que aunque lo saben nunca reparan en ello.
A aquellos que naufragaron bajo el inclemente azote
de una tormenta de pena.

A los que viven fugados, escondidos y exiliados,
por miedo a la devoción y a la inquebrantable fe
de sus fieles partidarios.

A todos los que fijaron su arraigo en una nación regida por insurrectos.

A los que viven sin causa atrapados en la náusea
acumulando rutina,
amontonando costumbre,
atesorando indigencia en su placidez vital.

A los que están en peligro de rendirse a la prudencia.
A los lógicos de atar;
presos en la trabazón de su propio laberinto.

A todos los embusteros.
A todos los saltimbanquis.
A todos los estreñídos.
A los héroes sin valor.
A todos los desertores.
A todos lo mercachifles.
A todos los quincalleros.

A todos lo no adaptados por su impúdica insolencia;
pues para ellos no habrá reino alguno bajo el cielo.

A aquellos que se quedaron.
A los que nunca vinieron.
A los que nunca llegaron.
Y a aquellos que nunca fueron.

A los que miran atrás solo para ver su sombra.
A los que siempre se enteran los últimos de que han muerto.

A aquellos que no dejaron huella alguna de sus pasos
al regresar de sus sueños.
A los que no tienen percha donde colgar el sombrero.

A los que vencen la angustia de vivir en las tinieblas
simplemente yendo a tientas,
sin saber quien viene o va;
sin saber quien sale o entra.

A los que apresaron dentro de un cuerpo que les desprecia.
A los que beben del asco;
que aún siendo amargo ese vino optan por brindar con él,
prefiriéndolo, sin duda, al insípido espumoso
del insulso y tibio caldo de la dicha.

Al sospechoso de ser un intruso en el Edén.
Al condenado a ser libre como perpetua expiación.
Al que no cree en lo que ve.
Al que no ve en lo que cree.
Y a los que acaban tiznados por la fe del carbonero.

A los que solo heredaron un agujero en la suela,
y el polvo que acumularon de andar por tantos caminos.


A los que esperan en vano en un banco en la estación.
A todos los que en la noche, por alentar un tumulto,
salieron llenos de hostias por las ventanas de un bar.

A la arpía que me amó.

A todos los que subsisten a cuerpo gentil y al frío
en la piel de lo inmediato.

A aquellos que hacen piruetas, ademanes y aspavientos,
todos los días de su vida y nadie repara en ellos.

A los valientes que fueron.
A los cobardes que son.
Al suicida reincidente.
Al que por fin lo logró.

A las lumis de rotonda .
A los bujarras de calle.
A truhanes, a buhoneros,
a tahúres y a trileros.

A los que les falta aliento exhaustos por el pavor
al intentar escapar de un “para siempre jamás”
que le prometió su amada.


Al verdugo que acaricia por última vez al reo,
antes de soltar su hachón.

A todos los que plantaron cerezos en cementerios.
A todos los que combaten el atropello del orden
y el insidioso artificio que dicta la lucidez.

Al juez que se condenó, sin saber muy bien por qué,
con su propio veredicto;
sin ninguna apelación.

A los que ya no preguntan por miedo a obtener respuesta.
A los que siempre viajaron en alas de mariposa
A los que atacan gigantes y acaban siendo volteados,
humillados y prendidos en las aspas de un molino.

A los que guardan silencio mirando tras el cristal
en largas noches de espera.

A los que aprendieron nada.
A los que olvidaron todo.
A los que aprendieron todo y no les sirvió de nada.
A todos lo que alcanzaron su meta por puro error.


A los que nunca cobraron un canon por el fracaso.
A los rebeldes sin pausa.
A los que ya no les queda ni una gota de sudor.
A los que llegan sin cita a ningún lugar concreto.
A los que engrosan las colas de la desesperación.
A los que viven desnudos.
A los que mueren vestidos.
A los que no son y han sido.
A los que apenas ya son.

Y a cualquiera o a “cualquiese” de los pacientes leedores
que se han parado a leer esta infame incongruencia,
tengan por bien olvidar, antes que pronto este mal
que pueda haberles causado.

Y a este que aquí perpetró esta sarta de desmanes,
que aunque de razón menguado,
ténganle por bienqueriente,
no le nieguen el saludo
y concédanle el perdón.








Nésthor Olalla



Abarcador y necesario Nestor. Un viaje al corazón del hombre,
vital en esta época, en todas las épocas, en la reconciliación , en el odio..en todo
Te aplaudo amigo.

Y te abrazo

lázaro

re: FELIZ NAVIDAD

Publicado: Mié, 21 Dic 2011 17:45
por Rafael Valdemar
Supongo que en alguno de estos versos que has escrito quedaré reflejado. Sin duda. Interesante isnpiración navideña tambine queda reflejada en tu poema. Me gustó Nestor.

saludos

rafael

Publicado: Mié, 21 Dic 2011 20:25
por Pascua Lira.
Vaya, no te has dejado a nadie.

Un placer leerte. Feliz Navidad

Publicado: Mié, 21 Dic 2011 20:33
por Nésthor Olalla
Hallie Hernández Alfaro escribió:Te agradezco mucho ese derroche de talento, humor y realidad inminente!

Un gustazo haberte leido, hermano poeta.

Hallie


El gusto es mío, hermanita.

Besos