Editorial Alaire

Tus hermosos versos me dejaron un sentimiento de tristeza e impotencia, el paso del tiempo que transforma realidades, pero que te atrapan desde el comienzo. Un placer pasar por tu palabra.
Abrazos
Pilar

Me encantó este poema, Cecilia. Creo que solo la sensibilidad de una mujer puede llegar a la reseña de este modo. El lenguaje claro es lo que me lleva a sentir repentinamente el placer de la lectura. Me gusta tu estilo, y por eso me atrevo al comentario...sin intención psicoanalítica alguna. Felicidades.
Un abrazo.
Abel

Transformas la semejanza de tu buen hacer en poesía que cuaja en sentimiento
hacia el edioma puro dd porcelana que le hace guiños a tu excelente pluma.

Un abrazo

Guillermo

Cecilia Martos escribió:…quise nombrarte mi héroe
y desde entonces le corté las alas a los inconvenientes.
Especulé siempre con los adjetivos
sobre todo cuando el verbo amar
se anclaba en esa arrogancia tan sutil
que despierta a campo abierto los interrogantes.

No le puse nombre jamás a tu abandono
a pesar de que tenías esa desazón que producen los trenes
cuando al caer la tarde la ciudad se quedaba callada.
La incertidumbre creció conmigo
esgrimiendo metáforas para este tiempo sin ti.
Nos amábamos tanto, qué duda cabe,
lo nuestro era ese idioma puro de porcelana
que hace guiños y el mundo se vuelve estúpido.

Era una ilusa que escribía poemas
mientras la tarde doblaba la esquina
y los recuerdos rodaban
con ese aire a tierra mojada de provincia.
Ahora sé que hace falta la noche, la lluvia,
la distancia y hasta el aullido de un sueño desvelado,
ahora sé por qué los teléfonos no contestan,
por qué la espera se volvió discreta
y el tiempo, el tiempo se volvió un obstáculo.

Ahora sé que todo es un ideal
se vive de la muerte, de la caballerosidad del tiempo,
apenas ayer el amor era un telegrama urgente
y hoy es un correo electrónico;
trataba de escribir un verso
y sólo escribo de las certezas perdidas,
algo me dice que no hay nada más irónico
que esas latas de cerveza
en las que intento acomodar el alma
mientras tus manos acarician mis palabras.

Estoy convencida que soy una metáfora.



Cecilia Martos

Yo sin embargo pienso que eres una poeta. Escribir sin que emanen
agravios es tarea de titanes. Se busca siempre la satisfacción con el desahogo,
con la justificación, con las excusas pero cuando se habla con la transparencia de evocar lo bello
y de añoranzas por lo perdido, se dobla su valor.
Me gustó muchísimo Cecilia

abrazos

lázaro

Pilar Morte escribió:Tus hermosos versos me dejaron un sentimiento de tristeza e impotencia, el paso del tiempo que transforma realidades, pero que te atrapan desde el comienzo. Un placer pasar por tu palabra.
Abrazos
Pilar

Gracias querida Pilar por tu hermoso comentario, es un gusto saberte en mi ventana, un cariñoso abrazo.

Cecilia

Delicadeza, armonía y concierto en estos versos. Un gran placer leerlos.
Abrazos poeta

Cecilia leí tu poema hace unas horas y aún tengo la piel de gallina, impresionante desnudo metafórico (para seguir con el título) de una poeta.

Un abrazo.

Pues yo estoy convencida de que eres una gran poeta, y que a veces las metáforas superan a la realidad y viceversa, unos versos desnudos del alma que dejan los vellos erizados.

Un abrazo, Cecilia.

Cecilia Martos escribió:…quise nombrarte mi héroe
y desde entonces le corté las alas a los inconvenientes.
Especulé siempre con los adjetivos
sobre todo cuando el verbo amar
se anclaba en esa arrogancia tan sutil
que despierta a campo abierto los interrogantes.

No le puse nombre jamás a tu abandono
a pesar de que tenías esa desazón que producen los trenes
cuando al caer la tarde la ciudad se quedaba callada.
La incertidumbre creció conmigo
esgrimiendo metáforas para este tiempo sin ti.
Nos amábamos tanto, qué duda cabe,
lo nuestro era ese idioma puro de porcelana
que hace guiños y el mundo se vuelve estúpido.

Era una ilusa que escribía poemas
mientras la tarde doblaba la esquina
y los recuerdos rodaban
con ese aire a tierra mojada de provincia.
Ahora sé que hace falta la noche, la lluvia,
la distancia y hasta el aullido de un sueño desvelado,
ahora sé por qué los teléfonos no contestan,
por qué la espera se volvió discreta
y el tiempo, el tiempo se volvió un obstáculo.

Ahora sé que todo es un ideal
se vive de la muerte, de la caballerosidad del tiempo,
apenas ayer el amor era un telegrama urgente
y hoy es un correo electrónico;
trataba de escribir un verso
y sólo escribo de las certezas perdidas,
algo me dice que no hay nada más irónico
que esas latas de cerveza
en las que intento acomodar el alma
mientras tus manos acarician mis palabras.

Estoy convencida que soy una metáfora.



Cecilia Martos

Soberbio poema del ¿desamor? ¿desencanto? ¿amor? ¿nostalgia? ¿frustración? ... No sé; pero también hay mucho de reconocimiento y conocimiento de uno mismo, de página a punto de ser pasada, de recuerdo que se resiste a ser sólo ayer, de promesas y futuros más ciertos, aunque sea la vida dentro de una metáfora.
Salud

Cecilia,

me ha encantado este poema de amor y desamor.

lo nuestro era ese idioma puro de porcelana

esa desazón que producen los trenes
cuando al caer la tarde la ciudad se quedaba callada.

mientras la tarde doblaba la esquina
y los recuerdos rodaban
con ese aire a tierra mojada de provincia.

hallazgos muy trabajados, muy poéticos, envuelven un ambiente general de poderoso lirismo.

Me ha gustado muchísimo.
Un saludo.

Cecilia Martos escribió:…quise nombrarte mi héroe
y desde entonces le corté las alas a los inconvenientes.
Especulé siempre con los adjetivos
sobre todo cuando el verbo amar
se anclaba en esa arrogancia tan sutil
que despierta a campo abierto los interrogantes.

No le puse nombre jamás a tu abandono
a pesar de que tenías esa desazón que producen los trenes
cuando al caer la tarde la ciudad se quedaba callada.
La incertidumbre creció conmigo
esgrimiendo metáforas para este tiempo sin ti.
Nos amábamos tanto, qué duda cabe,
lo nuestro era ese idioma puro de porcelana
que hace guiños y el mundo se vuelve estúpido.

Era una ilusa que escribía poemas
mientras la tarde doblaba la esquina
y los recuerdos rodaban
con ese aire a tierra mojada de provincia.
Ahora sé que hace falta la noche, la lluvia,
la distancia y hasta el aullido de un sueño desvelado,
ahora sé por qué los teléfonos no contestan,
por qué la espera se volvió discreta
y el tiempo, el tiempo se volvió un obstáculo.

Ahora sé que todo es un ideal
se vive de la muerte, de la caballerosidad del tiempo,
apenas ayer el amor era un telegrama urgente
y hoy es un correo electrónico;
trataba de escribir un verso
y sólo escribo de las certezas perdidas,
algo me dice que no hay nada más irónico
que esas latas de cerveza
en las que intento acomodar el alma
mientras tus manos acarician mis palabras.

Estoy convencida que soy una metáfora.



Cecilia Martos

Un poema a la desilusion. Creo que cuando sufrimos esas primeras decepciones ( incluyendo la decepcion personal) se empieza a crecer y a florecer de otro modo. Es un poema desnudo con vestigios inocentes que me ha gustado mucho. Gracias por compartir tu bella obra.

Abrazos,
ERA

Poesía en estado puro. Un disfrute.
Un abrazo.
Pepa

Abel Sal escribió:Me encantó este poema, Cecilia. Creo que solo la sensibilidad de una mujer puede llegar a la reseña de este modo. El lenguaje claro es lo que me lleva a sentir repentinamente el placer de la lectura. Me gusta tu estilo, y por eso me atrevo al comentario...sin intención psicoanalítica alguna. Felicidades.
Un abrazo.
Abel

Gracias Abel, es un lujo tener lectores como tú, mi abrazo grande, amigo.

Cecilia

…quise nombrarte mi héroe
y desde entonces le corté las alas a los inconvenientes.
Especulé siempre con los adjetivos
sobre todo cuando el verbo amar
se anclaba en esa arrogancia tan sutil
que despierta a campo abierto los interrogantes.

No le puse nombre jamás a tu abandono
a pesar de que tenías esa desazón que producen los trenes
cuando al caer la tarde la ciudad se quedaba callada.
La incertidumbre creció conmigo
esgrimiendo metáforas para este tiempo sin ti.
Nos amábamos tanto, qué duda cabe,
lo nuestro era ese idioma puro de porcelana
que hace guiños y el mundo se vuelve estúpido.

Era una ilusa que escribía poemas
mientras la tarde doblaba la esquina
y los recuerdos rodaban
con ese aire a tierra mojada de provincia.
Ahora sé que hace falta la noche, la lluvia,
la distancia y hasta el aullido de un sueño desvelado,
ahora sé por qué los teléfonos no contestan,
por qué la espera se volvió discreta
y el tiempo, el tiempo se volvió un obstáculo.

Ahora sé que todo es un ideal
se vive de la muerte, de la caballerosidad del tiempo,
apenas ayer el amor era un telegrama urgente
y hoy es un correo electrónico;
trataba de escribir un verso
y sólo escribo de las certezas perdidas,
algo me dice que no hay nada más irónico
que esas latas de cerveza
en las que intento acomodar el alma
mientras tus manos acarician mis palabras.

Estoy convencida que soy una metáfora.

Hermoso trabajo, amiga Cecilia, en el que hallo aciertos por doquier.
La primera estrofa abre majestuosamente el poema, y, aunque no es tan dura como las que vendrán, sutilmente nos introduce en los jirones de ese convencimiento metafórico tan bien contado como bien resuelto.
Por cierto, me suena mejor: Estoy convencida “de” que soy una metáfora.

En la segunda estrofa sobresalen, “esa desazón que producen los trenes”, y “ese idioma puro de porcelana que hace guiños y el mundo se vuelve estúpido.”, versos que me parecen con mucha fuerza lírica. Por lo demás, el hipérbaton del verso que abre el grupo versal, quizá fuera susceptible de mejora.

Después, “y los recuerdos rodaban con ese aire a tierra mojada de provincia” o ”y hasta el aullido de un sueño desvelado”, son ejemplos de imágenes bellas y muy bien enfocadas que nos acompañarán, junto a unos versos más pragmáticos, “Ahora sé que todo es un ideal,
se vive de la muerte, de la caballerosidad del tiempo,” y a otros versos muy actuales, "apenas ayer el amor era un telegrama urgente y hoy es un correo electrónico”, todo ello nos llevará en volandas hasta el final de un poema que me parece bien escrito y mejor terminado, en fin, un buen poema.

Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un cordial abrazo.