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Begoña Egüen escribió:
Para refugiarme en tu cuerpo,
necesito más de ti.
Hay un mordisco de luna
en la cintura de lo desconocido.
Allí, donde besa el pliegue de tu mirada.
Esa serpiente de agua, sin malicia,
escarchada en tabúes ignorados y perversos.
¡Ay, amor! La sangre hierve inconsciente
en el laberinto de las horas.
Acechan tantos temores…
que el racimo de uvas
está solo, en el panal de los dioses.
Te quedo agradecida estimado amigo por estampar tan /generoso, comentario/.Ramón Carballal escribió:Un bello poema de amor con imágenes sugerentes y originales. Un abrazo.
Estimado y admirado amigo: es ---reconfortante-- recibir tus apreciados comentarios... que brotan de tu /generosidad/. Te quedo en sumo agradecida.lazaro Habana escribió:Begoña Egüen escribió:
Para refugiarme en tu cuerpo,
necesito más de ti.
Hay un mordisco de luna
en la cintura de lo desconocido.
Allí, donde besa el pliegue de tu mirada.
Esa serpiente de agua, sin malicia,
escarchada en tabúes ignorados y perversos.
¡Ay, amor! La sangre hierve inconsciente
en el laberinto de las horas.
Acechan tantos temores…
que el racimo de uvas
está solo, en el panal de los dioses.
Tiempo sin leerte y te apareces con este poema...
donde la cierta incertidumbre de alguién que nos hace falta se dibuja
con su miedo
Muy bueno Bego
abrazos
lázaro
Muy agradecida te quedo estimado amigo por haber tenido la deferencia de leerme y comentarme.Guillermo Cuesta escribió:Profunda mirada para encontrar la satisfación cuando el amor se atreve.
Un abrazo
Guillermo
Begoña Egüen escribió:
Para refugiarme en tu cuerpo,
necesito más de ti.
Hay un mordisco de luna
en la cintura de lo desconocido.
Allí, donde besa el pliegue de tu mirada.
Esa serpiente de agua, sin malicia,
escarchada en tabúes ignorados y perversos.
¡Ay, amor! La sangre hierve inconsciente
en el laberinto de las horas.
Acechan tantos temores…
que el racimo de uvas
está solo, en el panal de los dioses.
Apreciado amigo:J. J. M. Ferreiro escribió:Hay un mordisco de luna
en la cintura de lo desconocido.
Allí, donde besa el pliegue de tu mirada.
Magnífico, amiga Begoña, esta "estética dulce" del dolor de amor. Cada uno de los versos, son eso, pellizcos o delicadas mordeduras de la palabra poética.
Bicos
E. R. Aristy escribió:Begoña Egüen escribió:
Para refugiarme en tu cuerpo,
necesito más de ti.
Hay un mordisco de luna
en la cintura de lo desconocido.
Allí, donde besa el pliegue de tu mirada.
Esa serpiente de agua, sin malicia,
escarchada en tabúes ignorados y perversos.
¡Ay, amor! La sangre hierve inconsciente
en el laberinto de las horas.
Acechan tantos temores…
que el racimo de uvas
está solo, en el panal de los dioses.
Bellas y originales imagenes Begoña, un placer leerte.
Abrazos,
ERA
Estimado amigo:Mario Martínez escribió:Hola Begoña.
Bellas imágenes para un poema romántico y profundamente delicado. Un placer. Abrazos.
Mario.