El poeta tiene que ir a la escuela

Aquí tendrán cabida discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario: técnica, oficio, valores poéticos, etc.
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Rafel Calle
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El poeta tiene que ir a la escuela

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Es curioso, seis años atrás, al poco de escribir poemas, tuve la sensación de que la paupérrima aceptación de la poesía por parte de los consumidores del lenguaje escrito, o sea, de la inmensa mayoría de habitantes del mundo civilizado, era debida a que los hacedores de ese lenguaje escrito, en concreto del lenguaje poético, no ya que no se prestaran a una transmisión ideal, sino que, no eran capaces de posicionarse siquiera medianamente entre los gustos de los lectores, debido a un error conceptual en el planteamiento de la obra.

Veamos, el lenguaje es ritmo, luego, me pregunto ¿por qué la forma más rítmica del lenguaje, es decir, el poema, tiene tan poca aceptación entre las personas que leen textos -periódicos, revistas, ensayos, novelas, biografías, tebeos, publicidad, manifiestos, leyes, contratos…-, cada uno de los días de su vida?
La respuesta que propongo, hoy en día, no puede ser otra que lo erróneo del planteamiento conceptual del que partimos los poetas.

A día de hoy, la lectura tiene tres funciones primordiales: enseñar, noticiar y entretener. Leer puede significar información y, también, el tiempo que dedicamos a nuestro ocio.

¿La poesía tiene su espacio en la noticia? No. ¿La poesía puede posicionarse como una alternativa docente capaz de competir con un texto explicativo? No.
Entonces, ¿dónde podríamos colocar la poesía? Obviamente, a nuestra amada poesía solo le queda la función del entretenimiento. Lo malo es que la inmensa mayoría de poemas, de la inmensa mayoría de autores, son más aburridos que una vida sin lectura.

La poesía nació como entretenimiento, como un espectáculo, como una forma de expresión que se recuerda, se queda en nuestra mente a la espera de ser recitada a la menor ocasión, porque es vital, asimilable, coincide, tiene que hacerlo, con la vida misma.

Lo queramos o no, la poesía es transmisión esencializada. En poesía, para transmitir, tenemos que engañar a los cerebros, tanto al nuestro, cuanto al del lector, porque el cerebro se niega a ser enseñado. Hay un componente intuitivo que es el natural en el cerebro. Lo que pasa es que la intuición no es más que el producto de la información que almacenamos, facturada prácticamente al instante. Al buscar extraer lo esencial, el componente intuitivo es muy importante, pero no es infalible, se equivoca mucho. Quiero decir que si el lenguaje no se entiende, perderá su razón de ser, por ello, una vez creado, palabra, verso, poema..., puede necesitar revisiones.
Bueno, en ese punto no me extenderé, mejor hablamos de poesía. La escritura es instantánea, pero es producto de lo que sabemos y, por supuesto, de lo que ignoramos.

En fin, hablando de poetas, me he dado cuenta de que la mayoría no tienen claro el basamento del poema. Por un lado, la razón de ser leído; leer poemas tiene que ser placentero. Por otra parte, el poema es una obra literaria de orfebrería rítmica. El ritmo se aprende. La Literatura, también.

Lo malo de todo esto es que, entre los poetas, falta cultura de estudio de su arte, el arte de escribir poemas.

Llega un catedrático de literatura y te dice que no tiene que haber reglas, el verso tiene que ser libre y bla, bla, bla. Claro, en este punto, la confusión es grande.

Luego, los poetas declaran que la poesía es algo mágico, inenarrable, algo que está más allá de las entendederas de un lector del tipo medio, ese que lee cuando se lo permiten sus múltiples quehaceres, pero al que le encanta la lectura.

No se sabe muy bien por qué, la cuestión es que la poesía se declara patrimonio de los elegidos. La poesía no se tiene que entender, está muy por encima de eso. Conclusión de poetas y críticos: La poesía significa emoción, no hay que entenderla, hay que amarla. Por lo tanto, es una cuestión de fe (mala cosa tener que creer sin entender, hoy en día, la gente no traga por ahí).

Conclusión de los lectores (esos pequeños desechados que son todos los lectores, salvo un minúsculo núcleo que forman los propios poetas): La poesía no es para nosotros, aunque puede ser una religión para los poetas.

Los poetas se convierten en una especie de elegidos, divinidades. Salen poetas como churros. La gente empieza a escribir como le sale de las narices. De esta manera, de una poesía cerrada en formas monométricas rimadas, pasamos a una poesía en la que vale todo. Más aún, el poeta escribe y el lector se queda en albis, pero eso no tiene importancia ya que la poesía está por encima de todo, incluso de la palabra.

Otra conclusión, esta vez de mi parte: Si no se aprenden las bases del poema, cada día iremos de mal en peor.
Efectivamente, hay un tipo de poesía que puede llegar al lector medio, que es el más numeroso: poesía bien estructurada, tanto en el fondo como en la forma.
Los poetas tienen que estudiar. Nos hace mucha falta.

Conclusión final: Los poetas somos los únicos culpables de que la poesía, a día de hoy, tenga tan poca aceptación. No es la poesía lo que no gusta. Lo que no gusta es nuestra poesía.
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Ramón Ataz
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re: El poeta tiene que ir a la escuela

Mensaje sin leer por Ramón Ataz »

Es muy interesante el texto que nos brindas, Rafael. Al preguntarse por qué la poesía es tan poco leída vas al meollo de la propia función poética. ¿Para qué sirve la poesía?. Releeré tu propuesta para estructurar mejor mi propio pensamiento, pero dejo aquí un par de apuntes que se me ocurren.

En primer lugar, cuando dices que la poesía solo puede entrar al lector con una finalidad de "entretenimiento", estoy bastante de acuerdo, si bien ese entretenimiento no es equiparable al que pretenden la novela o el cine de género, o la propia música, manifestaciones artísticas que creo comparten con la poesía ese mismo espacio. Creo que la poesía puede "entretener" mediante el deleite estético, al igual que le ocurre a las artes plásticas, la escultura o la pintura.

Además, creo que la poesía, la buena poesía, cumple una función en el terreno del pensamiento que trasciende más que el entretenimiento. Me refiero a su capacidad para sintetizar ideas, para atrapar una idea y formularla en un verso perfecto. Entonces la poesía se convierte en cita, que sive de apoyo a filósofos, a científicos o a la persona común. Es una función sutil, pero probablemente es la que hace intemporal un poema.

En cuanto a la poca afición a la poesía entre el lector medio, creo que la culpa no es solo de los poetas. Siempre he tenido la impresión de que la poesía es el género literaio que peor se enseña en el sistema educativo. Se obliga a niños a aprender poemas de memoria, se intenta que los "entiendan" como si fueran textos que hubiera que traducir. Todavía recuerdo a un profesor que tuve, que cada vez que leíamos un poema en clase comenzaba una ronda entre los alumnos para que fueramos "explicando" qué quería decir el poeta en cada uno de los versos. Naturalmente, la experiencia era incómoda y absurda. A mi hija le siguen poniendo ejercicios de ese tipo.

Si en la escuela no se enseña a leer poesía correctamente, lo más normal es que los niños crezcan pensando que ésta es una especie de lenguaje inalcanzable a la comprensión racional, y la dejen de lado, puesto que, en mi opinión, la poesía no se mueve en el terreno del pensamiento racional, lógico, sino en el terreno emocional, al igual que la música y otras manifestaciones artísticas.

Decía Becqer que todo el mundo siente, pero que solo algunos son capaces de atrapar el sentimiento y expresarlo posteriormente en forma de poesía. Igualmente, todas las personas que tengan ojos sanos pueden ver lo que les rodea, pero no todos son capaces de capturar lo esencial y plasmarlo en un cuadro.

Por otra parte, creo que siempre ha habido una poesía popular, y todavía hoy existe. Está en las letras de las canciones que la gente canturrea y aprende de memoria, y en las coplas populares que se recitan en las fiestas de los pueblos y las ciudades. Es una poesía que muchas veces no tiene demasiada calidad literaria, pero que a la gente le gusta escuchar y aprender. En Murcia, los caramelos de la Semana Santa llevan pequeñas coplas impresas en el envoltorio, y todo el mundo las lee y se divierte con ellas. Eso también es poesía, seguramente esa poesía está mucho más cerca de la que originariamente practicaban los juglares, los trovadores y los vates que iban de pueblo en pueblo recitando y creando alboroto.

Y también ha habido siempre, al menos desde la república romana, una poesía "literaria", escrita para élites poéticas o culturales. Los poetas que escribían esos versos preciosistas con vocación de trascendencia, solo si eran muy buenos y tenían la fortuna de sobrevivir a su propio tiempo, se instalaban en la cultura que la sociedad transmite de generación en generación. Esa poesía será leída aunque solo sea porque se enseña en los colegios e institutos.

Y también ha habido poesía de altura literaria que además consigue hacerse popular, ser leída en su propia época por muchos lectores. Hay momentos históricos en los que todo está aparentemente tranquilo. Los poetas o los pintores están en sus cosas. Escriben o pintan comprometidos solo consigo mismos. Parece que la sociedad no los necesita. Son leídos por pequeños grupos aficionados. Comienza una guerra civil y uno de esos poetas se siente comprometido con la realidad que le rodea y escribe eso de "vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran". Esos versos, misteriosamente, en muy poco tiempo son recitados por muchísimas personas que en ocasiones no saben a ciencia cierta quién los ha escrito. Se incorporan a la cultura popular.

En fin, Rafael. Creo que la poesía no estrictamente popular, nunca ha tenido demasiado éxito entre sus contemporáneos. Es cierto que hoy en día ha quedado mucho más reducida a círculos que se nutren solo de los propios poetas, pero también es cierto que estamos en una época en la que los entretenimientos son cada vez más pasivos y menos exigentes. La televisión, el cine, ofrece entretenimientos culturales rápidos de consumir, y quizá la poesía, por mucho que tenga en cuenta los gustos de los posibles lectores, por mucho que se esfuerce en ser entendida, tenga pocas oportunidades de abrirse paso en un mundo en el que los entretenimientos que exigen reposo, serenidad y detenimiento son cada vez menos frecuentes.

Por lo demás, comparto totalmente lo que dices en relación con la necesidad de que el poeta conozca la unidad fundamental del arte que intenta practicar, es decir, el verso. Los que intentamos escribir poesía no deberíamos olvidar la idea de Becquer que antes he traído a colación. Para hacer poesía no basta solo con sentir. A fin de cuentas, todo el mundo siente.

Disculpa por el desorden de mis ideas y por alejarme en ocasiones del tema que planteas, pero lo que aquí digo es lo que me ha sugerido tu interesante texto.

Un abrazo.
Antonio Soto
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re: El poeta tiene que ir a la escuela

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Rafel Calle
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Re: re: El poeta tiene que ir a la escuela

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Es muy interesante el texto que nos brindas, Rafael. Al preguntarse por qué la poesía es tan poco leída vas al meollo de la propia función poética. ¿Para qué sirve la poesía?. Releeré tu propuesta para estructurar mejor mi propio pensamiento, pero dejo aquí un par de apuntes que se me ocurren.
Muchas gracias, estimado Ramón, te agradezco que hayas leído este pequeño texto. Tus contestaciones me parecen de todo punto acertadas. Tu opinión, en líneas generales, coincide con la de Ferreiro.

En primer lugar, cuando dices que la poesía solo puede entrar al lector con una finalidad de "entretenimiento", estoy bastante de acuerdo, si bien ese entretenimiento no es equiparable al que pretenden la novela o el cine de género, o la propia música, manifestaciones artísticas que creo comparten con la poesía ese mismo espacio. Creo que la poesía puede "entretener" mediante el deleite estético, al igual que le ocurre a las artes plásticas, la escultura o la pintura.
Cuando disponemos del tiempo suficiente, nos dedicamos a aquello que nos produce sensaciones placenteras. Ver una película, observar un objeto, escuchar música o una charla, reflexionar, practicar deporte y tantas otras disciplinas y actividades que conforman el mundo del ocio. Sin embargo, la lectura quizá sea la forma de esparcimiento que tenga más consumidores. Cada día se publican grandes cantidades de periódicos, cada semana muchísimas revistas, a cada momento, volúmenes y volúmenes de libros. ¿Para qué compramos tanta lectura? Para entretenernos, incluso, muchos de nosotros, sin importar el nivel cultural, somos adictos a la lectura. Cada cual a la suya. Hablando de poesía, el problema es que el lector selecciona mucho, porque tiene mucho en donde escoger.
Bien, yo reivindico un sitio para la poesía.
Dejando a un lado el manido tópico según el cual la poesía es minoritaria por naturaleza, creo firmemente que la poesía puede tener, tiene ya, ha tenido siempre, una legión de seguidores que solo esperan recibir una obra que despierte su interés. Una obra, básicamente, interesante.
En cuanto a lo del deleite estético que dices, no sé, es posible que tengas razón, pero no olvidemos que la palabra es muy superior a cualquier manifestación estética, la palabra es insuperablemente exacta, ha nacido para transmitir. En lo de la estética, de acuerdo, pero no puede ser lo más descollante de una obra a base de palabras. O eso creo.


Además, creo que la poesía, la buena poesía, cumple una función en el terreno del pensamiento que trasciende más que el entretenimiento. Me refiero a su capacidad para sintetizar ideas, para atrapar una idea y formularla en un verso perfecto. Entonces la poesía se convierte en cita, que sive de apoyo a filósofos, a científicos o a la persona común. Es una función sutil, pero probablemente es la que hace intemporal un poema.
Bien, de acuerdo. Es posible que sea como dices, suena bien, a mí no me desagradaría.

En cuanto a la poca afición a la poesía entre el lector medio, creo que la culpa no es solo de los poetas. Siempre he tenido la impresión de que la poesía es el género literaio que peor se enseña en el sistema educativo. Se obliga a niños a aprender poemas de memoria, se intenta que los "entiendan" como si fueran textos que hubiera que traducir. Todavía recuerdo a un profesor que tuve, que cada vez que leíamos un poema en clase comenzaba una ronda entre los alumnos para que fueramos "explicando" qué quería decir el poeta en cada uno de los versos. Naturalmente, la experiencia era incómoda y absurda. A mi hija le siguen poniendo ejercicios de ese tipo.
Si en la escuela no se enseña a leer poesía correctamente, lo más normal es que los niños crezcan pensando que ésta es una especie de lenguaje inalcanzable a la comprensión racional, y la dejen de lado, puesto que, en mi opinión, la poesía no se mueve en el terreno del pensamiento racional, lógico, sino en el terreno emocional, al igual que la música y otras manifestaciones artísticas.
Decía Becqer que todo el mundo siente, pero que solo algunos son capaces de atrapar el sentimiento y expresarlo posteriormente en forma de poesía. Igualmente, todas las personas que tengan ojos sanos pueden ver lo que les rodea, pero no todos son capaces de capturar lo esencial y plasmarlo en un cuadro.
Absolutamente de acuerdo. Además, me gusta mucho lo que dices.


Por otra parte, creo que siempre ha habido una poesía popular, y todavía hoy existe. Está en las letras de las canciones que la gente canturrea y aprende de memoria, y en las coplas populares que se recitan en las fiestas de los pueblos y las ciudades. Es una poesía que muchas veces no tiene demasiada calidad literaria, pero que a la gente le gusta escuchar y aprender. En Murcia, los caramelos de la Semana Santa llevan pequeñas coplas impresas en el envoltorio, y todo el mundo las lee y se divierte con ellas. Eso también es poesía, seguramente esa poesía está mucho más cerca de la que originariamente practicaban los juglares, los trovadores y los vates que iban de pueblo en pueblo recitando y creando alboroto.
Y también ha habido siempre, al menos desde la república romana, una poesía "literaria", escrita para élites poéticas o culturales. Los poetas que escribían esos versos preciosistas con vocación de trascendencia, solo si eran muy buenos y tenían la fortuna de sobrevivir a su propio tiempo, se instalaban en la cultura que la sociedad transmite de generación en generación. Esa poesía será leída aunque solo sea porque se enseña en los colegios e institutos.
Y también ha habido poesía de altura literaria que además consigue hacerse popular, ser leída en su propia época por muchos lectores. Hay momentos históricos en los que todo está aparentemente tranquilo. Los poetas o los pintores están en sus cosas. Escriben o pintan comprometidos solo consigo mismos. Parece que la sociedad no los necesita. Son leídos por pequeños grupos aficionados. Comienza una guerra civil y uno de esos poetas se siente comprometido con la realidad que le rodea y escribe eso de "vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran". Esos versos, misteriosamente, en muy poco tiempo son recitados por muchísimas personas que en ocasiones no saben a ciencia cierta quién los ha escrito. Se incorporan a la cultura popular.

En fin, Rafael. Creo que la poesía no estrictamente popular, nunca ha tenido demasiado éxito entre sus contemporáneos. Es cierto que hoy en día ha quedado mucho más reducida a círculos que se nutren solo de los propios poetas, pero también es cierto que estamos en una época en la que los entretenimientos son cada vez más pasivos y menos exigentes. La televisión, el cine, ofrece entretenimientos culturales rápidos de consumir, y quizá la poesía, por mucho que tenga en cuenta los gustos de los posibles lectores, por mucho que se esfuerce en ser entendida, tenga pocas oportunidades de abrirse paso en un mundo en el que los entretenimientos que exigen reposo, serenidad y detenimiento son cada vez menos frecuentes.

Por lo demás, comparto totalmente lo que dices en relación con la necesidad de que el poeta conozca la unidad fundamental del arte que intenta practicar, es decir, el verso. Los que intentamos escribir poesía no deberíamos olvidar la idea de Becquer que antes he traído a colación. Para hacer poesía no basta solo con sentir. A fin de cuentas, todo el mundo siente.

Disculpa por el desorden de mis ideas y por alejarme en ocasiones del tema que planteas, pero lo que aquí digo es lo que me ha sugerido tu interesante texto.
Un abrazo.
No creo en poesía popular, poesía culta, poesía esto, poesía lo otro. Creo que hay 5 tipos de poesía: muy buena, buena, digna, de aficionado, y quizá alguna poesía merezca el título de deplorable, pero ahora no lo voy a decir, ahí tengo dudas.
En fin, ha sido un placer; interesante coloquio, compañero. Vuelvo al principio para recordarte que algunos de nosotros podríamos hacer cosas interesantes aportando nuestro granito de arena en pro de reivindicar un sitio para el mundo del verso de hoy en día. Juraría que hay unos cuantos en Alaire que podrían aportar mucho en esa reivindicación. Porque, claro, lo primero que hay que hacer es facturar una obra a la altura de las cotas de interés que se quieran conseguir.
Un cordial abrazo.
Alba Viñals
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Mensaje sin leer por Alba Viñals »

Rafa, curiosa, pero genial manera de ver vuestro mundo. Me gusta tu planteamiento y desde luego en Alaire podéis hacer cosas importantes. Por lo visto, sois un grupo de poetas con ilusión que cuentan con seguidores. Pinta bien.
Besos.
Sementera de tu paz
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Rafel Calle
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Re: re: El poeta tiene que ir a la escuela

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Antonio Soto escribió:[RIGHT]En el principio todo era oscuro
y la poesía
el dolor más antiguo del mundo.[/RIGHT]Inmerso aún en los ardores frenéticos de la adolescencia, pugnando denodadamente por entenderme y por entender el mundo, cayó en mis manos un escrito, que no recuerdo ahora si era un poema o un texto de otra categoría, en el cual estaba inscrita la frase que invoco como epígrafe de este comentario. Como has de suponer, en el acto quedó grabada en mi memoria y me ha acompañado desde entonces, saltando al primer plano de mi mente cada vez que pienso en la poesía.

La razón quizá pueda parecer muy obvia: mi ser todo, en ese momento de su existencia, se identificaba con el dolor, con la incómoda melancolía que lo anegaba.

Por sincronía, o elección inconsciente, he encontrado desde entonces la mayor profundidad y belleza en las manifestaciones estéticas, llámese música, pintura, danza, teatro, cine, escultura o literatura, que encuentran en los dolores humanos el motivo de su realización. Creo que esto es, en principio, en razón de un elemento de identidad que caracteriza a los artistas y a las auténticos amantes del arte: el exacerbado desarrollo de su sensibilidad. Lo cual nos lleva, a unos y a otros, a vivenciar y concebir el dolor humano como una paradoja irresoluble de la existencia: el dolor es indesligable de la perfección humana. Nos remite a un anhelo de trascendencia y eternidad que se ve abruptamente denegado por la muerte. Una lucha frontal de Eros, que Thanatos tiene ganada de antemano. Más que melancolía, nostalgia anticipada: un grito de rebeldía ahogado por el llanto.

Creo, en virtud de lo anterior, que esta nostalgia, consciente o inconscientemente, es la fuerza motriz de la creación estética.

Quizá por eso no se llama sensible a la persona alegre, iracunda o serena. A tal grado se identifica como sensible a quien se deja llevar por el dolor o el sufrimiento, por la angustia o la ansiedad, por la nostalgia o la melancolía, que en el habla cotidiana el concepto ha llegado a adquirir un sentido de sinonimia con estos estados del alma. Estoy convencido de que esto se debe, en gran medida, a la razón antes expuesta. La percepción del vulgo es que el artista es un eterno y experimentado sufridor, un ser sensible por antonomasia.

Entre los artistas, no me refiero con esta categoría a los explotadores del arte, los poetas parece que tenemos una particular desventaja. Al sustentar nuestras elaboraciones psicosomáticas en el universal lenguaje de las masas: el lenguaje alfafonético, somos menos sublimes. Nuestros objetos literarios son mucho más cercanos a la percepción racional. Y en un mundo signado por el dolor, cercado día a día por la angustia existencial en la lucha por la supervivencia, ¿a quién puede agradar que le ubiquen esta condición en el primer plano de la conciencia? Estoy seguro que sólo a aquéllos que han alcanzado un alto grado de desarrollo del juicio crítico.

Quizá si nuestros objetos literarios tuvieran un desarrollo y resolución melodrámatica, podrían ubicarse cómodamente en el gusto pervertido de las masas, y llegar a ser, por tanto, pasto de la codicia del mercantilismo editorial, como lo son ya la literatura vulgar y la lírica vulgar que campea victoriosa en las aguas fangosas de la industria discográfica.

No. Yo me niego rotundamente a escuchar el canto de las sirenas, me niego categóricamente a cambiar mi primogenitura por un plato de lentejas.

Creo que tu planteamiento resulta peligroso. Los poetas tenemos la obligación ética y ontológica de mantener en alto la antorcha prometéica, sin importar que eso signifique quedar eternamente encadenados al Caucaso mítico, a merced siempre de que nuestras entrañas sean servidas, por el Olimpo de la fatalidad, como alimento para los buitres del dolor más genuino y profundo de la triste y trágica condición humana.
"Hubo un principio de luz
y la poesía
el placer más hermoso del mundo"

Muchas gracias, amigo Antonio, te agradezco que hayas expuesto tus opiniones que no por alejadas de las mías, debo dejar de tener en cuenta.
Dolor, placer, tristeza, alegría, qué más da si el resultado conlleva una suma, un aporte considerable.
En cuanto a lo que dices de la peligrosidad de mi planteamiento, quizá tengas razón, siempre ha sido bastante temerario. Dicen que la ignorancia es osada, pero, por eso mismo, no puede ser estar en una cárcel y con miedo.
Un cordial abrazo.
Antonio Soto
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re: El poeta tiene que ir a la escuela

Mensaje sin leer por Antonio Soto »

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Gabriel Socías
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Mensaje sin leer por Gabriel Socías »

Rafel, no me queda claro lo que quiere decir. Creo que inicia cuestiones que luego no acaba. Mis respetos por sus conceptos, poeta.
Con un saludo cordial.
E. R. Aristy
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re: El poeta tiene que ir a la escuela

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Leave no stone unturned.

EURIPEDES


Ante todo reciban mi repeto por traer a colación el tema de tratar de definir qué es y qué no es poesia.

El Arte y su significado quizá no llegan cogidos de la mano a la galería. Y lo que es más, cuando el artista, sumido en su trance suelta su obra, desde ese momento la piraña del engranaje de la crítica lo va a devorar ( si es que se presuma que realmente lo han leído).
Sólo si una obra se comprueba ser de innegable esencia (aparte de haber sido parida por un excéntrico cuya técnica sea impecable o nueva) , pero por sobretodo, uno que influencia a las corrientes artísitcas ( causa la mímica de sus contemporáneos), habiendo reúnido estas pautas,sólo así se cataloga a un artista y a su obra. No obstante, el dinamo generador y prevalesciente es la inventiva original del artista que en esencia crea una nueva expresión.

Lo primero que se hizo evidente para mi al ir leyendo a Rafel fue la necesidad fundamental de la técnica . Creo entender a Antonio también en cuanto que cuando hablamos de la poesía como si fuera una formula de laboratorio donde vamos a reproducir el mismo resultado irrefutable, el mismo placer de los sentidos,esto sería como decir que la estética trata con la belleza superflua de las cosas sin considerar lo horrible y desproporcionado de la experiencia humana. Además de ser demérito
tanto para el lector (receptor) como para el artista y sus correspondientes mundos interiores. La estética no es una decoración ni una condecoración,como dice Rafel, hay que trabajar en ella con gran ahínco, creo que todo quien se adentre a cualquiera de las artes, aún siendo un "maestro", experimenta esa lucha por transmitir lo que piensa y siente.

Pero es cierto, cuando leemos un poema nos sabe o no a poesía.
Pero si nos sabe a mierda, o a carne frita, ¿sigue llamándose poesia?
- LOL-
Grandes pensadores han aportado a las teorías de la Estética , y la separan sólo a unos pasos de las otras ramas de la Filosofía ( quizá porque en realidad estamos tratando con la percepción sensorial en general).


"Para discernir si algo es bello o no, referimos la representación, no por el entendimiento al objeto con vistas al conocimiento, sino por la imaginación (tal vez unida al entendimiento) al sujeto y al sentimiento de agrado o desagrado experimentado por éste".

Immanuel Kant

Un mismo poeta (artista) hace muchas maromas intelectuales, emocionales y conceptuales desde la initimidad de sus realidades. Creo que a eso le llaman” encontrar su propia voz”,el gran hallazgo de creaar nuestro propio léxico y estilo.


Los patrones clásicos como el soneto son un arte de reglas métricas, ritmos y pausas pero algunos descubrímos tarde y ya no nos importa, que son también parte de los versos libres. No todo poeta puede o quiere entrar a bailar en ese baile de salón, y tiran a un lado el estilismo como tiró Isadora Dunkin sus zapatillas… ¿el resultado?,¡ la danza moderna!


Muchos nos enamoramos de la poesía por razones superfluas. Otros no sabemos qué rayo es lo que nos hace sentarnos a escribir intentando disertar sobrela ilógica de los absurdos que nos ocurren. La poesía es un discernimiento empático y apático sobre las vivencias por las que atravesamos. Es un arreglo enteramente subjetivo intentando dar orden de comprensión a los maremotos emocionales internos, y a la vez, es una reacción al teatro que nos rodea. El artista peca de ser un narcisita empedernido y es él quien sale a, quizá inicialmente, y dependiendo del su verdadera relación con el público, el artista sale a (como dice Rafael) a entretenernos….pero también es él que sale al escenario a cantarnos cuatro verdades (que son propias, pero que son mortificaciones y pasiones secretas de aquél público anónimo).


Por otro lado, estámos los locos. Los que nos aislamos de las ferias y los paraísos infernales de las artes y sin embargo vemos que hay gran funcionalidad en las artes más alla de la pompa y los aires de su palacio. Vemos el arte como una herramienta práctica y pacífica para lidiar con las presiones de nuestros tiempos. Vemos a la poesía como un ejercicio subjetivo, un trance que no se puede estudiar. La esencia del arte es autodidáctica. Un descubrimiento espiritual y afincado en la intencionalidad del artista. ¿Qué nos trata de comunicar? Y, ¿ qué tan bien lo consigue?¿ Qué evoca y provoca? Con estas y otras preguntas el lector puede encontrar que la poesía y las artes en general abarcan a la Estética y a la antiestética por igual para realmente lograr un contacto con el receptor (el lector), o inclusive para que reciba el rechazo del artista ( en casos discrepaciones culturales e ideológicas, por ejemplo). No creo que las artes sean para armonizar y unirnos ni moralizarnos.


Pero, ¿qué directrices se le puede ofrecer a quien siente el flechazo de la poesía? Comparto aquí unas citas memorables de algunos escritores que sobrevivieron al escudriño de su época.


Atentamente,
E. R. Aristy

La poesía es más profunda y filosófica que la historia.
Aristóteles

No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
Oscar Wilde

Si cerca de la biblioteca tenéis un jardín ya no os faltará de nada.
Marco Tulio Cicerón

Los malos libros provocan malas costumbres y las malas costumbres provocan buenos libros.
Descartes

El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar.
Gabriel García Márquez

Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído.
Jorge Luis Borges

No se es escritor por haber elegido decir ciertas cosas, sino por la forma en que se digan.

Jean Paul Sartre

La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.
Federico García Lorca

La poesía debe ser un poco seca para que arda bien, y de este modo iluminarnos y calentarnos.
Octavio Paz.
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E. R. Aristy
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Re: re: El poeta tiene que ir a la escuela

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Antonio Soto escribió:Exponer, como bien sabes estimado Rafel Calle, es exponerse; pero la antítesis no es, ni tiene por qué ser, equipolente a la hoguera medioeval o equivalente al grillete conceptual del pensamiento único. El uso de la palabra lleva implicita la responsabilidad de sus efectos y, desde luego, de sus apegos y desapegos. En este sentido, cada cual carga en la espalda su costal propio. Pero la contradicción busca resolverse en la síntesis, que es lo único que puede acercarnos a la luz y al tibio consuelo del consenso y de la verdad, los cuales nos eluden cuando los opuestos se instalan en atagónismo radicales y se paran a contemplarse en el abismo de su propia imagen, lo cual ocurre con fecuencia, porque, en el fondo, como afirma el autor del Eclesiastés, todo es vanidad: el eco vacío del vacío eco de la intrascendencia, en las escarpadas cumbres del infinito y la eternidad. Lo cual no significa que para nosotros, simples emanaciones de la esencia o complejos resplandores de la concreción, esté despojado de propósito. Nos da sentido, aunque este sentido no pase de ser más que ilusión, y nos alegra en la hermandad de nuestra insignificancia. Acerquémonos, pues, en nuestra diminuta pequeñez, juntando antorcha a antorcha, para avanzar unidos en la oscuridad de las tinieblas. Algo de provecho, quizá, nos quede en el camino.

Mi respeto y afecto para tí, siempre, y para todos los usuariios



Que no se apague nunca la antorcha de tu fe, Agni. Sic transit gloria mundi. Te quiero amigo poeta.
ERA
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Re: re: El poeta tiene que ir a la escuela

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Juan Fionello escribió:Es muy interesante el texto que nos brindas, Rafael. Al preguntarse por qué la poesía es tan poco leída vas al meollo de la propia función poética. ¿Para qué sirve la poesía?. Releeré tu propuesta para estructurar mejor mi propio pensamiento, pero dejo aquí un par de apuntes que se me ocurren.

En primer lugar, cuando dices que la poesía solo puede entrar al lector con una finalidad de "entretenimiento", estoy bastante de acuerdo, si bien ese entretenimiento no es equiparable al que pretenden la novela o el cine de género, o la propia música, manifestaciones artísticas que creo comparten con la poesía ese mismo espacio. Creo que la poesía puede "entretener" mediante el deleite estético, al igual que le ocurre a las artes plásticas, la escultura o la pintura.

Además, creo que la poesía, la buena poesía, cumple una función en el terreno del pensamiento que trasciende más que el entretenimiento. Me refiero a su capacidad para sintetizar ideas, para atrapar una idea y formularla en un verso perfecto. Entonces la poesía se convierte en cita, que sive de apoyo a filósofos, a científicos o a la persona común. Es una función sutil, pero probablemente es la que hace intemporal un poema.

En cuanto a la poca afición a la poesía entre el lector medio, creo que la culpa no es solo de los poetas. Siempre he tenido la impresión de que la poesía es el género literaio que peor se enseña en el sistema educativo. Se obliga a niños a aprender poemas de memoria, se intenta que los "entiendan" como si fueran textos que hubiera que traducir. Todavía recuerdo a un profesor que tuve, que cada vez que leíamos un poema en clase comenzaba una ronda entre los alumnos para que fueramos "explicando" qué quería decir el poeta en cada uno de los versos. Naturalmente, la experiencia era incómoda y absurda. A mi hija le siguen poniendo ejercicios de ese tipo.

Si en la escuela no se enseña a leer poesía correctamente, lo más normal es que los niños crezcan pensando que ésta es una especie de lenguaje inalcanzable a la comprensión racional, y la dejen de lado, puesto que, en mi opinión, la poesía no se mueve en el terreno del pensamiento racional, lógico, sino en el terreno emocional, al igual que la música y otras manifestaciones artísticas.

Decía Becqer que todo el mundo siente, pero que solo algunos son capaces de atrapar el sentimiento y expresarlo posteriormente en forma de poesía. Igualmente, todas las personas que tengan ojos sanos pueden ver lo que les rodea, pero no todos son capaces de capturar lo esencial y plasmarlo en un cuadro.

Por otra parte, creo que siempre ha habido una poesía popular, y todavía hoy existe. Está en las letras de las canciones que la gente canturrea y aprende de memoria, y en las coplas populares que se recitan en las fiestas de los pueblos y las ciudades. Es una poesía que muchas veces no tiene demasiada calidad literaria, pero que a la gente le gusta escuchar y aprender. En Murcia, los caramelos de la Semana Santa llevan pequeñas coplas impresas en el envoltorio, y todo el mundo las lee y se divierte con ellas. Eso también es poesía, seguramente esa poesía está mucho más cerca de la que originariamente practicaban los juglares, los trovadores y los vates que iban de pueblo en pueblo recitando y creando alboroto.

Y también ha habido siempre, al menos desde la república romana, una poesía "literaria", escrita para élites poéticas o culturales. Los poetas que escribían esos versos preciosistas con vocación de trascendencia, solo si eran muy buenos y tenían la fortuna de sobrevivir a su propio tiempo, se instalaban en la cultura que la sociedad transmite de generación en generación. Esa poesía será leída aunque solo sea porque se enseña en los colegios e institutos.

Y también ha habido poesía de altura literaria que además consigue hacerse popular, ser leída en su propia época por muchos lectores. Hay momentos históricos en los que todo está aparentemente tranquilo. Los poetas o los pintores están en sus cosas. Escriben o pintan comprometidos solo consigo mismos. Parece que la sociedad no los necesita. Son leídos por pequeños grupos aficionados. Comienza una guerra civil y uno de esos poetas se siente comprometido con la realidad que le rodea y escribe eso de "vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran". Esos versos, misteriosamente, en muy poco tiempo son recitados por muchísimas personas que en ocasiones no saben a ciencia cierta quién los ha escrito. Se incorporan a la cultura popular.

En fin, Rafael. Creo que la poesía no estrictamente popular, nunca ha tenido demasiado éxito entre sus contemporáneos. Es cierto que hoy en día ha quedado mucho más reducida a círculos que se nutren solo de los propios poetas, pero también es cierto que estamos en una época en la que los entretenimientos son cada vez más pasivos y menos exigentes. La televisión, el cine, ofrece entretenimientos culturales rápidos de consumir, y quizá la poesía, por mucho que tenga en cuenta los gustos de los posibles lectores, por mucho que se esfuerce en ser entendida, tenga pocas oportunidades de abrirse paso en un mundo en el que los entretenimientos que exigen reposo, serenidad y detenimiento son cada vez menos frecuentes.

Por lo demás, comparto totalmente lo que dices en relación con la necesidad de que el poeta conozca la unidad fundamental del arte que intenta practicar, es decir, el verso. Los que intentamos escribir poesía no deberíamos olvidar la idea de Becquer que antes he traído a colación. Para hacer poesía no basta solo con sentir. A fin de cuentas, todo el mundo siente.

Disculpa por el desorden de mis ideas y por alejarme en ocasiones del tema que planteas, pero lo que aquí digo es lo que me ha sugerido tu interesante texto.

Un abrazo.


Ramon,

En mi familia hay varios poetas. Pero en mi vida entera y ya tengo 54, la mayoria de gente que conozco no le interesa la poesia. Uno que otro poema se aprende de memoria en las escuelas o se recita para el dia de las madres. Segun mi experiencia la poesia se presenta en actos especiales. El poeta es ese pajaro azul.

Sin embargo en esta ultima decada, en el internet, la poesia, en lo que he observado, se ha popularizado. Quiza se deba a lo facil que es publicar por este medio. Eso me alegra porque la persona promedio expresa el deseo de cultivar este bello arte.

Abrazos,
ERA
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Rafel Calle
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Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Rafa, curiosa, pero genial manera de ver vuestro mundo. Me gusta tu planteamiento y desde luego en Alaire podéis hacer cosas importantes. Por lo visto, sois un grupo de poetas con ilusión que cuentan con seguidores. Pinta bien.
Besos
..................................................................................................
Muchas gracias, querida amiga Alba, te agradezco que hayas dejado tus impresiones sobre el interesante diálogo que se ha producido en este posteo.
No sé qué decirte, mi planteamiento quiere conducir la cuestión de la poesía por derroteros más claros. Hay mucha confusión, y me refiero al ámbito profesional de la literatura, en el significado de los términos que han acuñado los diferentes intentos de innovación en el mundo del poema.

Me parece mentira leer ensayos, análisis, estudios, de las obras de grandes poetas y encontrarme con acepciones erróneas que, por eso mismo, colocan los conceptos en un lugar equivocado. Bien, se podría disculpar, (esos acuñamientos se produjeron en el siglo pasado) si pensamos que hoy en día tenemos acceso a toda clase de información con tan solo pulsar una tecla.

Lo bueno de todo esto es que ahora tenemos la mente abierta a toda clase de innovaciones; al margen de que falte clarificar los conceptos, a día de hoy, hay una gran predisposición a las nuevas formas.

Dejando a un lado los tecnicismos, pero sin olvidar que son la base sobre la que se debe evolucionar, el secreto está en la forma. Siempre decimos lo mismo, pero se trata de decirlo de otro modo, de otra manera, de una forma diferente.
Partimos de que el talento existe ya que sin él no es posible sumar en el ámbito de que se trate. En nuestro caso, la poesía tiene un gran margen de mejora.

Ahora vienen al caso unas palabras que, hace unos días, nos dijo Gamoneda a Ferreiro y a mí: “Ahora pretendo escribir una poesía realista, poesía sin parafernalia, más directa”.
Y efectivamente, el maestro Gamoneda está escribiendo poesía a base de lenguaje literario, prescindiendo, en cuanto puede, de lo que ha sido su forma de escribir hasta ahora: el símbolo. Gamoneda vuelve a sus orígenes, es decir, a cuando escribía de una manera más comprensible para el lector popular.

Querida amiga, Gamoneda coincide con mis opiniones sobre el mundo del poema, lo cual es una gran alegría para un servidor. En breve publicaremos la última conversación que tuvimos en su casa. No te la pierdas.

En fin, en cuanto a lo que dices sobre nosotros, es de agradecer, muchas gracias. Pero, que yo sepa, aún no hemos conseguido nada. Si es cierto que en Alaire hay madera, ahora es el momento de demostrarlo.
Y sí, parece ser que para los autores de Alaire, la coyuntura es bastante positiva, nos lee mucha gente y recibimos opiniones favorables de algunos personajes importantísimos del mundo de las letras, de acuerdo, es gratificante y debemos agradecerlo. A partir de ahí, si no conseguimos dar un paso al frente, todo puede quedar en un “lo que pudo haber sido y no fue”.
Un fuerte abrazo.
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Rafel Calle
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Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Muchas gracias, amigo Gabriel, te agradezco que hayas terciado en este más que interesante coloquio.
Verás, Gabriel, creo que tienes razón, efectivamente, dejo cuestiones en el aire y tal vez me haya ido por los cerros de Úbeda, sobre todo, en cuanto al tema de la transmisión del mensaje, así que intentaré volver sobre eso, en cuanto me sea posible.

Lo que he querido decir, se resume en lo siguiente:
Creo que, como regla general y con sus evidentes excepciones, los poetas tienen que empezar por aprender cada uno de los versos (acentuación, ritmo, pausas y detenciones…), tanto los simples, como los compuestos. Se tiene que estudiar la rima.
Después, se empiezan a combinar versos simples monométricos. Una vez sabida esta combinación, se pasa al verso polimétrico y, cuando ya se domina, se inicia el trabajo con el verso multimétrico que es una combinación que no tiene fin.

Entre tanto, el poeta se habrá preocupado de estudiar técnica literaria y, está de más decirlo, tiene que tener un nivel cultural más que suficiente.

Es evidente que se debería empezar estudiando poesía en la escuela, para que quienes tuvieran cualidades pudiesen desarrollarlas desde el principio y no como ahora que nos encontramos con que la gran mayoría de poetas conoce muy poco su oficio.

Por lo demás, no creo que se pueda facturar un buen producto si el productor no sabe lo que se hace o no lo sabe a conciencia. La poesía tiene un sitio entre los amantes de la lectura, estoy seguro, pero, para conseguir esa posición, es necesario despertar el interés del lector. En fin, un buen producto no pasa desapercibido para siempre.
Un cordial abrazo.
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Rafel Calle
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Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Muchas gracias, estimada Roxana, te agradezco que participes en este interesante asunto.
En lo que a mí respecta, no trato de definir lo que es poesía y lo que deja de serlo. La verdad es que esta cuestión no me interesa mucho. Me gusta dar al autor el beneficio de la duda, así que prefiero que sea él quien catalogue su obra.

Lo que yo cuestiono es por qué la poesía es tan minoritaria, cuando vivimos un tiempo en el que sube continuamente el consumo de cultura. Hay algo que no se puede discutir por evidente: la poesía es cultura.

Precisamente, el 6 de diciembre pasado, se publicó en Diario de Mallorca un artículo titulado “Más cultura en tiempo de crisis”.
Ya ves, cuando Europa está amenazada con una crisis que hace tambalear su unión y su propia moneda, resulta que el consumo de cultura ha subido, de un año al otro, un 21%. A este respecto, Mallorca, con 404`8 euros, es líder con 63 euros por encima de la media estatal.
Pues bien, resulta que el 57’2% del gasto en cultura, se ha invertido en la lectura, con un porcentaje abrumador en la compra de libros.

No puedo creer que un buen número de esos consumidores de cultura, concretamente de lectura de libros, no me puedo creer de ninguna manera que no puedan invertir un 5% de su gasto en la compra de libros de poesía.
¡Qué narices! No es tan difícil conseguir eso. Lo que pasa, querida colega, es que la poesía que se escribe es demasiado aburrida, le falta de todo y sobre todo fundamentos.

Yo rompo una lanza a favor de escribir poesía con fundamentos. Por ejemplo: ya está bien de que el poeta escriba desde, por y para el mundo de los poetas. Todas esas definiciones que dicen que la poesía es algo inabarcable, etc., me parecen un enorme lastre para conseguir lo que he expuesto.

El poeta tiene que escribir desde su ser humano, para la humanidad. O eso creo.

Una vez conseguido el producto, que se tiene que posicionar por encima de lo digno, será el momento de conseguir la necesaria promoción y, desde luego, esto último es lo más fácil de todo el asunto.

Un cordial abrazo.
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Ramón Ataz
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re: El poeta tiene que ir a la escuela

Mensaje sin leer por Ramón Ataz »

Yo rompo una lanza a favor de escribir poesía con fundamentos. Por ejemplo: ya está bien de que el poeta escriba desde, por y para el mundo de los poetas. Todas esas definiciones que dicen que la poesía es algo inabarcable, etc., me parecen un enorme lastre para conseguir lo que he expuesto.

El poeta tiene que escribir desde su ser humano, para la humanidad. O eso creo.


Creo que en estos párrafos resumes a la perfección lo que planteabas al abrir este debate, Rafel. Comparto de la primera a la última palabra lo que aquí dices, y en gran parte también creo que es bastante acertado el procedimiento que propones para lograrlo, aunque en eso yo introduciría matices, no por que no crea que probablemente ese sería el mejor medio de llegar a conocer el oficio de poeta y por ende a practicarlo de forma solvente, sino porque creo que la peripecia vital de los que escriben/escribimos poesía no necesariamente pasa por ahí.

Hace unos días cené con unos amigos a los que mostré el libro "árido umbral". Una de mis amigas comentó que durante la adolescencia ella también intentó escribir poesía, pero que pronto lo abandonó. Creo que ese proceso es bastante frecuente entre la población media, e indica que la poesía es algo que muchísima gente considera atractivo, y que por consiguiente no debería ser tan difícil que los no-poetas sintieran interés en leer poesía. ¿Cuál es la razón por lo tanto de que sea algo tan minoritario?.

Quizá estemos ante un círculo vicioso. Los poetas terminan escribiendo por y para los demás poetas porque los consumidores medios de cultura no compran poesía, y a la vez éstos no compran poesía porque los poetas obvian al lector medio cuando escriben, y construyen una forma artística excesivamente inaccesible para los que "no están en el ajo". En cierto modo, si los pocos que leen poesía son los propios poetas, podríamos pensar que al escribir para éstos, los poetas sí que piensan en sus lectores, en los que de verdad los van a leer.

Si esta fuera la cuestión, si se tratara de un círculo vicioso, habría que romperlo, y obviamente es más fácil que lo rompan los que escriben que los que leen, porque son los primeros los más interesados en ser leídos.
El problema sin embargo se acentúa por lo siguiente.

¿Cuál es el intermediario entre el poeta y el lector? Al margen de internet, que todo está transformándolo, hasta la fecha podríamos decir que el vehículo que une a poetas y lectores es el libro, y por lo tanto el intermediario es el editor. Aunque no tengo datos estadísticos, me da la impresión de que la mayoría de la poesía que se publica es a través de autoediciones, la cual tiene menos oportunidades de promoción y distribución que la publicada por editoriales comerciales. Y éstas publican fundamentalmente a los poetas ya conocidos, que a su vez suelen serlo por haber ganado concursos propiciados muchas veces por esas mismas editoriales, y juzgados por jurados que imponen, lógicamente sus gustos. ¿Qué ocurre si un poeta joven quiere ser publicado? Que necesita gustar a los poetas y críticos que en un círculo exíguo están en los jurados de un país determinado, es decir, que tiene que escribir para poetas.

Intentaré desarrollar después esta última idea, porque me reclaman ahora obligaciones domésticas, pero la apunto aquí porque creo que internet, la autoedición y la labor de los poetas que no están en los circuitos habituales pueden hacer mucho por romper ese círculo vicioso del que hablaba.

Un abrazo.
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