Editorial Alaire

Ramón Carballal escribió:
Ven al auge de la tarde,
al cielo claro, a la clara luz.
Ven al norte donde la dicha miente,
a los castaños que mueren, a las sendas
oscuras que no conocen la nieve.
Ven con la mirada azul del dolor
y los besos caídos de las ramas.
Haz que rebose el filtro felino del silencio
igual que rompe el velo la noche
y se convierte el viento en claridad.
Cruza la amapola con el músculo del tigre
y convénceme de que la ferocidad mora
en cada pétalo sin nombre, en el acantilado liso,
en los caminos que me llevan al abismo.

Ramón Carballal escribió: Ven al auge de la tarde,
al cielo claro, a la clara luz.
Ven al norte donde la dicha miente,
a los castaños que mueren, a las sendas
oscuras que no conocen la nieve.
Ven con la mirada azul del dolor
y los besos caídos de las ramas.
Haz que rebose el filtro felino del silencio
igual que rompe el velo la noche
y se convierte el viento en claridad.
Cruza la amapola con el músculo del tigre
y convénceme de que la ferocidad mora
en cada pétalo sin nombre, en el acantilado liso,
en los caminos que me llevan al abismo.

Julio González Alonso escribió:

Ramón Carballal escribió:
Ven al auge de la tarde,
al cielo claro, a la clara luz.
Ven al norte donde la dicha miente,
a los castaños que mueren, a las sendas
oscuras que no conocen la nieve.
Ven con la mirada azul del dolor
y los besos caídos de las ramas.
Haz que rebose el filtro felino del silencio
igual que rompe el velo la noche
y se convierte el viento en claridad.
Cruza la amapola con el músculo del tigre
y convénceme de que la ferocidad mora
en cada pétalo sin nombre, en el acantilado liso,
en los caminos que me llevan al abismo.

Precioso poema rico en aliteraciones, sonoro y de imágenes de una viveza que rozan lo desbordante; escrito en modo imperativo, todo el mensaje de la llamada queda subrayado con fuerza. Me ha gustado el uso mesurado de la adjetivación y la fluidez de los versos. Así que me siento feliz inaugurando comentarios a un poema tan bueno con mi voto.
Salud.

Hans Xeo Cristo escribió:¿Qué hay de más férico que el desnombrar a las cosas? Y hay en esto ese instinto tan cargado de inconciencia que se enfrenta a lo más frágil: lo que existe y no ha sido nombrado. Tu poema recupera ese instinto, y lo lleva a una situación posible: la del silencio. Me gusta ese pulso tan firme.

Antonietta Valentina escribió:Ramón, me gusta el estilo de tu poesía, la siento límpia y exacta en lo que imprime...me gustan los recursos que usas y en fin, por aquí admirándote.

Abrazos

Ramón Carballal escribió: Ven al auge de la tarde,
al cielo claro, a la clara luz.
Ven al norte donde la dicha miente,
a los castaños que mueren, a las sendas
oscuras que no conocen la nieve.
Ven con la mirada azul del dolor
y los besos caídos de las ramas.
Haz que rebose el filtro felino del silencio
igual que rompe el velo la noche
y se convierte el viento en claridad.
Cruza la amapola con el músculo del tigre
y convénceme de que la ferocidad mora
en cada pétalo sin nombre, en el acantilado liso,
en los caminos que me llevan al abismo.

Rosario Alonso escribió:Ramón tienes una forma de escribir que aplaudo. Este poema me parece estupendo y veo en él un misterio que va dando vueltas de principio a fin, sin desvelarse. Me gusta la sugerencia que conlleva.

Un beso

horacio escribió:

Ramón Carballal escribió: Ven al auge de la tarde,
al cielo claro, a la clara luz.
Ven al norte donde la dicha miente,
a los castaños que mueren, a las sendas
oscuras que no conocen la nieve.
Ven con la mirada azul del dolor
y los besos caídos de las ramas.
Haz que rebose el filtro felino del silencio
igual que rompe el velo la noche
y se convierte el viento en claridad.
Cruza la amapola con el músculo del tigre
y convénceme de que la ferocidad mora
en cada pétalo sin nombre, en el acantilado liso,
en los caminos que me llevan al abismo.

Un placer pasar por tus versos. Me gustó el final del poema, buen cierre. Un abrazo, Horacio.

"convénceme de que la ferocidad mora
en cada pétalo sin nombre, en el acantilado liso,
en los caminos que me llevan al abismo."

Lila Manrique escribió:Leo tu poema, y pienso que puedo asomarme un poquitin a tu alma.
Un tanto soñadora, un tanto intensa, y verdadera.
Me gusta tu forma de decir querido poeta.
Un abrazo