Editorial Alaire

Fácil nos lo pones. Cualquiera se tira sobre las rocas...Espero que nos quede la cordura.
Aparte, un poema precioso que he disfrutado, como siempre.
Abrazos
Pilar

Hola J.J.

El tirarse sobre la vida lo hacemos diariamente y sin pensar, amigo mío.
El tirarse sobre las rocas creo que todos nos lo pensariámos más, a no ser que tuviésemos sentimientos suicidas.
Pero tus versos van más allá, nos hablan de prohibiciones, y es que tal vez hoy en día existen demasiadas.
Me encantó, como siempre. Un gran abrazo, amigo mío.
Mario.

Un poema con síntomas de abismo y un afán de escalofrío
que se ajusta a las prohibiciones que no nos permiten caer en el vacío.

Un abrazo

Guillermo

J. J. M. Ferreiro escribió:Prohibido tirarse de cabeza en la zona de rocas.

Prohibido mirar al Sol de frente,
no sean...
los ojos.

Prohibido las manos
como palomas temblorosas;
el cuerpo en el fuego
y entre los pies la tierra resistida.

Prohibido el aroma y sus contornos,
su vigilia esparcida y su memoria intacta.

Prohibido tirarse de cabeza
no sea…
la vida.

Alguién me dijo una vez : La vida es una caída constante "
pero creo y se, que pararse es la sensación de triunfo más lograda.

Buen poema Ferreiro.

abrazos


lázaro

Aleccionadores y precisos versos. Un privilegio leerte poeta.
Abrazos

Original poema, ya entendí la lección, queda prohibido caer y no levantarse, siempre un placer leerte querido amigo, un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Fácil nos lo pones. Cualquiera se tira sobre las rocas...Espero que nos quede la cordura.
Aparte, un poema precioso que he disfrutado, como siempre.
Abrazos
Pilar

Gracias Pilar, he cambiado algunas cosas, para aclarar un poco más las intenciones del poema.

Bicos

Un gran poema. Nos dicen que vivamos en la zona del confort, sin arriesgarnos, pero la vida es riesgo...Si no hay riesgo la vida se parece a la muerte.

Un abrazo
Ana

Tirarnos de cabeza...
PROHIBIDO
Pero es allí donde radica el problema JJ
pues todo lo prohibido atrae.
Excelentes versos.

La de veces que me dijeron eso de no tirarse de cabeza y que pocas he hecho caso. Algún chichón y alguna brecha ya me he hecho a lo largo de los años, pero siempre vale la pena, por la sensación del vértigo de la caída. ¡ Y la de veces que ni siquiera había agua! Muy bueno el poema.
Un abrazo.
Pepa

Toda prohibición, por justificada que esté, tiene un punto de arbitrariedad, al menos en quien siente el poder de imponerla. Los tiranos suelen imponer prohibiciones u obligaciones caprichosas o absurdas para demostrar precisamente que poseen el poder. Recuerdo que estudiando Derecho, uno de mis profesores se quejaba a menudo de que en España, las cosas o estaban prohibidas o eran obligatorias.

En fin, tu poema, con su dosis de ironía y su contraste entre el lirismo de las rocas y el Sol y la contundencia de un golpe contra aquellas, se lee de maravilla. Un poema inteligente para guardarse en esos momentos en los que uno se pregunta por su propia libertad.

Un abrazo.

Fantástico. Comparto un sentimiento quizá parecido al tuyo pero no hubiese sabido condensarlo así en un poema. Un saludo.

Mario Martínez escribió:Hola J.J.

El tirarse sobre la vida lo hacemos diariamente y sin pensar, amigo mío.
El tirarse sobre las rocas creo que todos nos lo pensariámos más, a no ser que tuviésemos sentimientos suicidas.
Pero tus versos van más allá, nos hablan de prohibiciones, y es que tal vez hoy en día existen demasiadas.
Me encantó, como siempre. Un gran abrazo, amigo mío.
Mario.

Gracias Mario, por tu paso y generosos y "valientes" comentarios.

Un abrazo.

Nunca aprendí a tirarme de cabeza. En la vida hay que lanzarse a la piscina o al mar y echarle un poco de valor.
Jorge