Editorial Alaire

Poesía

Cuando la Poesía
se conforma con uno mismo.

Hay un monstruo que clava su mirada
en el cráter de piedra de tus ojos,
la oscura luz del tiempo
que fecunda relojes y germina
cipreses y vacíos.
Hay versos que reflejan las pisadas
en esta mansedumbre de cenizas.

A veces, un poeta en el exilio
de su boca te come piel adentro
con su razón violenta,
la voz como cuchillos afilados.

Y al otro lado de la vida, el mar
de los dóciles, fuego de silencio
crepitando palabras sordomudas.

Aníbal García escribió:Poesía

Cuando la Poesía
se conforma con uno mismo.

Hay un monstruo que clava su mirada
en el cráter de piedra de tus ojos,
la oscura luz del tiempo
que fecunda relojes y germina
cipreses y vacíos.
Hay versos que reflejan las pisadas
en esta mansedumbre de cenizas.

A veces, un poeta en el exilio
de su boca te come piel adentro
con su razón violenta,
la voz como cuchillos afilados.

Y al otro lado de la vida, el mar
de los dóciles, fuego de silencio
crepitando palabras sordomudas.

Es un placer quitarle el cero a este duro y magnífico poema que refleja perfectamente lo cruel que puede ser la poesía cuando no nos permite el don de la palabra. Acertadísimos versos, Anibal, que he disfrutado.
Un abrazo.

Rotundo, magnífico y .... tremendamente cierto.

Mis saludos mediterráneos, Aníbal (que aunque de mar, no precisametne dócil soy)

Así es, todo sale de uno mismo y nos devora. Preciosos versos
Abrazos
Pilar

Hola Anibal.
A veces un poema tiene la voracidad incontrolada de una fiera, pero por eso no deja de ser un poema. Expléndido. Abrazos, amigo mío.
Mario.

Un poema de muchísimo nivel, Anibal. Me ha gustado.

Un abrazo.

Cuando el poeta se devora a si mismo pare poemas duros y certeros como este. Un gusto venir.
Un abrazo.
Pepa

Muchas gracias, Marisa. Es un verdadero placer tu paso.

Un abrazo.

La voracidad del poeta en el exilio es tremenda, al otro lado del a vida, la docilidad cambia todo. Yo lo puedo decir. Excelente poema, no duro, sino realista, con los pies en la tierra que muchas veces nos tambalea.

Saludos cordiales.

José Manuel F. Febles

Concha Verónica Vidal escribió:Rotundo, magnífico y .... tremendamente cierto.

Mis saludos mediterráneos, Aníbal (que aunque de mar, no precisametne dócil soy)

Muchísimas gracias, Concha. Es un placer verte nuevamente.

Un fuerte abrazo.

Pilar Morte escribió:Así es, todo sale de uno mismo y nos devora. Preciosos versos
Abrazos
Pilar

Muchas gracias, Pilar. Es verdad que hay un animal dentro que a veces marca su territorio con versos.

Abrazos.

Mario Martínez escribió:Hola Anibal.
A veces un poema tiene la voracidad incontrolada de una fiera, pero por eso no deja de ser un poema. Expléndido. Abrazos, amigo mío.
Mario.

Muchas gracias, Mario. Agradezco tu comentario.

Un fuerte abrazo.

Juan Fionello escribió:Un poema de muchísimo nivel, Anibal. Me ha gustado.

Un abrazo.

Gracias, Juan. La verdad es que ha sido una especie de grito, a veces necesario.

Abrazos.

Josefa A. Sánchez escribió:Cuando el poeta se devora a si mismo pare poemas duros y certeros como este. Un gusto venir.
Un abrazo.
Pepa

Pepa, el gusto es mío, sinceramente. Es un placer veros por aquí.

Un fuerte abrazo.

José Manuel F. Febles escribió:La voracidad del poeta en el exilio es tremenda, al otro lado del a vida, la docilidad cambia todo. Yo lo puedo decir. Excelente poema, no duro, sino realista, con los pies en la tierra que muchas veces nos tambalea.

Saludos cordiales.

José Manuel F. Febles

Muchas gracias, José Manuel. Sí, es un poema realista.

Un fuerte abrazo.