Editorial Alaire

A Alfonsina Storni,
en memoria de sus últimos momentos
ya que murió el 25 de octubre de 1938

El último momento quisiste dibujarlo con guirnaldas,
en la espuma del mar, con las olas de un mundo de infinito.

Los límites de todos tus recuerdos entrelazaron tu osadía
entre las algas cálidas de un océano insomne.
Aquel día olvidaste en tus historias un pasado de infamia.

La vida recobró toda su luz al tiempo que la muerte renombraba
tu estirpe en jeroglíficos.
El instinto de arena se atrevió a conservarte con la sal
más allá de la sombra del destino, en medio de un oscuro resplandor.
Tus poemas supieron que todos tus instantes
pasarían de nuevo a ser un mito y tus páginas rotas,
entre los sueños combativos, se atrevieron a ser
quimeras escondidas en la niebla.

Cuando tus ojos se cerraron, se deslizó tu espíritu
por rampas de peligro.
Visiones de crepúsculos azules, en mitad de la noche,
llovieron sobre ti círculos blancos.


Ana Muela Sopeña

Hermoso homenaje, estimada Ana, a esa gran mujer y poeta que nos dejó vestida de mar, me ha encantado, un abrazo

Ana Muela Sopeña escribió:A Alfonsina Storni,
en memoria de sus últimos momentos
ya que murió el 25 de octubre de 1938

El último momento quisiste dibujarlo con guirnaldas,
en la espuma del mar, con las olas de un mundo de infinito.

Los límites de todos tus recuerdos entrelazaron tu osadía
entre las algas cálidas de un océano insomne.
Aquel día olvidaste en tus historias un pasado de infamia.

La vida recobró toda su luz al tiempo que la muerte renombraba
tu estirpe en jeroglíficos.
El instinto de arena se atrevió a conservarte con la sal
más allá de la sombra del destino, en medio de un oscuro resplandor.
Tus poemas supieron que todos tus instantes
pasarían de nuevo a ser un mito y tus páginas rotas,
entre los sueños combativos, se atrevieron a ser
quimeras escondidas en la niebla.

Cuando tus ojos se cerraron, se deslizó tu espíritu
por rampas de peligro.
Visiones de crepúsculos azules, en mitad de la noche,
llovieron sobre ti círculos blancos.


Ana Muela Sopeña

Y la caricia perdida rodara rodara...........


Buen homenaje amiga, saludos..

Excelente tributo poético a una de las más grandes voces de la poesía. Un beso. Pepe Junco

Ana Muela Sopeña escribió:A Alfonsina Storni,
en memoria de sus últimos momentos
ya que murió el 25 de octubre de 1938

El último momento quisiste dibujarlo con guirnaldas,
en la espuma del mar, con las olas de un mundo de infinito.


Ana Muela Sopeña

Es un precioso homenaje a Alfonsina y su Mar, Ana. Hermosos versos.
Abrazos.

Un disfrute este hermoso homenaje una gran poeta. Mi felicitación con un saludo.

En este homenaje que hacéis a una de las grandes poetas, queda reflejado tu espíritu poético, tu sensibilidad y amor la poesía.

Un gran abrazo, pleno de felicitaciones.

José Manuel F. Febles

Un hermoso homenaje a una de las más bellas voces del panorama poético universal. Un placer de lectura.
Un abrazo.
Pepa

Ana, siempre Ana:
La exquisitez se percibe verso a verso.
La elocuencia se entremezcla en una auténtica alegoría que evoca la poesía de tan brillante mujer.
La mezcla de imágenes se mece con la cadenciosa musicalidad de tu poema.

Sin embargo, hago hincapié en lo que, desde mi punto de vista, matiza por entero su esencia: ¿Suicidio o simbiosis con el mar?
Creo que elegiste lo segundo para mantener impoluta la pureza que hoy es herencia para la humanidad.
El poeta debe elegir en ocasiones salvaguardar los valores más significativos de aquellos que dedicaron su vida a la literatura.

En conclusión, este poema es una joya en su concepción ideológica. Al menos... eso es para un admirador tuyo.
Con inmenso cariño:
Arturo

Ana Muela Sopeña escribió:A Alfonsina Storni,
en memoria de sus últimos momentos
ya que murió el 25 de octubre de 1938

El último momento quisiste dibujarlo con guirnaldas,
en la espuma del mar, con las olas de un mundo de infinito.

Los límites de todos tus recuerdos entrelazaron tu osadía
entre las algas cálidas de un océano insomne.
Aquel día olvidaste en tus historias un pasado de infamia.

La vida recobró toda su luz al tiempo que la muerte renombraba
tu estirpe en jeroglíficos.
El instinto de arena se atrevió a conservarte con la sal
más allá de la sombra del destino, en medio de un oscuro resplandor.
Tus poemas supieron que todos tus instantes
pasarían de nuevo a ser un mito y tus páginas rotas,
entre los sueños combativos, se atrevieron a ser
quimeras escondidas en la niebla.

Cuando tus ojos se cerraron, se deslizó tu espíritu
por rampas de peligro.
Visiones de crepúsculos azules, en mitad de la noche,
llovieron sobre ti círculos blancos.


Ana Muela Sopeña

Precioso poema


Felicitaciones

Un beso. Gabriel

Gracias, Isabel, por tus amables palabras.

Un abrazo fuerte
Ana

Joan, me alegra que te haya parecido un buen homenaje.

Un abrazo fuerte
Ana

Precioso homenaje a la gran Alfonsina y a la que has rodeado de hermosos versos.
Un placer seguirlos
Abrazos
Pilar

Hola Ana.
Unos versos de largura inusual en tu quehacer poético, amiga mía, pero igualmente bellos.
Perfecto homenaje a esa poetisa que según creo haber leído en alguna parte, entre otros problemas, no supo resistir la falta de creatividad de que adolecía en sus últimos días, y buscó en el mar remedio a su infortunio.
Un placer siempre. Abrazos.
Mario.

Ana, he disfrutado de este magnífico homenaje a una de las grandes voces.
Un saludo.