Editorial Alaire

Despréndame de la impotencia imaginaria
que en el espacio intersticial de las simulaciones
se me enmaraña y justifica.
Un crujido
de indefensión enmascarada
se aproxima al contorno de la pasividad,
superflua y negativa como el abatimiento;
tan de siempre y tan indescifrable
como la misma eternidad de lo desconocido.
Incorporal ahora, intrusa luego
en el momento de comparecer
como inefable e indómita.
Escruta la infertilidad
indignamente con el tacto
de una evocación insatisfactoria.
Se me sube a la frente
y obliga a mi razón a ser discreta.
Pero soy revolucionario
y concierto una cita inverosímil
con el exiguo contubernio de la lógica insensible.
Temo a solas que estoy desprotegido
y voy sin dirección consensuada
al improvisado final. Allí la luz
imprescindible titubea;
ensombrece
reminiscencias personales
y satisface insospechadas precauciones.
Para compaginar un buen acuerdo,
asaz satisfactorio,
determinante es que me convierta
en un mortal ilusionista.

Creo que describes muy bien, con un lenguaje muy escogido y una cierta ironía, esa inactividad anclada en el autoengaño. Buen poema, Guillermo.

Un abrazo.

Hola Guillermo.
Engañarse a uno mismo no sirve de nada, amigo mío. Bien escrito.
Abrazos.
Mario.

Un poema con gran fuerza y expresividad que he disfrutado de principio a fin. Un gusto estar.
Un abrazo.
Pepa

No sé si te engañas o no, pero sí puedo afirmar, que para mí es lo más importante, o interesante, que los versos que conforman este poema, son versos de un excelente poeta. Tienes figuras, giros, metáforas de gran calidad, eso lo valoro en gran medida. Por todo ello te felicito y te envío un sincero y cordial saludo.

José Manuel F. Febles, desde Ciudad de México.

Juan Fionello escribió:Creo que describes muy bien, con un lenguaje muy escogido y una cierta ironía, esa inactividad anclada en el autoengaño. Buen poema, Guillermo.

Un abrazo.

Gracis, Juan, por tu visita y tu mensaje. Yo creo que a "tientas" y a locas nos engañamos
muchas veces y algunas veces queriendo.

Un abrazo

Guillermo

Si es verdad, solemos engañarnos muchas de las veces, un gran poema, ha sido un placer pasar por tu poesía, un fuerte abrazo poeta.

Cecilia

Mario Martínez escribió:Hola Guillermo.
Engañarse a uno mismo no sirve de nada, amigo mío. Bien escrito.
Abrazos.
Mario.

Gracias Mario por tu visita amable. no sirve de nada engañarse, amigo, pero ocurre

Un abrazo

Guillermo

Josefa A. Sánchez escribió:Un poema con gran fuerza y expresividad que he disfrutado de principio a fin. Un gusto estar.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Josefa, por la amabilidad de tu visita y comentario.

Un abrazo

Guillermo

Has escrito un poema serio, personal y profundo. Pero no sobra ni falta nada ni se echa de menos otros recursos. Un poema para leer despacio, deteniéndose en lo que expones... y volver a leer para recoger nuevas sugerencias en cada lectura.
Un buen trabajo.
Abrazos,
J. Manuel

José Manuel F. Febles escribió:No sé si te engañas o no, pero sí puedo afirmar, que para mí es lo más importante, o interesante, que los versos que conforman este poema, son versos de un excelente poeta. Tienes figuras, giros, metáforas de gran calidad, eso lo valoro en gran medida. Por todo ello te felicito y te envío un sincero y cordial saludo.

José Manuel F. Febles, desde Ciudad de México.

Para mí es un honor recibir de tí un comentario como este. Gracias por tu amable visita

Un saludo hasta el otro lado del Atlántico.

Guillermo

Guillermo Cuesta escribió:
Temo a solas que estoy desprotegido
y voy sin dirección consensuada
al improvisado final. Allí la luz
imprescindible titubea;
ensombrece
reminiscencias personales
y satisface insospechadas precauciones.
Para compaginar un buen acuerdo,
asaz satisfactorio,
determinante es que me convierta
en un mortal ilusionista.

Guillermo, es cierto que todos nos engañamos, incluso en ocasiones nos creemos los que nos estamos contando y lo justificamos, que le vamos a hacer si somos "humanos"
Estas dos estrofas finales me parecen determinantes porque, a pesar de la prepotencia de los engañadores, siempre esta ahí el miedo, el temor a ser descubiertos.
Me ha sorprendido este poema muy gratamente.
Felicidades y un abrazo.

Cecilia Martos escribió:Si es verdad, solemos engañarnos muchas de las veces, un gran poema, ha sido un placer pasar por tu poesía, un fuerte abrazo poeta.

Cecilia

Gracias, Cecilia, por tu visita amable.

un abrazo

Guillermo

José Manuel Sáiz escribió:Has escrito un poema serio, personal y profundo. Pero no sobra ni falta nada ni se echa de menos otros recursos. Un poema para leer despacio, deteniéndose en lo que expones... y volver a leer para recoger nuevas sugerencias en cada lectura.
Un buen trabajo.
Abrazos,
J. Manuel

Gracias, José Manuel por la visita amble y por el mensaje tan satisfactorio.

un abrazo

Guillermo

Marisa Peral escribió:

Guillermo Cuesta escribió:

Temo a solas que estoy desprotegido
y voy sin dirección consensuada
al improvisado final. Allí la luz
imprescindible titubea;
ensombrece
reminiscencias personales
y satisface insospechadas precauciones.
Para compaginar un buen acuerdo,
asaz satisfactorio,
determinante es que me convierta
en un mortal ilusionista.

Guillermo, es cierto que todos nos engañamos, incluso en ocasiones nos creemos los que nos estamos contando y lo justificamos, que le vamos a hacer si somos "humanos"
Estas dos estrofas finales me parecen determinantes porque, a pesar de la prepotencia de los engañadores, siempre esta ahí el miedo, el temor a ser descubiertos.
Me ha sorprendido este poema muy gratamente.
Felicidades y un abrazo.

Yo te agradezco, Marisa, Tu viosita y esas observaciones al contenido tan acertadas.

Recibe mi abrazo y reconocimiento.

Guillermo