Brindis en el Café Gijón
Publicado: Mié, 19 Oct 2011 18:57
Este es un poema que quise dedicar a esa noche mágica disfrutada entre amigos en el Café Gijón en la presentación de "Árido Umbral" y entrega de los premios Blanca Sandino. Quería leerlo durante la cena. Al final no lo leí yo, mi querido amigo J.J. M. Ferreiro lo hizo por mí, con esa magnífica y profunda forma de recitar que posee. Gracias J. J.
Desde aquí quiero dedicarlo a todos vosotros, en especial a quienes hubiesen deseado estar allí y por diversos motivos no pudieron hacerlo. ¡Va por vosotros!
Brindis en el Café Gijón
Hoy quiero alzar mi copa con vosotros
por la emotiva suerte del encuentro,
la calidez de un marco incomparable,
por lo real de un sueño.
Por este “Árido umbral” que nos reúne
abriéndonos la puerta
a fértiles y gratas singladuras,
a mares siempre inciertos.
Por tanto compañero, que sin trabas,
sumando voz y tiempo,
comparte con nosotros en Alaire,
la fe de la palabra,
la luz de la amistad y del respeto,
la sana convicción de que un buen día
conseguirán parir entre otros miles,
el poema perfecto.
Sin olvidar jamás en este brindis
a nuestra amiga Blanca,
y a cuantos falleciendo en el empeño,
trazaron nuestra senda
con el lúcido genio de su pluma,
con su versar espléndido.
También por esas musas que presumen
de prestarnos su aliento,
la mágica noción de aprendizaje,
la gloria de su Verbo.
Aunque no hay tal verdad, pues muchas veces
nos dejan solamente la impotencia,
el hilo argumental de su silencio.
Quiero brindar, en fin, por este logro
producto del afán, grato y fructífero,
por esta Asociación, la poesía,
y el inmenso placer que proporciona
compartir esta noche,
concilio de amistad, comida y versos.
Mario.
Desde aquí quiero dedicarlo a todos vosotros, en especial a quienes hubiesen deseado estar allí y por diversos motivos no pudieron hacerlo. ¡Va por vosotros!
Brindis en el Café Gijón
Hoy quiero alzar mi copa con vosotros
por la emotiva suerte del encuentro,
la calidez de un marco incomparable,
por lo real de un sueño.
Por este “Árido umbral” que nos reúne
abriéndonos la puerta
a fértiles y gratas singladuras,
a mares siempre inciertos.
Por tanto compañero, que sin trabas,
sumando voz y tiempo,
comparte con nosotros en Alaire,
la fe de la palabra,
la luz de la amistad y del respeto,
la sana convicción de que un buen día
conseguirán parir entre otros miles,
el poema perfecto.
Sin olvidar jamás en este brindis
a nuestra amiga Blanca,
y a cuantos falleciendo en el empeño,
trazaron nuestra senda
con el lúcido genio de su pluma,
con su versar espléndido.
También por esas musas que presumen
de prestarnos su aliento,
la mágica noción de aprendizaje,
la gloria de su Verbo.
Aunque no hay tal verdad, pues muchas veces
nos dejan solamente la impotencia,
el hilo argumental de su silencio.
Quiero brindar, en fin, por este logro
producto del afán, grato y fructífero,
por esta Asociación, la poesía,
y el inmenso placer que proporciona
compartir esta noche,
concilio de amistad, comida y versos.
Mario.