Editorial Alaire

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Como si transcurriera la última hora,
la líquida liquidación de un tiempo
irisado y en préstamo
permanente,
y después el abismo. Un cerrar
de ojos, arrancar la postrera hoja,
un desvaído y agónico batir de al(m)as.

Como una lluvia final
sobre el desorientado bosque,
juego se sombras, cementerio
de hojas: la tala
acabó.

2011

Andrés

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Andrés:
Es un placer inaugurar tu bello tema, situación que me pone en una agradable tesitura.
Dos cosas: Me fascinó la yuxtaposición de palabras "al(m)as". La considero creativa, profunda, sugerente.
La segunda, la brevedad, que es en sí e sentido del poema.
En ambos casos, es más difícil desechar lo que queremos decir que lo que decimos. Imagino una labor agotadora tener que cortarle alas a tan bella ave para dejarla volar libremente en el espacio poético.
¡Felicidades!
Arturo

Un gran resumen de reflexiones para terminar en un sugerente otoño
que alimenta la brevedad pautada.

Un abrazo

Guillermo

Bienvenido, Arturo , a mis letras.

Gracias por tu comentario.

Un saludo,

Andrés

Tu poema suena a final pero no por ello menos hermoso. Un placer pasar por tus letras
Abrazos
Pilar

muchas gracias, Guillermo.

Andrés.

Como un otoño rojo y húmedo, tu poema. Me gustó leerte.
Un abrazo.
Pepa

Muy amable tu comentario, Pilar.

Gracias,

Andrés

Buen poema has escrito Andrés. Me ha gustado

saludos

rafael

Muchas gracais, Josefa, por tu lectura.

Un saludo, A

[quote="Andrés Rebolledo"]**

Bellos versos en un contexto agónico, de caída. Es cierto que el acabamiento también encierra belleza y armonía. Un abrazo.

<Un saludo, Rafael.

Gracias por comentar.

A.