Editorial Alaire

[Me examino en mi reflejo azul
retratado en las ventanas de los trenes que pasan
como un rostro que arrastra como equipaje un cuerpo
y ojos tan expresivos como los de un sicario adolescente.
Tan absurdo como un solitario asesino novato
sentado en el banco de una estación
dudando de que dirección tomar.
Buscando en el semblante de la multitud,
que viene y va
sin quedarse,
reconocer al fin una cara
que no he visto más que en confusos sueños.
Cierro los puños en el fondo de los bolsillos
deseando amartillar el arma que soy.
Indeciso acaricio con la yema del dedo
el filo de la hoja en que tome mis últimas notas,
mis labios apretados hacen de verdugo
a imposibles palabras.
Asomo la punta de los zapatos
por el borde del andén
para contemplar a mi alma suicida saltar al otro lado,
confiado de que al fin alguien por mí la encuentre
tendida con los ojos cerrados,
despertando a media noche
después de escuchar su voz en mi cabeza,
para ver como se aleja agitando la mano
con la que robo las líneas de mi futuro
de mí lisa palma.
Solo cuando muera puede que os perdone a todos

Tu poema inicia con bastante fuerza, y se tensa un poco más con la imagen de la pérdida de identidad; es entonces que se va perdiendo la potencia, poco a poco, pero ya sin levantar otra vez la voz. El final es ordinario, el principio es notable.

Verse reflejado y ver un asesino dispuesto a dejar en la hoja escrita su confesión para poder ser condenado sin duda alguna, pero la palma tersa y limpia es la conciencia que le impide el desatino...Un excelente poema de cabo a rabo...

Maramín

hans
espero que la segunda version, despues de una revision, sea mas de tu agrado, si bien de todos modos, gracias por tu opinion

marcos
gracias por tus palabras acerca de las mias