Editorial Alaire

Que libe en mi boca tu lengua la miel de mi
endeble estructura y que me socave tu papila
ardiente diluyendo tu savia dorsal en mi boca.

Solo soy un hombre descalzo, de camisa firme
y pantalón erguido, ¿Quién quiere calzado cuando
un beso fiero te muerde en los labios? y entre pecho
y espalda te anida un romance imprevisto.

Decides frotar, acechar y libar como un pájaro astuto en
su sexo, le arrancas ansioso el vestido y enroscas
como una serpiente tu lengua en su lengua y compartes
el beso sublime, degustas su cuerpo divino y luego
descansas sudoroso gozando del fruto del conocimiento.

Solo soy un hombre desnudo al que le han dado un beso
de fuego en la boca.

Cargados de sensualidad estos versos que nos entregas sin tapujos. Un placer llevarme el cero.
Un abrazo.
Pepa

Un claro erotismo el que nos muestras en este poema. Gracias por compartirlo
Abrazos
Pilar

Mucha pasion y erotismo me llega de tu peoma Américo. Lo disfruté leyendo

saludos

rafael

Américo tu poema me ha encantado. Un saludo.

El fervor que derrocha el clímax que brota línea a línea, se engancha totalmente en la retina haciendo también un eco en los costados. ¡Fascinante entrega!

Saluti, un gusto leerle!

Un gran poema amigo Americo, con un lenguaje sugerente en lo sensual que se degusta con fruición. En unos versos de gran originalidad poética.

Un abrazo

Encantada de leer estas fecundas imágenes que nos regalas en tu poema, Americo.

Mis cordiales saludos.

Sube de la Sala de Espera.

Me encantó este poema. Mi felicitación, Americo.

Más que un beso ardiente parece la madre de todos los besos.

Me ha encantado sentir esa fiereza que derrocha todo el poema.

Abrazos.