Editorial Alaire

Concha Verónica Vidal escribió:Pues aquí estoy ragalándome una deliciosa tarde
y con primor consumando los placeres que me aguardan,
... un vaso de limonada, unos pantalones glaucos,
las manos de los Domingos...
esa camiseta ajada que causa un efecto de cómoda y estilizada androginia
y los pies bostezando el calvo gres de Isabelinas Porcelanosas.

Y allí lo veo, retador, presto al envite, cuerpo liso y deliciosamente terso,
provocando sin reparos la dependencia que sabe tengo de él..
... y caigo sin remedio arrancando, desnuda de miramientos,
la tapa cpn que cubre su espeso interior.

Ya voy por el último escalón del primer tramo de escalera
y acercándome peligrosamente a la fachada de Hacienda,
(Doña Delegación de... junto a mi casa)
quien me guiña, provocona, su proximidad a la mía.

Y es que no hay placer mayor en esta mujer vestida de pamela
que penetrar despacito la llave en su orificio
y ver si "suena a dos vueltas "
lo que implica, al menos por unas horas,
estar sóla y caer e el pecado de los botes de pintura.

Cada cual tiene su "cuelgue" y el mío, Titanlux y toda clase de brochas.




(Pues eso, que lo paso la mar de bien, mis hijos dicen que cuando sea muyyyyyyyyyy viejita, me comprarán una madera grande, para que me entretenga clavando y desclavando, pintando y despintando y así esperar los otros cien mil años que aún me quedan de vida, hoy es domingo, claro y alicantino, suavemente otoñal)

Concha Verónica Vidal escribió:Pues aquí estoy ragalándome una deliciosa tarde
y con primor consumando los placeres que me aguardan,
... un vaso de limonada, unos pantalones glaucos,
las manos de los Domingos...
esa camiseta ajada que causa un efecto de cómoda y estilizada androginia
y los pies bostezando el calvo gres de Isabelinas Porcelanosas.

Y allí lo veo, retador, presto al envite, cuerpo liso y deliciosamente terso,
provocando sin reparos la dependencia que sabe tengo de él..
... y caigo sin remedio arrancando, desnuda de miramientos,
la tapa cpn que cubre su espeso interior.

Ya voy por el último escalón del primer tramo de escalera
y acercándome peligrosamente a la fachada de Hacienda,
(Doña Delegación de... junto a mi casa)
quien me guiña, provocona, su proximidad a la mía.

Y es que no hay placer mayor en esta mujer vestida de pamela
que penetrar despacito la llave en su orificio
y ver si "suena a dos vueltas "
lo que implica, al menos por unas horas,
estar sóla y caer e el pecado de los botes de pintura.

Cada cual tiene su "cuelgue" y el mío, Titanlux y toda clase de brochas.




(Pues eso, que lo paso la mar de bien, mis hijos dicen que cuando sea muyyyyyyyyyy viejita, me comprarán una madera grande, para que me entretenga clavando y desclavando, pintando y despintando y así esperar los otros cien mil años que aún me quedan de vida, hoy es domingo, claro y alicantino, suavemente otoñal)

Concha Verónica Vidal escribió:

Pues aquí estoy ragalándome una deliciosa tarde
y con primor consumando los placeres que me aguardan,
... un vaso de limonada, unos pantalones glaucos,
las manos de los Domingos...
esa camiseta ajada que causa un efecto de cómoda y estilizada androginia
y los pies bostezando el calvo gres de Isabelinas Porcelanosas.

Y allí lo veo, retador, presto al envite, cuerpo liso y deliciosamente terso,
provocando sin reparos la dependencia que sabe tengo de él..
... y caigo sin remedio arrancando, desnuda de miramientos,
la tapa cpn que cubre su espeso interior.

Ya voy por el último escalón del primer tramo de escalera
y acercándome peligrosamente a la fachada de Hacienda,
(Doña Delegación de... junto a mi casa)
quien me guiña, provocona, su proximidad a la mía.

Y es que no hay placer mayor en esta mujer vestida de pamela
que penetrar despacito la llave en su orificio
y ver si "suena a dos vueltas "
lo que implica, al menos por unas horas,
estar sóla y caer e el pecado de los botes de pintura.

Cada cual tiene su "cuelgue" y el mío, Titanlux y toda clase de brochas.




(Pues eso, que lo paso la mar de bien, mis hijos dicen que cuando sea muyyyyyyyyyy viejita, me comprarán una madera grande, para que me entretenga clavando y desclavando, pintando y despintando y así esperar los otros cien mil años que aún me quedan de vida, hoy es domingo, claro y alicantino, suavemente otoñal)