Página 1 de 1

La chica del anuncio

Publicado: Mar, 27 Sep 2011 13:10
por Víctor F. Mallada
La chica del anuncio

La música sonaba con voz de bajo, ritmo de country,
guitarra y banjo. Dell Reeves se estaba preguntando:
“Who is the girl wearin' nothin' but a smile and a towel”

Yo llevaba una pareja de viejitos
en aquellas carreteras de la Francia del 68.
Y allí estaba mi chica del anuncio:
Un cambio de rasante hacía que pareciera
surgir de entre un arbusto.

Mirada pícara, sonrisa a medio hacer, peinado a lo garçon.
Brazo derecho en jarras, desafiante
y en el izquierdo el top de su bikini,
colgado de un meñique juguetón.

Frené, sólo un poquito
(por lo del cambio de rasante, os lo aseguro),
mientras los viejecitos miraban el lac du Bourget
discurrir ante sus ojos.

Y justo cuando en la radio, con algo de estática,
se oía la frase “sólo llevaba puesta una sonrisa y una toalla”,
Zas…
Chirrido de neumáticos, golpe en la “derrier” y
un buen, buen susto.

El viejecito (Marcel) me preguntó que de quién era la culpa.
Yo le apunté en un francés de principiante
que las leyes internacionales de tráfico me amparaban,
que quien pega, paga. Que el otro conductor debía de haber frenado.

Marcel bajó del coche y lentamente se acerco al otro conductor.
Hizo un medio saludo militar y le espetó: papales, por favor.

El otro protestó. Que la culpa era sólo mía. Que…
Marcel le dejó hablar y hablar y hablar y cuando el chico paró para tragar saliva
le dijo con una voz, esta vez más firme: los papeles del coche, por favor.
Volvió al automóvil, sacó una Leica
(sospecho que sería lo único alemán que conservaba).
Tiró tres fotos… apuntó matrícula, marca del coche y lugar del accidente
y nos fuimos camino de Aix-les-Bains
para cumplir el rito anual de sus veranos.

Yo con el susto en el cuerpo, ellos con la tranquilidad de la experiencia.
Se mojaron los pies en las aguas de aquel lago.
Ella con falda y enaguas remangadas hasta casi la rodilla.

Estuvieron un rato contemplando las montañas de Savoya.
Luego pidieron ir a la iglesia parroquial de Aix-les-Bains.
Y allí, después de rezar unos instantes, cogidos de la mano,
se acercan a un rincón donde estaba el listado
de los “Enfants de la Patrie” de la gran guerra.

Ella se quitó una rosa que llevaba en la solapa.
La depositó con un beso y un susurro
al pie del monumento, al tiempo que rozaba con sus dedos
el nombre, algo gastado de un tal Benoît Beaumont.
El estuvo todo el rato en posición de firmes,
Con la boina calada y saludo militar.

Años después, por carta certificada, me llegó
una foto mía en blanco y negro
junto a un coche que hoy sería de época.
Una esquela en francés,
un billete de 100 francos y una nota
escrita con trazos temblorosos que decía escuetamente:
Sírvete unas copas en honor de mi Marcel.
Firmado simplemente: Lucille.

Hoy en día, Dell Rives se sigue preguntando: “who is the girl…
Y cada vez que lo escucho por la vida
me viene a la memoria, no la chica del bikini,
sino Lucille Beaumont, la viejecita.

Nunca más he vuelto a saber de ella
pero yo se que vive todavía:
La llevo yo, aquí dentro, en mi recuerdo.

Y espero que la vida le haya traído finalmente
su bien merecido jour de gloire.

Publicado: Mar, 27 Sep 2011 15:23
por Guillermo Cumar.
Con la mezcla de situuaciones y de idiomas dejas el encanto de un magnífico poema. Le jour de lo gloire despiertaen cada verso del poema y se funde com
la memoria de un accidente con poca sangre y música en las palabras y en la poética narración de los hechos.

Un abrazo

Guillermo.

Publicado: Mié, 28 Sep 2011 1:30
por Josefa A. Sánchez
Es verdad que al cabo del tiempo los recuerdos que mandan son aquellos de lo verdaderamente importante. El tiempo ajusta perfectamente las perspectivas. Un placer transitar este poema/relato de paisajes y personas.
Un abrazo.
Pepa

re: La chica del anuncio

Publicado: Mié, 28 Sep 2011 11:02
por Mario Martínez
Hola Víctor.
Buen retrato de una época, una situación y unos personajes que rezuman ternura.
Un grato poema. Abrazos.
Mario.

Publicado: Mié, 28 Sep 2011 13:51
por E. R. Aristy
Me ha encantado este momento hallmark. Consigues pasearnos por esa magnifica experiencia y llevarnos mas alla; a una moraleja que como bien dice Pepa es lo que hace el tiempo: darnos profundas perspectivas. Un enorme placer leerte Victor, aprovecho para expresarte mi admiracion por tus multiples talentos.

Abrazos,
ERA

Publicado: Mié, 28 Sep 2011 22:03
por Víctor F. Mallada
Guillermo Cuesta escribió:Con la mezcla de situuaciones y de idiomas dejas el encanto de un magnífico poema. Le jour de lo gloire despiertaen cada verso del poema y se funde com
la memoria de un accidente con poca sangre y música en las palabras y en la poética narración de los hechos.

Un abrazo

Guillermo.

Gracias, Guillermo, por romper el silencio de unas horas y dejar tu amable comentario.

Víctor

Publicado: Mié, 28 Sep 2011 22:04
por Víctor F. Mallada
Josefa A. Sánchez escribió:Es verdad que al cabo del tiempo los recuerdos que mandan son aquellos de lo verdaderamente importante. El tiempo ajusta perfectamente las perspectivas. Un placer transitar este poema/relato de paisajes y personas.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pepa, por tantas cosas. Un placer contar con tu apoyo.

Víctor

re: La chica del anuncio

Publicado: Jue, 29 Sep 2011 8:29
por Pilar Morte
Tus experiencias en versos nos llevan por los recuerdos llevando la memoria a este hermoso poema. Un placer recorrer estos momentos contigo.
Abrazos
Pilar

Publicado: Jue, 29 Sep 2011 14:19
por Isabel Moncayo
¡Vaya! Víctor y sus chicas (perdona la broma) Lo que relatas se filtra, eso tiene que querer decir que lo haces bien, se te da de lujo lo narrativo y eres muy detallilsta en los descriptivo, además que me ha parecido una historia llena de ternura y conmovedora.

Un abrazo

re: La chica del anuncio

Publicado: Jue, 29 Sep 2011 17:09
por José Manuel Sáiz
Bravo Víctor. No sabes lo que me alegra ver tus escritos por el foro. Dominas a la perfección la guitarra y la pluma. este poema es una historia en verso realmente encantadora.
Un abrazo, amigo.
J. Manuel

Re: re: La chica del anuncio

Publicado: Dom, 02 Oct 2011 22:52
por Víctor F. Mallada
Mario Martínez escribió:Hola Víctor.
Buen retrato de una época, una situación y unos personajes que rezuman ternura.
Un grato poema. Abrazos.
Mario.

Gracias, Mario
Me alegro que te haya tocado el alma.
Abrazos también para ti.
Víctor

Publicado: Dom, 02 Oct 2011 22:58
por Víctor F. Mallada
E. R. Aristy escribió:Me ha encantado este momento hallmark. Consigues pasearnos por esa magnifica experiencia y llevarnos mas alla; a una moraleja que como bien dice Pepa es lo que hace el tiempo: darnos profundas perspectivas. Un enorme placer leerte Victor, aprovecho para expresarte mi admiracion por tus multiples talentos.

Abrazos,
ERA


Gracias, ERA
La postal la pones tu, con un comentario y con tu amabilidad, like an unexpected thank-you card

Abrazos también para ti.

Víctor

Re: re: La chica del anuncio

Publicado: Lun, 03 Oct 2011 22:24
por Víctor F. Mallada
Pilar Morte escribió:Tus experiencias en versos nos llevan por los recuerdos llevando la memoria a este hermoso poema. Un placer recorrer estos momentos contigo.
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar

Tú siempre tan generosa.

Víctor

Publicado: Sab, 08 Oct 2011 21:48
por Víctor F. Mallada
Isabel Moncayo escribió:¡Vaya! Víctor y sus chicas (perdona la broma) Lo que relatas se filtra, eso tiene que querer decir que lo haces bien, se te da de lujo lo narrativo y eres muy detallilsta en los descriptivo, además que me ha parecido una historia llena de ternura y conmovedora.

Un abrazo
Hola, Isabel

!Te has dado cuenta!... Gracias por tus palabras que siempre son un aliciente. Sospecho que tengo que suplir la falta de técnica con eso... con ternura.

Un abrazo,

Víctor

Re: re: La chica del anuncio

Publicado: Lun, 17 Oct 2011 22:06
por Víctor F. Mallada
José Manuel Sáiz escribió:Bravo Víctor. No sabes lo que me alegra ver tus escritos por el foro. Dominas a la perfección la guitarra y la pluma. este poema es una historia en verso realmente encantadora.
Un abrazo, amigo.
J. Manuel
Gracias, Maestro
La historia puede ser lo que sea, pero sin un lector amable, como tu, no tendría sentido.
Un abrazo fuerte, también para ti.
Víctor