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El verbo siempre asoma en su silencio

Publicado: Mar, 20 Sep 2011 15:27
por Ana Muela Sopeña
A Rainer María Rilke, a propósito de su Octava Elegía de Duino

Tú miraste el misterio de este mundo
con los ojos del alma y del espíritu.

Entrenamos al niño
para que observe pronto
la realidad sin gusto ni placer.
Para que se cuestione cada acto.
Cada instante lo siente como una muerte lenta,
le quitamos el éxtasis
de simplemente ser uno con todo.
Y luego lamentamos
que vaguen extraviados por la vida,
como si nada fuera suficiente.

Los amantes no pueden concederse
la dicha del instante.
Han olvidado el arte de lo etéreo.
Ellos piensan que sólo
a través de su entrega podrán ser propietarios
del otro como un reo entre sus brazos.

Mas los amantes son sólo la puerta
de una percepción más elevada,
para sentir el cáliz de la mística
conectado a los cuerpos y sentidos.
La desnudez de un cuerpo es muy intensa
porque es una metáfora más grande
de otra desnudez mucho más honda.

Con el paso del tiempo
la influencia social es tan potente
que hemos despojado a la niñez
de su tiempo sin tiempo.

Y hemos despojado a los amantes
de ese paraíso de belleza
inmerso en horas lentas, sin relojes,
la espera de las cartas y los gestos.

Ahora casi todo es inmediato
y se mide en segundos o en minutos.

Pero el enigma habita en otra parte.
No habita entre los códigos binarios.
Habita entre la piel y las gaviotas.

Entre búhos y árboles,
entre los arrecifes de coral,
en murciélagos blancos y dispersos.

Una palabra siempre puede ser
el comienzo de algo
que nos lleve hacia estancias
por las revelaciones del espíritu,
el placer o el secreto.

A través de la puerta
el verbo siempre asoma en su silencio.

No podemos matar la infancia pura,
ni los códigos íntegros de amantes
con sus misivas libres
de manipulación o de sobornos.

Siempre que he recorrido cada verso
de la octava elegía de Duino
he sentido esa grata sensación
de que aún es posible
entrar en la emoción de la existencia
a través de los cuerpos desnudos del poema.


Ana Muela Sopeña


*****

La expresión:
"cuerpos desnudos del poema"
pertenece al poeta Pere Bessó.
Aparece en este poema de su autoría:
http://perebesso.blogspot.com/2011/09/les-fosques.html


Eduardo Apodaca
me enseñó a amar La Octava Elegía de Rilke.
La leíamos una y otra vez
y nos tenía fascinados.
La primera vez que leí esta Elegía fue en 1981.
Desde entonces nunca me he cansado de esta Elegía de Duino.

Publicado: Mar, 20 Sep 2011 18:27
por Guillermo Cumar.
Aún es posible, amiga, pero hay que volver a la naturaleza
Hay que salir de los volcanes y empezar la nueva vida como seres que
que de tanto ser humqnos no se deshumanicen.
Desde la niñez nos transformamos en lo supranatural
y nos vemos tan raros como rros somos.
Te lo subo porque lo merece y para gloria y rexcorrido de este foro.

Un abrazo

Guillermo

Publicado: Mar, 20 Sep 2011 23:46
por Gerardo Mont
Un poema bellísimo que se aprecia desde su rico mensaje hasta el arte con que esta escrito...Un lujo de lectura, poeta. Mis abrazos de amigo.

re: El verbo siempre asoma en su silencio

Publicado: Mié, 21 Sep 2011 12:12
por Julio Gonzalez Alonso
Amiga Ana. Sentimiento a raudales y muy buen hacer. La casualidad ha querido que haga pocas fechas me haya entretenido con la lectura de las cartas a un joven poeta de Rilke, descubriendo mucho de las dotes de observación, la sensibilidad y la magnífica manera de expresarse de este autor. Tengo pendiente la lectura de su obra poética y estoy convencido de que me gustará, como hoy me ha gustado tu poema. Con un abrazo.
Salud

Publicado: Mié, 21 Sep 2011 15:00
por Isabel Moncayo
Espléndido, Ana, ciertamente coincido con lo que dices en el cierre, a mí también me pasa con algunos autores y poemas, un lujazo leerte, un abrazo.

Publicado: Jue, 22 Sep 2011 17:21
por Nadia Conde
Un gusto leer este bello poema, Ana. Te felicito.

Publicado: Jue, 22 Sep 2011 19:13
por Ramón Carballal
Una reflexión magnifica, Ana, y un brillante poema. Mi felicitación y un abrazo.

Re: El verbo siempre asoma en su silencio

Publicado: Jue, 22 Sep 2011 19:46
por lazaro Habana
Ana Muela Sopeña escribió:A Rainer María Rilke, a propósito de su Octava Elegía de Duino

Tú miraste el misterio de este mundo
con los ojos del alma y del espíritu.

Entrenamos al niño
para que observe pronto
la realidad sin gusto ni placer.
Para que se cuestione cada acto.
Cada instante lo siente como una muerte lenta,
le quitamos el éxtasis
de simplemente ser uno con todo.
Y luego lamentamos
que vaguen extraviados por la vida,
como si nada fuera suficiente.

Los amantes no pueden concederse
la dicha del instante.
Han olvidado el arte de lo etéreo.
Ellos piensan que sólo
a través de su entrega podrán ser propietarios
del otro como un reo entre sus brazos.

Mas los amantes son sólo la puerta
de una percepción más elevada,
para sentir el cáliz de la mística
conectado a los cuerpos y sentidos.
La desnudez de un cuerpo es muy intensa
porque es una metáfora más grande
de otra desnudez mucho más honda.

Con el paso del tiempo
la influencia social es tan potente
que hemos despojado a la niñez
de su tiempo sin tiempo.

Y hemos despojado a los amantes
de ese paraíso de belleza
inmerso en horas lentas, sin relojes,
la espera de las cartas y los gestos.

Ahora casi todo es inmediato
y se mide en segundos o en minutos.

Pero el enigma habita en otra parte.
No habita entre los códigos binarios.
Habita entre la piel y las gaviotas.

Entre búhos y árboles,
entre los arrecifes de coral,
en murciélagos blancos y dispersos.

Una palabra siempre puede ser
el comienzo de algo
que nos lleve hacia estancias
por las revelaciones del espíritu,
el placer o el secreto.

A través de la puerta
el verbo siempre asoma en su silencio.

No podemos matar la infancia pura,
ni los códigos íntegros de amantes
con sus misivas libres
de manipulación o de sobornos.

Siempre que he recorrido cada verso
de la octava elegía de Duino
he sentido esa grata sensación
de que aún es posible
entrar en la emoción de la existencia
a través de los cuerpos desnudos del poema.


Ana Muela Sopeña


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La expresión:
"cuerpos desnudos del poema"
pertenece al poeta Pere Bessó.
Aparece en este poema de su autoría:
http://perebesso.blogspot.com/2011/09/les-fosques.html


Eduardo Apodaca
me enseñó a amar La Octava Elegía de Rilke.
La leíamos una y otra vez
y nos tenía fascinados.
La primera vez que leí esta Elegía fue en 1981.
Desde entonces nunca me he cansado de esta Elegía de Duino.

El error de los adultos es olvidarse de su infancia, de como
se piensa y se vivió en esa etapa. Un poema para meditar
y reflexionar, eso empuja a uno siempre.
Te agradezco Ana


abrazos


lázaro

Publicado: Jue, 22 Sep 2011 22:48
por Aníbal García
Tengo que decirte que me ha encantado tu poema. No he leído la Octava Maravilla de Diuno pero has despertado mi curiosidad. Creo que merecerá la pena.

Un abrazo.