Comentarios; sobre la posibilidad de viajar al futuro.

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Eduardo Coli
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Ubicación: Foz de Iguazú

Comentarios; sobre la posibilidad de viajar al futuro.

Mensaje sin leer por Eduardo Coli »

(Con la mente)

Es que no ay quien quiera explorar otros horizontes, otras realidades con las palabras, todo el mundo se aferra a lo ya conocido.

O lo que es lo mismo, una versión distinta, en otras palabras, o términos, renovada, reconstruida, de lo ya dicho.

Uno, cuando escarba y mueve las palabras, a veces hace un destape de cosas, abre un agujero, por el que emergen en tanto que escapa un montón de cosas, a y de el mundo, cosas muy significativas, pero no siempre sucede, abrir un agujero.

Si, la gente le tiene terror a lo desconocido, y lo único interesante en todo este asunto, es dar precisamente con lo desconocido, con oculto, no visto

Sobre el que uno está fundado, el problema, es quedarnos sin el sostén, sin el piso, el fundamento y caer al vacío.

Provocar, agujerear el mundo real, para que se oxigene de cosa nuevas, de aire fresco.

Si no, todo es una mera simulación, repetición de lo mismo, en ausencia de nada nuevo.

La historia en si busca proyectarse como cosa vieja, hacia adelante, en si a eso lo llama proyectarse hacia el futuro, y lo único que busca, es aguantar y sostenerse en el tiempo y el espacio, por el mayor tiempo y espacio posible, sin sufrí grandes cambios y transformaciones.

-Pero siempre se transforma.

Si fuera por ella, nada cambiaria, lo que pasa es que no puede detener, ni controlar, la expansión, el movimiento del universo.

No puede con ello, sufre los cambios, le tiene miedo al vacío, es más un barco que es empujado y sostenido, alimentado y mantenido por el futuro, que algo que busca el futuro.

Si uno se lanzara hacia el futuro desde el barco, la historia desaparece.

Uno desaparece, el futuro te lo da, muestra todo en la misma media que te cambia y te transforma a una velocidad sorprendente, este fenómeno no es para cualquiera.

No es la muerte-muerte la que nos lleva, es el futuro el que nos traga, devora, consume.

El futuro en si no es nada, es pura fuerza, poder y acción que nada dicen, nada muestran, hasta que se le opone resistencias, esa resistencias, se le oponen, se encienden, esa resistencias arden al paso del futuro.

Somos nosotros, resistencias que luchan por no desaparecer, en tanto esto, el futuro actual transcurre por nuestras formas, formándonos deformándonos, dándonos la experiencia de la vida, la muerte, o de esa serie ininterrumpido de cambios y transformaciones.


La historia constituida instituida es una forma que es barrida, empujada, transformada, constantemente cambiada, transitada por esta fuerza , lo que vive y protagoniza como fenómeno de sí , de su acontecer, o más bien es el acontecer, el paso, le transito de esta fuerza por sus estructuras, formas, como por nuestros cuerpos, nuestras venas.


La acción del futuro es similar a la acción de la corriente, la corriente se manifiesta en luz, la realidad especifica de la realidad, de los acontecimientos específicos, de la propia constitución del espacio y el tiempo, cuando actúa, cuando transcurre a través, por medio de la forma, la resistencia de la lámpara.

El futuro es la fuente de acción, la corriente que alimenta a esa lámpara, representa a la vida, al poder de esa lámpara, como a la fuerza y el poder de todas las cosas que vemos.

Al principio pensé que era la mente la que actuaba, ahora estoy más concientizado de que es el futuro el que actúa, la mente solo busca servirse de él, emplearle utilizarle en sus fines y objetivos, ya que la mente comparte su poder, al poderse mover y manifestar a través de las cosas que crea, produce.

La mente no alcanza realidad, la manifestación abierta en el espacio y el tiempo, mientras no tenga su objeto, su medio, el vehículo, o la forma, por la que manifestarse.


Creo que la vida- la muerte, la muerte- la vida, que para mí son dos nombres de una misma cosa, también emplea al futuro, como a las complejidades de sus formas, seres para manifestarse como tal.




Es muy complejo, pero se puede explicar y desarrollar, el futuro es movimiento, la producción y manifestación del mismo, el empuje del espacio tiempo a través de todas las cosa que se le oponen, se le reciten.

La idea que por costumbre no hacemos, o tenemos del futuro, es la proyección, la prolongación, supuesta duración de nuestro ser, a través del espacio y el tiempo, compartido y creado, sostenido por todos, y todas, las cosas que se le oponen, en tanto esto le configuran, le crean.

En tanto esto, la idea de futuro que manejamos, es idea de nuestro ser, proyectada en el espacio y tiempo que ya existe y resiste al futuro.


Si, nosotros buscamos escapar, conservarnos en el espacio y el tiempo, creado concebido por el movimiento, el flujo del futuro, queremos escapar huir de él, de su destrucción y creación constante, como a la misma vez, quedarnos y presenciar su espectáculo, congelados, in cambiantes, sin que nos ataque, nos afecte a nosotros.

En tanto esto, queremos permanecer por más tiempo y espacio, al margen del tiempo y el espacio, o lo que es la vida la muerte, o lo que representa la construcción y creación constante del mismo, nuestra situación es paradójica, contradictoria, totalmente paradójica y contradictoria en tal sentido.

Quiere la realidad, el espacio y el tiempo, y a la misma vez, quiere negar la realidad el espacio y el tiempo, es decir el cambio y la transformación constante.

Como no puede negar la realidad exterior, intenta negar, contrarrestar los efectos del cambio y la transformación interior, para ello no movemos mentalmente en su contra, a una velocidad muy próxima a la de la luz, con nuestra mente, girando, rotando, sobre nosotros mismos.

Este es un fenómeno extremadamente complejo y extraordinario, mentalmente estamos viajando, escapando, retrocediendo, o no avanzando en el futuro, al pasado, o girando sobre una neutralidad, inmovilidad mental, compensación mentalmente creada.

Nuestra observación del mundo y la realidad, como su estudio, experiencia del mismo, es totalmente desde aquí, este encapsulamiento mental.

Constantemente, permanecemos, mientras nuestras vidas-muerte, muertes- vidas, a través de la transformación constante de nuestros cuerpos se mueven, se consumen, explotan, estallan, mientras conciben, crean, dan forma y configuración a el espacio y el tiempo, por la acción del futuro.

Queremos retener, conservar la realidad que fluye con el espacio y el tiempo, con el futuro.

Ahora bien, lo interesante del asunto, la mente se puede liberar y mover correr con el futuro, y esto es lo que trato de resolver como posible, cada vez lo voy a ir aclarando de mejor manera.

Cada vez se me aclaran más cosas, todo se me hace más interesante.

Sí, todo va rotando, mutando de formas , de ideas , lo que digo es que la realidad visible y concreta que nos sostiene , se puede abandonar mentalmente, por lapsus de tiempos-espacios muy cortos , pero muy significativos, en vez de retroceder como lo hace a través de resistir el paso del futuro, la constante creación del espacio y el tiempo.

No hacia el pasado, ni por la reconstrucción mental del pasado, si no que hacia el futuro, que no está fuera, ni adelante, si no que está dentro y abajo de uno,

La energía metal que empleamos, invertimos, gastamos y consumimos en sostenernos en el espacio y el tiempo, es tremenda, no se sabes cuanta es.

Parecería que la mente que nos sostiene, en la que nos sostenemos, y nos protege, nos tuviera en su mano, y nos permite aventúranos más allá, hasta que no estemos maduros, para hacerlo.

Esto que estoy entreviendo como posible es tremendo, tiene significaciones de todos los colores.



Es que no ay quien quiera explorar otros horizontes, otras realidades con las palabras, todo el mundo se aferra a lo ya conocido.

O lo que es lo mismo, una versión distinta, en otras palabras, o términos, renovada, reconstruida, de lo ya dicho.

Uno, cuando escarba y mueve las palabras, a veces hace un destape de cosas, abre un agujero, por el que emergen en tanto que escapa un montón de cosas, a y de el mundo, cosa muy significativas, pero no siempre sucede, abrir un agujero.

Si, la gente le tiene terror a lo desconocido, y lo único interesante en todo este asunto, es dar precisamente con lo desconocido, con oculto, no visto

Sobre el que uno está fundado, el problema, es quedarnos sin el sostén, sin el piso, el fundamento y caer al vacío.

Provocar, agujerear el mundo real, para que se oxigene de cosa nuevas, de aire fresco.

Si no, todo es una mera simulación, repetición de lo mismo, en ausencia de nada nuevo.

La historia en si busca proyectarse como cosa vieja, hacia adelante, en si a eso lo llama proyectarse hacia el futuro, y lo único que busca, es aguantar y sostenerse en el tiempo y el espacio, por el mayor tiempo y espacio posible, sin sufrí grandes cambios y transformaciones.

-Pero siempre se transforma.

Si fuera por ella, nada cambiaria, lo que pasa es que no puede detener, ni controlar, la expansión, el movimiento del universo.

No puede con ello, sufre los cambios, le tiene miedo al vacío, es más un barco que es empujado y sostenido, alimentado y mantenido por el futuro, que algo que busca el futuro.

Si uno se lanzara hacia el futuro desde el barco, la historia desaparece.

Uno desaparece, el futuro te lo da, muestra todo en la misma media que te cambia y te transforma a una velocidad sorprendente, este fenómeno no es para cualquiera.

No es la muerte-muerte la que nos lleva, es el futuro el que nos traga, devora, consume.

El futuro en si no es nada, es pura fuerza, poder y acción que nada dicen, nada muestran, hasta que se le opone resistencias, esa resistencias, se le oponen, se encienden, esa resistencias arden al paso del futuro.

Somos nosotros, resistencias que luchan por no desaparecer, en tanto esto, el futuro actual transcurre por nuestras formas, formándonos deformándonos, dándonos la experiencia de la vida, la muerte, o de esa serie ininterrumpido de cambios y transformaciones.


La historia constituida instituida es una forma que es barrida, empujada, transformada, constantemente cambiada, transitada por esta fuerza , lo que vive y protagoniza como fenómeno de sí , de su acontecer, o más bien es el acontecer, el paso, le transito de esta fuerza por sus estructuras, formas, como por nuestros cuerpos, nuestras venas.


La acción del futuro es similar a la acción de la corriente, la corriente se manifiesta en luz, la realidad especifica de la realidad, de los acontecimientos específicos, de la propia constitución del espacio y el tiempo, cuando actúa, cuando transcurre a través, por medio de la forma, la resistencia de la lámpara.

El futuro es la fuente de acción, la corriente que alimenta a esa lámpara, representa a la vida, al poder de esa lámpara, como a la fuerza y el poder de todas las cosas que vemos.

Al principio pensé que era la mente la que actuaba, ahora estoy más concientizado de que es el futuro el que actúa, la mente solo busca servirse de él, emplearle utilizarle en sus fines y objetivos, ya que la mente comparte su poder, al poderse mover y manifestar a través de las cosas que crea, produce.

La mente no alcanza realidad, la manifestación abierta en el espacio y el tiempo, mientras no tenga su objeto, su medio, el vehículo, o la forma, por la que manifestarse.


Creo que la vida- la muerte, la muerte- la vida, que para mí son dos nombres de una misma cosa, también emplea al futuro, como a las complejidades de sus formas, seres para manifestarse como tal.




Es muy complejo, pero se puede explicar y desarrollar, el futuro es movimiento, la producción y manifestación del mismo, el empuje del espacio tiempo a través de todas las cosa que se le oponen, se le reciten.

La idea que por costumbre no hacemos, o tenemos del futuro, es la proyección, la prolongación, supuesta duración de nuestro ser, a través del espacio y el tiempo, compartido y creado, sostenido por todos, y todas, las cosas que se le oponen, en tanto esto le configuran, le crean.

En tanto esto, la idea de futuro que manejamos, es idea de nuestro ser, proyectada en el espacio y tiempo que ya existe y resiste al futuro.


Si, nosotros buscamos escapar, conservarnos en el espacio y el tiempo, creado concebido por el movimiento, el flujo del futuro, queremos escapar huir de él, de su destrucción y creación constante, como a la misma vez, quedarnos y presenciar su espectáculo, congelados, in cambiantes, sin que nos ataque, nos afecte a nosotros.

En tanto esto, queremos permanecer por más tiempo y espacio, al margen del tiempo y el espacio, o lo que es la vida la muerte, o lo que representa la construcción y creación constante del mismo, nuestra situación es paradójica, contradictoria, totalmente paradójica y contradictoria en tal sentido.

Quiere la realidad, el espacio y el tiempo, y a la misma vez, quiere negar la realidad el espacio y el tiempo, es decir el cambio y la transformación constante.

Como no puede negar la realidad exterior, intenta negar, contrarrestar los efectos del cambio y la transformación interior, para ello no movemos mentalmente en su contra, a una velocidad muy próxima a la de la luz, con nuestra mente, girando, rotando, sobre nosotros mismos.

Este es un fenómeno extremadamente complejo y extraordinario, mentalmente estamos viajando, escapando, retrocediendo, o no avanzando en el futuro, al pasado, o girando sobre una neutralidad, inmovilidad mental, compensación mentalmente creada.

Nuestra observación del mundo y la realidad, como su estudio, experiencia del mismo, es totalmente desde aquí, este encapsulamiento mental.

Constantemente, permanecemos, mientras nuestras vidas-muerte, muertes- vidas, a través de la transformación constante de nuestros cuerpos se mueven, se consumen, explotan, estallan, mientras conciben, crean, dan forma y configuración a el espacio y el tiempo, por la acción del futuro.

Queremos retener, conservar la realidad que fluye con el espacio y el tiempo, con el futuro.

Ahora bien, lo interesante del asunto, la mente se puede liberar y mover correr con el futuro, y esto es lo que trato de resolver como posible, cada vez lo voy a ir aclarando de mejor manera.

Cada vez se me aclaran más cosas, todo se me hace más interesante.

Sí, todo va rotando, mutando de formas , de ideas , lo que digo es que la realidad visible y concreta que nos sostiene , se puede abandonar mentalmente, por lapsus de tiempos-espacios muy cortos , pero muy significativos, en vez de retroceder como lo hace a través de resistir el paso del futuro, la constante creación del espacio y el tiempo.

No hacia el pasado, ni por la reconstrucción mental del pasado, si no que hacia el futuro, que no está fuera, ni adelante, si no que está dentro y abajo de uno,

La energía metal que empleamos, invertimos, gastamos y consumimos en sostenernos en el espacio y el tiempo, es tremenda, no se sabes cuanta es.

Parecería que la mente que nos sostiene, en la que nos sostenemos, y nos protege, nos tuviera en su mano, y nos permite aventúranos más allá, hasta que no estemos maduros, para hacerlo.

Esto que estoy entreviendo como posible es tremendo, tiene significaciones de todos los colores.
El día que demos vuelta
El curso de la estupidez
Es decir el de la historia
Dejaremos de usar riqueza
Para producir pobreza
Gustavo Ledesma
Mensajes: 146
Registrado: Sab, 19 Ene 2008 3:19
Ubicación: QUITO, ECUADOR.

Mensaje sin leer por Gustavo Ledesma »

Otra visión de vivir.
Un hombre vivo, aunque sea el hombre más simple, el más vulgar, el más
malvado o aún delincuente, no puede transmitir impureza ritual (Tumá).
En cambio, el hombre muerto, aunque haya sido el hombre más justo o el
más santo o el más puro, dado que su alma ha sido tomada de él,
transmite impureza ritual.
De este modo, a través de las leyes concernientes a la pureza ritual, la
Torá nos brinda una muestra más del valor de la vida. En el momento en
que la vida se interrumpe, el daño es enorme y la herida irreparable: el
hombre se convierte en un cuerpo que contamina.
¿Cómo podemos explicar la impureza que se produce por el contacto entre
un hombre vivo y un hombre muerto?
La muerte es el fin natural e inevitable, que nos espera pacientemente
al final del camino. Sin embargo, el hombre no vive generalmente con la
conciencia permanente acerca de la muerte, ni la sombra de ésta. El
hombre es un ser dinámico que vive y cree en sí mismo, en su propia
fuerza y en su propia vida. Sin embargo, el encuentro con la muerte
concreta puede hacer tambalear esta actitud del hombre. El peso de la
realidad de la muerte puede ser más fuerte que el de la conciencia
acerca de su existencia.
La visión sorprendente del hombre que hasta hace pocos instantes estaba
con vida, respiraba y sentía, y que repentinamente deja de respirar,
puede sacudir al hombre y estremecerlo con el pensamiento de que "el
hombre no vale nada", "que no vale la pena esforzarse", "para qué
luchar". Este encuentro con la muerte provoca un sentimiento de
pesimismo, que puede conducir a pensamientos individuales y sociales
perjudiciales, y por ende se produce la "contaminación".
El sistema de impureza ritual es un medio de defensa del espíritu del
hombre ante la muerte. Todo contacto con la muerte contamina, para
permitir la vuelta al equilibrio, al pensamiento adecuado, para
liberarse de la "filosofía del cementerio", y pudiendo entonces volver a
tener fe en el valor de su alma y de su vida.
El judaísmo no se relaciona con la muerte como un problema de higiene o
limpieza. El velatorio y entierro de los muertos se prolongaba durante
muchos días en el mundo antiguo. También hoy se aconstumbra a honrar al
muerto no llevando a cabo el entierro en forma inmediata, haciéndole
permanecer entre los vivos mientras sea posible.
Para el judaísmo sin embargo, cuanto menor sea el tiempo que transcurre
entre la muerte y el entierro, es mejor. El judaísmo considera que la
vida y la muerte son fenómenos reales, pero trata de llevar al hombre al
equilibrio adecuado entre ambos elementos, por lo cual se hace necesario
diferenciar con la mayor celeridad posible entre los vivos y los
muertos.
Es posible señalar otra profunda diferencia entre la vida y la muerte.
En el momento de su muerte, el hombre ve a la vida como una serie de momentos pasajeros,
y a la muerte como el fenómeno permanente.
El judaísmo nos enseña lo contrario: la vida es permanente y firme,
mientras que la muerte es algo pasajero y temporal.
Mientras vive, el hombre debe enfrentarse a la relación entre lo
temporal y lo permanente. La muerte enfrenta al hombre con el conflicto
entre la temporalidad y la permanencia. En esta relación radica el
secreto de la existencia. La vida del hombre se caracteriza por la
búsqueda de algo duradero, algo que permanezca a lo largo de todos los
cambios y transiciones. En ello consiste la búsqueda del sentido de la
existencia humana, el hombre busca la existencia metafísica más allá de
la mera existencia física .
Desde el punto de vista físico, el hombre depende de las leyes del
espacio y del tiempo. A nivel metafísico el hombre puede superarlas.
Esto explica la necesidad de la cultura, de la fe, de algo que le
conceda al hombre un sentido de permanencia en el mundo.
La muerte es un fenómeno físico que tiene lugar en la dimensión del
espacio. El sentido es un hecho metafísico que existe en la dimensión
del tiempo. En forma paradójica , el hombre puede "vencer" a la muerte
en la dimensión del espacio, en cuanto exista en el mundo del sentido,
en la dimensión del tiempo, y la muerte es percibida como temporal y
secundaria en relación a la continuidad y la permanencia de la vida
espiritual en el mundo del sentido.

Rabino Eliahu Birnbaum.
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