Editorial Alaire

Playa del “Seis”
Malabo, excesiva.

En tu arena, hoy,
coexisto en armonía
con mi memoria-niña de ayer,
de hace más de siete décadas.

Lapsos en los que a veces olvido
que cada marea
no es única ni transitoria,
que cada resaca,
es todo el océano.

En ésta arena aquietada
y frente a éste mar índigo,
presiento la evidencia
de la repatriación inmarcesible.

Es un dilatado instante...
… el del anhelado regreso.

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©MAR

Inmarcesible me gusta es mejor que inaccesible mil veces y dice mucho de tu recuerdo. Volver y recordar, a veces, se teme tanto como se desea.
Un saludo

y es que hay playas verdaderamente inspiradoras para la poesía.. como esta tuya desbordada de anhelos y morriñas, Un abrazo, Marisa

Hola marisa.
Yo es que tenga mucha envidia (y no sé si de la sana) a quienes tenéis el mar tan a mano y podéis plasmar sus actitudes y su belleza.



Me gustó el poema, amiga mía. Un abrazo.
Mario.

La niñez, el mar, la repatriación, todo coexiste para formar un bello poema. Un placer
Abrazos
Pilar

Marisa Peral escribió:Playa del “Seis”
Malabo, excesiva.

En tu arena, hoy,
coexisto en armonía
con mi memoria-niña de ayer,
de hace más de cinco décadas.

Lapsos en los que a veces olvido
que cada marea
no es única ni transitoria,
que cada resaca,
es todo el océano.

En ésta arena aquietada
y frente a éste mar índigo,
presiento la evidencia
de la repatriación inmarcesible.

Es un dilatado instante...
… el del anhelado regreso.

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©MAR

Otro poema sin respuestas a vuestra generosidad.
Gracias, Carmen Cid, Isabel Moncayo, Mario Martinez y Pilar Morte, por vuestros amables comentarios. Guinea Ecuatorial fue una parte importantísima de mi infancia.
Un abrazo.