Editorial Alaire

Pablo Medrano escribió:Anoche los cristales iluminaron las pupilas;
cortinas humeantes de huecos descosidos;
un rostro resignado de piel amordazada:
anciana de ojos tristes y párpados quemados,
prisionera en el castillo donde habita el sufrimiento;
se asoma sin palabras, asume su destino,
las letras se desbordan en el río de lo humano;

las voces de estos versos reprimen los suspiros
de un esposo y campesino entornando su mirada
amarillenta, que atraviesa su traviesa condición,
del hombre que es más hombre si consigue su alimento;

Las arrugas disimulan el veneno de su abrigo
y los colores del crepúsculo embellecen la venganza;
la princesa en su castillo reza su rosario
entre llamas que incineran una vida de castigo.

¡Libertad que brotas de la sangre derramada
antes de ser estancada por el llanto!;
la justicia no sabe del vuelo de los pájaros;
el reloj de cuco sigue dando bien las horas.

Estimado compañero:
Me ha gustado mucho las imágenes que presenta tu acertado poema. Te felicito y te doy la bienvenida al foro.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Hola, Begoña:
Gracias por tu comentario y cordial bienvenida.
Un saludo.

La lectura de tu poema nos conduce por metáforas hermosas. Un saludo.

Hola Pablo.
Hermosas imágenes en un también hermoso poema. Un placer leerte.
Abrazos y bienvenido, compañero.
Mario.

Gracias Miguel,
mi satisfacción, tu lectura.
Un abrazo.

Hola Mario,
aprovecho para saludarte y agradecerte tu lectura y cordial bienvenida.
Un abrazo.

Un gusto pasar por tus hermosos versos, Pablo. Un saludo cordial.

Pablo, me ha gustado tu poema, son hermosos y trabajados versos.
Saludos cordiales.

Hola Vicente,
gracias por tu paso.
Un abrazo.

Hola Hernán,
me satisface enormemente que te haya gustado el poema.
Un cordial saludo.

Me ha gustado tu poema, Pablo, tiene imágenes hermosas y de mucha fuerza.
Un saludo.

Hola Victoria,
me alegro de que te llegara el poema, que pretende revestir sus versos de la moral humana, no siempre encantadora, y de la libertad que para algunos es el fin de la de otros.
Un saludo.

Un placer llegar a tu poema y comprender que la moral
no cuadra a veces con la libertad ni la justicia.

Un abrazo

Guillermo