Editorial Alaire

En las preguntas blancas hay mil dormitorios encendidos.

Y pasillos de níquel con su laberinto azul.

Mira la luz cómo se adoctrina sobre el mármol, la caoba,
el frenesí de los columpios.

Mi niñez es un soldado que ya no teme su noche.

Hay música y senos rojos. Afuera se abre el mar
como una babosa terrible.

La infancia como fuente inagotable de materia prima para la poesía.Salud.Pepe Junco

Aquella habitación que resguarda de los miedos de fuera. Se siente la infancia. Hermosos versos
Abrazos
Pilar

Un gusto leer este hermoso poema, Ramón. Las imágenes son muy evocadoras.
Saludos.

jose junco escribió:La infancia como fuente inagotable de materia prima para la poesía.Salud.Pepe Junco

Así es. Un saludo cordial.

Paz interior que huye de los ruidos y los miedos.

Un abrazo

Guillermo

y es que desde la niñez todo es tan enormemente grande.

Un placer, Ramón, como siempre, un abrazo.

Hola Ramón.
Los miedos de la niñez, amigo mío, que a menudo vuelven.
Como de costumbre, un buen poema. Abrazos.
Mario.

Hay mucho del niño que siempre seremos...Las mismas guaridas, los miedos que crecieron y ampliaron sus fronteras y otros que se hicieron buenos amigos... Y el hombre que reclama el arrullo, las fuentes primeras y el sueño... Un gran gusto llegar a tus exquisitas y sugerentes imágenes en bien logrados versos. Mis abrazos de amigo.

Ramón Carballal escribió:En las preguntas blancas hay mil dormitorios encendidos.

Y pasillos de níquel con su laberinto azul.

Mira la luz cómo se adoctrina sobre el mármol, la caoba,
el frenesí de los columpios.

Mi niñez es un soldado que ya no teme su noche.

Hay música y senos rojos. Afuera se abre el mar
como una babosa terrible.

Cuando conquistamos algo de nosotros mismos, viene el reto de algo mas grande que nosotoros.
Tu poesia es esplendorosa y de un valor entranable.

Abrazos,
ERA

Todo un placer la lectura de este bello poema. Con mis saludos.

Pilar Morte escribió:Aquella habitación que resguarda de los miedos de fuera. Se siente la infancia. Hermosos versos
Abrazos
Pilar

Como bien dices aquella habitación era un refugio frente a los miedos de la infancia. Gracias por comentar. Un abrazo.

En las preguntas blancas hay mil dormitorios encendidos.

Y pasillos de níquel con su laberinto azul

me gustó tu laberinto azul amigo

Jorge Larumbe escribió:Un gusto leer este hermoso poema, Ramón. Las imágenes son muy evocadoras.
Saludos.

Gracias, Jorge, por leer mi poema y comentarlo. Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Paz interior que huye de los ruidos y los miedos.

Un abrazo

Guillermo

Te agradezco esas acertadas palabras. Un abrazo.