Editorial Alaire

Miguel Alcantud escribió:Te he visto, cristal perdido
esmerilándote el alma,
horizonte al infinito
buscando la voz
quebrada en el amargo color
de tu adolescente espera.

Galopa el caballo gris
en la sangre de tu almohada,
a la grupa tu silencio,
desbocada melodía al eterno cotidiano
de tu miedo dormido,
de tu cuerpo oculto.

Te he visto en el rincón mortal del basurero,
yo que viví tus latidos,
que bebí de tu boca
y me nutrí de tu cuerpo
antaño idolatrado en la demencia
de mis quince años,
hoy, guiñapo carcomido por el tiempo.

Galopa el caballo gris
entre tus venas de fuego amortajadas,
muñeca rota en engaños,
aún parece que te escucho:

¿ Te apetece pasar un buen rato ?...

Si supieras como duelen tus palabras

Pilar Morte escribió:Sobre las huellas del pasado responden estos versos emotivos llenos de compasión en cada palabra. Precioso poema
Abrazos
Pilar

lazaro Habana escribió:

Miguel Alcantud escribió:Te he visto, cristal perdido
esmerilándote el alma,
horizonte al infinito
buscando la voz
quebrada en el amargo color
de tu adolescente espera.

Galopa el caballo gris
en la sangre de tu almohada,
a la grupa tu silencio,
desbocada melodía al eterno cotidiano
de tu miedo dormido,
de tu cuerpo oculto.

Te he visto en el rincón mortal del basurero,
yo que viví tus latidos,
que bebí de tu boca
y me nutrí de tu cuerpo
antaño idolatrado en la demencia
de mis quince años,
hoy, guiñapo carcomido por el tiempo.

Galopa el caballo gris
entre tus venas de fuego amortajadas,
muñeca rota en engaños,
aún parece que te escucho:

¿ Te apetece pasar un buen rato ?...

Si supieras como duelen tus palabras

Siempre encuentro en tu poesía algo
que me identifica.
Muy bueno Miguel


abrazos

lázaro

Maria Pilar Gonzalo escribió:Un poema muy duro de leer.
Me ha gustado mucho compañero.

un saludo.

Miguel Alcantud escribió:Te he visto, cristal perdido
esmerilándote el alma,
horizonte al infinito
buscando la voz
quebrada en el amargo color
de tu adolescente espera.

Galopa el caballo gris
en la sangre de tu almohada,
a la grupa tu silencio,
desbocada melodía al eterno cotidiano
de tu miedo dormido,
de tu cuerpo oculto.

Te he visto en el rincón mortal del basurero,
yo que viví tus latidos,
que bebí de tu boca
y me nutrí de tu cuerpo
antaño idolatrado en la demencia
de mis quince años,
hoy, guiñapo carcomido por el tiempo.

Galopa el caballo gris
entre tus venas de fuego amortajadas,
muñeca rota en engaños,
aún parece que te escucho:

¿ Te apetece pasar un buen rato ?...

Si supieras como duelen tus palabras

Marisa Peral escribió:

Miguel Alcantud escribió:
Tienes la capacidad de crear imágenes que, a veces, son dardos.
Un poema excepcional, directo, dicente y muy sincero.
Un abrazo, compañero.

Juan Fionello escribió:Muy triste en su dolorosa realidad, Miguel. Espléndido.


Abrazos.

Guillermo Cuesta escribió:Mucha nostalgia en estos estupendos versos. Para el amor también hay fechas o edades o....
quién sabe. Los sueños no pueden ser ni jóvenes ni viejos, sólo son sueños.

Un abrazo

Guillermo