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Nadie gritó silencio

Publicado: Dom, 04 Sep 2011 12:40
por Mario Martínez
Nadie dijo su nombre,
ni pronunció siquiera la palabra silencio.
Amordazó otras voces
y ella siguió gritando su eterna pesadilla
de vidas destrozadas.
Su cara era el espanto y sus manos tenían
la muerte entre los dedos. Agónicos latidos
de corazones rotos,
de carne desangrada,
de destrucción y llanto.
Eterna borrachera de bárbara secuencia
apurando las heces de un furor que no acaba;
enfrentamientos necios,
oídos siempre sordos a la razón sensata,
esa que vaga sola sobre tierra de nadie
desnuda y desolada.

Nadie contó los muertos,
nadie supo pararla.
Se vistieron de luto silenciosas las ánimas
y tañeron sus notas de dolor las campanas.
Las plegarias volaron hacia el dios del vacío
como volutas de humo,
como vahos de escarcha.
Nadie tuvo la culpa, todos sembraron lágrimas.
Fue la injusticia norma,
la verdad aplastada,
la valentía, un niño con las manos atadas.
Luego quedó el vacío asomando a los ojos,
contriciones, reproches,
impotencia, venganzas.
Fueron los sueños presos, presa fue la palabra.
Las risas se agostaron,
la paloma huyó lejos,
y el gusano del odio taladró la esperanza.

Ya callaron las voces.
Los muertos siempre callan.
Ya se aleja el jinete de la lucha sin tregua.
Necesita más sangre,
sabe donde encontrarla.
Busca la Guerra un templo donde velar sus armas.




Mario

Publicado: Dom, 04 Sep 2011 13:24
por jose junco
Excelente poema amigo Mario: un juego muy bien tensionado en el que ritmo, rimas y mirada se combinan a la perfección. Salud.Pepe Junco

re: Nadie gritó silencio

Publicado: Dom, 04 Sep 2011 16:04
por Julio Gonzalez Alonso
Con exquisita voz se eleva esta protesta contra la barbarie; el lirismo de estos versos conmueve y enfrenta la reflexión. No podemos mirar para otro lado. Enhorabuena, Mario.
Salud

re: Nadie gritó silencio

Publicado: Dom, 04 Sep 2011 16:28
por Nésthor Olalla
La guerra es el constante fermento de la entraña misma, quizá la propia esencia que codifica lo humano, y tú con "arma corta", sutil, más que liviana, con hambre de gritar su compromiso lo describes con grandeza.



Siempre un gusto leerte, amigo Mario

re: Nadie gritó silencio

Publicado: Dom, 04 Sep 2011 17:48
por Pilar Morte
Magnífico, Mario, como siempre. Has descrito la guerra con sutileza profunda. Un placer
Abrazos
Pilar

Publicado: Dom, 04 Sep 2011 19:46
por Guillermo Cumar.
No podremos gritarsilencio porque etonces lo rompemos, aunque si podemos protestar, y tú ya lo haces y de forma magnificente. Yo te aplaudo por el poema
pero sé que las guerras nunca acaban, siempre hay por lo menos una en varios
sitios, y siempre por el poder o la envidia.

Recibe mi aplauso y mi abrazo

Guillermo

Publicado: Lun, 05 Sep 2011 17:12
por Jorge Larumbe
Un gusto leer este poema que invita a la reflexión sobre los horrores bélicos.
Un saludo cordial.

Publicado: Mar, 06 Sep 2011 16:06
por Abel Mata
Me ha gustado mucho este poema, te felicito, Mario.

Re: Nadie gritó silencio

Publicado: Mar, 06 Sep 2011 16:13
por lazaro Habana
Mario Martínez escribió:Nadie dijo su nombre,
ni pronunció siquiera la palabra silencio.
Amordazó otras voces
y ella siguió gritando su eterna pesadilla
de vidas destrozadas.
Su cara era el espanto y sus manos tenían
la muerte entre los dedos. Agónicos latidos
de corazones rotos,
de carne desangrada,
de destrucción y llanto.
Eterna borrachera de bárbara secuencia
apurando las heces de un furor que no acaba;
enfrentamientos necios,
oídos siempre sordos a la razón sensata,
esa que vaga sola sobre tierra de nadie
desnuda y desolada.

Nadie contó los muertos,
nadie supo pararla.
Se vistieron de luto silenciosas las ánimas
y tañeron sus notas de dolor las campanas.
Las plegarias volaron hacia el dios del vacío
como volutas de humo,
como vahos de escarcha.
Nadie tuvo la culpa, todos sembraron lágrimas.
Fue la injusticia norma,
la verdad aplastada,
la valentía, un niño con las manos atadas.
Luego quedó el vacío asomando a los ojos,
contriciones, reproches,
impotencia, venganzas.
Fueron los sueños presos, presa fue la palabra.
Las risas se agostaron,
la paloma huyó lejos,
y el gusano del odio taladró la esperanza.

Ya callaron las voces.
Los muertos siempre callan.
Ya se aleja el jinete de la lucha sin tregua.
Necesita más sangre,
sabe donde encontrarla.
Busca la Guerra un templo donde velar sus armas.




Mario


De millones héroes anónimos está regado
el suelo de cualquier lugar en época de guerra.
Recordarlos es un mérito al amor.
Muy buen poema Mario


abrazos


lázaro

re: Nadie gritó silencio

Publicado: Mar, 06 Sep 2011 17:06
por Ramón Ataz
Excelente, Mario, el tono general de la composición y cada uno de sus rincones líricos transmite el dolor, la perplejidad que lo que tenemos de humanos nos debe hacer sentir ante la guerra.

Un abrazo.

re: Nadie gritó silencio

Publicado: Mar, 06 Sep 2011 20:12
por Mario Martínez
Gracias Pepe, y abajo las guerras, cualquiera de ellas.
un abrazo.
Mario.

re: Nadie gritó silencio

Publicado: Mié, 07 Sep 2011 9:42
por Mario Martínez
Gracias Julio, siempre tan amable con mis escritos. Un abrazo, amigo mío.
Mario.

Publicado: Mié, 07 Sep 2011 20:08
por Ramón Carballal
Todo un alegato contra la barbarie y la destrucción que supone cualquier guerra. Un poema escrito con maestría como todos los tuyos. Un abrazo.

Re: Nadie gritó silencio

Publicado: Mié, 07 Sep 2011 22:22
por E. R. Aristy
Mario Martínez escribió:Nadie dijo su nombre,
ni pronunció siquiera la palabra silencio.
Amordazó otras voces
y ella siguió gritando su eterna pesadilla
de vidas destrozadas.
Su cara era el espanto y sus manos tenían
la muerte entre los dedos. Agónicos latidos
de corazones rotos,
de carne desangrada,
de destrucción y llanto.
Eterna borrachera de bárbara secuencia
apurando las heces de un furor que no acaba;
enfrentamientos necios,
oídos siempre sordos a la razón sensata,
esa que vaga sola sobre tierra de nadie
desnuda y desolada.

Nadie contó los muertos,
nadie supo pararla.
Se vistieron de luto silenciosas las ánimas
y tañeron sus notas de dolor las campanas.
Las plegarias volaron hacia el dios del vacío
como volutas de humo,
como vahos de escarcha.
Nadie tuvo la culpa, todos sembraron lágrimas.
Fue la injusticia norma,
la verdad aplastada,
la valentía, un niño con las manos atadas.
Luego quedó el vacío asomando a los ojos,
contriciones, reproches,
impotencia, venganzas.
Fueron los sueños presos, presa fue la palabra.
Las risas se agostaron,
la paloma huyó lejos,
y el gusano del odio taladró la esperanza.

Ya callaron las voces.
Los muertos siempre callan.
Ya se aleja el jinete de la lucha sin tregua.
Necesita más sangre,
sabe donde encontrarla.
Busca la Guerra un templo donde velar sus armas.




Mario




Mario, logras acariciar a la tristeza, al terrible desencanto que nos desequilibra.

Un gran placer leerte.

ERA

Publicado: Vie, 09 Sep 2011 5:08
por Margarita Rosa Oviedo
Encantada de leer versos tan hermosos y dicentes, Mario. Mi felicitación con un saludo.