Editorial Alaire

En el paisaje reflexivo y manso
del ciclo de la vida lúcida reverberan los cementerios dignos.
La muerte es trance natural
y consecuencia obligatoria
del último episodio del ser vivo.
En el resumen exclusivo de un epitafio colindante
la lápida recuerda y disimula.
Es su silencio, total y literario,
lo que oculta la estampa funeraria
desde el definitivo elogio del difunto.
El cuerpo se hace polvo
en el lecho de dioses inmortales
para que la fúnebre estela mortuoria
consiga recoger algún latido
y extrapolarse al otro mundo.
Si desde aquí se especifica al hombre,
descenderá con la esperanza verdecida y ampliada
a la pradera intensa de impacto imaginario.
Penosamente indigno sería el resultado
si en tal impacto sucediera
que el indolente y gráfico epitafio
incumpliera la oferta conferida.

Ojalá fuese como tú dices, seríamos felices aún en las penas. Un trance al más allá de la otra vida.
Me gustó leerte
Abrazos
Pilar

buen poema donde reflexionas sobre la muerte todo un poema creo donde el pensamiento trata de meterse detrás de las lapidas

Un gusto leer poesía tan profunda, Guillermo. Con mis saludos cordiales.

Pilar Morte escribió:Ojalá fuese como tú dices, seríamos felices aún en las penas. Un trance al más allá de la otra vida.
Me gustó leerte
Abrazos
Pilar

Como es ley de vida la muerte hay que verla con buenos ojos, por si hay algo de algodetrás.

Gracias por tu amable visita y comentario.

Un abrazo

Guillermo

Una inteligente reflexión vertida en versos de gran virtuosismo.Me ha gustado tu poema.

Un abrazo.

Serena y amplia reflexión sobre la muerte, ese final inexcusable de lo que entendemos por vida y para el que dedicas una mirada tranquilizadora. Con un abrazo.
Salud

La muerte y el poeta; esa eterna y oscura seducción, siempre librando su íntima batalla.

Brillante.

Un gusto, compañero

javierdicenzo80 escribió:buen poema donde reflexionas sobre la muerte todo un poema creo donde el pensamiento trata de meterse detrás de las lapidas

Mirar a la muerte desde atrás seguramente alarga la vida, pero es alargar irremesiblemente
lo ya determinado a la misma hora de nacer.
Gracias por tu visita y esa satisfactoria alabanza.

Un abrazo

Guillermo

Victoria Montes escribió:Un gusto leer poesía tan profunda, Guillermo. Con mis saludos cordiales.

Gracias Victoria por tu amable visita y gratificante mensaje.
Un abrazo

Guillermo

Juan Fionello escribió:Una inteligente reflexión vertida en versos de gran virtuosismo.Me ha gustado tu poema.

Un abrazo.

Gracias, Juan, acepto tu exageración de virtuosismo y aprecio tu visita, pero no te pases, amigo.
Qué más quisiea yo.

Un a brazo
Guillermo

Hola Guillermo.
Reflexiones acertadas que comparto, amigo mío. Buen poema. Un abrazo.
Mario.

Guillermo Cuesta:
¡Soberbio! ¡Elegante! ¡Majestuoso!
El poema contienen fuerzas vivas con poder y elocuencia deslumbrantes.
Te felicito por tan fervoroso derroche de energía verbal y conceptual.
Un beso:
Raquel Argumedo
Foro Literalia México

Julio González Alonso escribió:Serena y amplia reflexión sobre la muerte, ese final inexcusable de lo que entendemos por vida y para el que dedicas una mirada tranquilizadora. Con un abrazo.
Salud

Me ha gustado que hayas visto ese tono pacífico de la muerte.
Yo creo que cuanto más miedo se la tiene peor se muere.

Gracias por tu amable visita

Un abrazo
Guillermo

Nésthor Olalla escribió:La muerte y el poeta; esa eterna y oscura seducción, siempre librando su íntima batalla.

Brillante.

Un gusto, compañero

Gracias, Nesthor, por tu visita amable.
Nunca podrá separarse la vida de la muerte y viceversa.

Un abrazo

Guillermo