PRESIENTO QUE REGRESAS
Publicado: Mar, 30 Ago 2011 9:05
Caerán las palabras
poco a poco,
dulcemente envueltas en tu aroma,
en esa danza loca que mueve tus caderas...
y provoca.
Empapará el rocío tu sonrisa
y te traerá de nuevo,
como la brisa inquieta que marea
las mieses de tu pelo entre la bruma,
acuarela que escribe sensaciones...
y provoca.
Volverán las sedas de tus senos
en un escalofrío,
y serán sinfónicos acordes
los dedos que me ocultan,
las manos que me arrastran, y los gozos,
el cálido sentido de tu cuerpo
que enciende los luceros...
y provoca.
Vendrán a recibirme
las piernas que te encumbran
a cielos de azabache,
los muslos que me acogen
inmaculadamente escritos,
colosos desafíos de bocas ateridas,
heridas de nostalgia que crea y que destruye,
y huye y se arrepiente,
y se diluye en el torrente que traza sentimientos...
y provoca.
De nuevo será el tiempo de vivirte
y me hallarás dispuesto,
vestido de purezas y alboradas,
ungido de palabras sin edades,
de recuerdos que aún son lejanía
envueltos en el alba que hoy te acerca,
en esa sombra que avisa tu retorno
y despierta el ansia que busca
y que presiente, y nota que el aire se ha hecho aroma
que endulza mi boca y te reclama,
y ama la locura que inquieta los silencios...
Y provoca.
poco a poco,
dulcemente envueltas en tu aroma,
en esa danza loca que mueve tus caderas...
y provoca.
Empapará el rocío tu sonrisa
y te traerá de nuevo,
como la brisa inquieta que marea
las mieses de tu pelo entre la bruma,
acuarela que escribe sensaciones...
y provoca.
Volverán las sedas de tus senos
en un escalofrío,
y serán sinfónicos acordes
los dedos que me ocultan,
las manos que me arrastran, y los gozos,
el cálido sentido de tu cuerpo
que enciende los luceros...
y provoca.
Vendrán a recibirme
las piernas que te encumbran
a cielos de azabache,
los muslos que me acogen
inmaculadamente escritos,
colosos desafíos de bocas ateridas,
heridas de nostalgia que crea y que destruye,
y huye y se arrepiente,
y se diluye en el torrente que traza sentimientos...
y provoca.
De nuevo será el tiempo de vivirte
y me hallarás dispuesto,
vestido de purezas y alboradas,
ungido de palabras sin edades,
de recuerdos que aún son lejanía
envueltos en el alba que hoy te acerca,
en esa sombra que avisa tu retorno
y despierta el ansia que busca
y que presiente, y nota que el aire se ha hecho aroma
que endulza mi boca y te reclama,
y ama la locura que inquieta los silencios...
Y provoca.