dos sonetos para dos envolturas
Publicado: Dom, 02 Mar 2008 4:14
*
Dos sonetos para dos envolturas
apenas tengo trato con la aurora
por no mirar la luz que eres ahora.
Carilda Oliver
I editado
Amor que vienes presto hasta mi mente,
sereno, blanco, tenaz excesivo,
no serás sueño que la noche miente
para hacerte el amor imperativo.
No es otro corazôn en el ambiente
el que me anega, manso y subversivo;
siento vaga tu voz, broto el relente
mientras arde el dolor apetitivo.
Vienes confuso, vienes y me tocas
la calle en que voy viva y refutada,
a gritarme tu adiôs como si nada.
Y como un duende muerto me proocas
porque quieres matarme en otra huida,
rîgido amor, cadâver de mi vida.
I
Amor, ahora que vienes a mi mente,
sereno, blanco, indómito excesivo,
no serás sueño que la noche miente
para hacerte el amor imperativo.
No es otro corazón en el ambiente
el que me anega manso y subversivo;
siento vaga tu voz, broto el relente
mientras me arde un dolor apetitivo.
Vienes confuso, vienes y me tocas
la calle en que voy viva y refutada,
a gritarme otro adiós como si nada.
Y como un duende muerto me provocas
porque quieres matarme en otra huida,
rígido amor, cadáver de mi vida.
Me lo aprendî esa noche. De su acento
salîa una caricia inusitada;
y en la esquina tenaz de su mirada
me tropecé desnuda con el viento.
Carilda Oliver
II
Ven, que supe una noche qué es el fuego de amor,
envuelta en una luna de raigambre,
vente a mi firme piel que soy niña de estambre,
ven, soy tu ser vital, ven por favor.
Vente sobre la dermis que ha manchado el albor,
llega a los labios que saben del hambre,
ven con la piel de lirio, ven que quiero asombrarme
sobre tu piel y mi enfermo dolor.
Iré a tu acento suave, como abierto capullo,
a tus halagos, como flor desnuda,
iré al tejido cósmico infinito.
Ven que me empeño triste, sola sigo el murmullo
que trae mi piel corteza, piel aguda,
noble epidermis de innoble apetito.
II
Ven, que aprendí una noche qué es el fuego de amor,
envuelta en una luna de raigambre,
vente a mi estable piel que soy niña de estambre,
ven, soy tu ser vital, ven por favor.
Vente sobre la dermis que ha manchado el albor,
besa los labios que saben del hambre,
ven con la piel de lirio, ven que quiero un enjambre
sobre mi piel y su enfermo dolor.
Iré a tu acento suave, como abierto capullo,
a tus halagos, como flor desnuda,
iré al tejido cósmico infinito.
Ven que me empeño triste, sola sigo el murmullo
que trae mi piel corteza, piel aguda,
noble epidermis de innoble apetito.
Lourdes Spin
Paris, 2 mars 2008
Dos sonetos para dos envolturas
apenas tengo trato con la aurora
por no mirar la luz que eres ahora.
Carilda Oliver
I editado
Amor que vienes presto hasta mi mente,
sereno, blanco, tenaz excesivo,
no serás sueño que la noche miente
para hacerte el amor imperativo.
No es otro corazôn en el ambiente
el que me anega, manso y subversivo;
siento vaga tu voz, broto el relente
mientras arde el dolor apetitivo.
Vienes confuso, vienes y me tocas
la calle en que voy viva y refutada,
a gritarme tu adiôs como si nada.
Y como un duende muerto me proocas
porque quieres matarme en otra huida,
rîgido amor, cadâver de mi vida.
I
Amor, ahora que vienes a mi mente,
sereno, blanco, indómito excesivo,
no serás sueño que la noche miente
para hacerte el amor imperativo.
No es otro corazón en el ambiente
el que me anega manso y subversivo;
siento vaga tu voz, broto el relente
mientras me arde un dolor apetitivo.
Vienes confuso, vienes y me tocas
la calle en que voy viva y refutada,
a gritarme otro adiós como si nada.
Y como un duende muerto me provocas
porque quieres matarme en otra huida,
rígido amor, cadáver de mi vida.
Me lo aprendî esa noche. De su acento
salîa una caricia inusitada;
y en la esquina tenaz de su mirada
me tropecé desnuda con el viento.
Carilda Oliver
II
Ven, que supe una noche qué es el fuego de amor,
envuelta en una luna de raigambre,
vente a mi firme piel que soy niña de estambre,
ven, soy tu ser vital, ven por favor.
Vente sobre la dermis que ha manchado el albor,
llega a los labios que saben del hambre,
ven con la piel de lirio, ven que quiero asombrarme
sobre tu piel y mi enfermo dolor.
Iré a tu acento suave, como abierto capullo,
a tus halagos, como flor desnuda,
iré al tejido cósmico infinito.
Ven que me empeño triste, sola sigo el murmullo
que trae mi piel corteza, piel aguda,
noble epidermis de innoble apetito.
II
Ven, que aprendí una noche qué es el fuego de amor,
envuelta en una luna de raigambre,
vente a mi estable piel que soy niña de estambre,
ven, soy tu ser vital, ven por favor.
Vente sobre la dermis que ha manchado el albor,
besa los labios que saben del hambre,
ven con la piel de lirio, ven que quiero un enjambre
sobre mi piel y su enfermo dolor.
Iré a tu acento suave, como abierto capullo,
a tus halagos, como flor desnuda,
iré al tejido cósmico infinito.
Ven que me empeño triste, sola sigo el murmullo
que trae mi piel corteza, piel aguda,
noble epidermis de innoble apetito.
Lourdes Spin
Paris, 2 mars 2008