Editorial Alaire

He navegado mares que no existen,
y transité desiertos de cordura
sin gota de emoción, en la premura
de aquellos que al destino se resisten.

Me desnudé de afectos que no visten
y borre de mi mente cada impura
y humana condición, salvé la albura
de flores de inocencia que subsisten.

Y me lancé al camino convencido
de hallar en la Verdad motivaciones
que hicieran mi renuncia provechosa.

Pero no la encontré, y estoy perdido
en medio de un erial de frustraciones
buscando en los espinos blanca rosa.

Mario

hermoso soneto amigo muy bello
javier

Muy buen soneto, Mario.

Me encantan su fondo y su forma.

Un abrazo
Y
Enhorabuena
Ana

Todos somos buscadores de la verdad, pero tú lo demuestras una vez más con este hermoso poema. Como siempre, es un placer pararse en tu propuesta.
Abrazos
Pilar

Todos somos buscadores de la verdad, pero tú lo demuestras una vez más con este hermoso poema. Como siempre, es un placer pararse en tu propuesta.
Abrazos
Pilar

Sigue buscando, Mario, la verdad está ahí, al menos esa que a cada cual le pueda ser útil.¿Qué decir del poema? Pues que es excelente, no cabe otra. Mi felicitación y un abrazo.

Mario Martínez escribió:He navegado mares que no existen,
y transité desiertos de cordura
sin gota de emoción, en la premura
de aquellos que al destino se resisten.

Me desnudé de afectos que no visten
y borre de mi mente cada impura
y humana condición, salvé la albura
de flores de inocencia que subsisten.

Y me lancé al camino convencido
de hallar en la Verdad motivaciones
que hicieran mi renuncia provechosa.

Pero no la encontré, y estoy perdido
en medio de un erial de frustraciones
buscando en los espinos blanca rosa.

Está claro que eres el maestro indiscutible del monstruo de catorce patas.
Felicidades, Mario, por tan buen soneto.

Mi abrazo

Mario

Mario, duscar la VERDAD entre tus poemas, es cosa fácil, la pones siempre entre líneas y encima "asonetada".

Un enorme abrazo para tí, Mario... mediterráneo por supuesto.

Amigo Mario, qué magnífico soneto, amigo.
La búsqueda de la verdad no puede quedar en el intento
porque la decepción sería grande.
A veces hay que pincharse un poco para recoger la rosa.

Un abrazo

Guillermo

Mario,

como siempre la maquinaria del endecasílabo bien engrasada, dando buen rendimiento. Tienes un estilo, una voz propia, y eso ya es mucho en poesía, dicen que es algo que se adquiere durante décadas y algunos poetas conocidos no la alcanzan nunca. Me gustan este tipo de sonetos confesionales, muy personales, que practicas a menudo.

Saludos.

Gracias Javier, amigo mío, me alegra tu entrada y comentario.
Mario.

Gracias Ana, amiga mía, me alegra que te gustara. Un abrazo.
Mario.

Mario. Tu soneto hermoso como siempre, aunque ahora lo revistes de dosis de pesimismo. La vida es dificil quizás por eso, es hermosa. Un abrazo

Un bello soneto que he disfrutado como amante que soy de la poesía clásica.
Un saludo, Mario, y hasta otra.

Mario Martínez escribió:He navegado mares que no existen,
y transité desiertos de cordura
sin gota de emoción, en la premura
de aquellos que al destino se resisten.

Me desnudé de afectos que no visten
y borre de mi mente cada impura
y humana condición, salvé la albura
de flores de inocencia que subsisten.

Y me lancé al camino convencido
de hallar en la Verdad motivaciones
que hicieran mi renuncia provechosa.

Pero no la encontré, y estoy perdido
en medio de un erial de frustraciones
buscando en los espinos blanca rosa.

Mario

Tremendo soneto Mario ! Te felicito amigo.

Muestras ese dominio total de la técnica con contenido
y eso es ser poeta en verdad

abrazos

lázaro

Editorial Alaire

Buscando la Verdad

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