Editorial Alaire

Figuras preciosas en tu calorífico poema.
Ese instante lento tiene que ser muy gratificante y duradero.

Un abrazo

Guillermo

Todo es hermoso en este interesante poema con ribetes eróticos bien plasmados.
Felicitaciones y saludos.

Hola J.J.
Erotismo sutil y hermosas imágenes en unos versos que como siempre me ha encantado leer, amigo mío, el poema se lee muy bien y es gratificante en su lectura.

Quizá si tuviese que objetarle algo al poema sería esa asonancia tan cercana y visible en el segundo verso:

Te miraba como una saciedad de la persistencia,
delirada en el oro que la corriente arrastra;

Aunque también puede ser que lo mío sea "deformación profesional" y que no le des la importancia que yo le aprecio, porque seguramente no la tenga.

Un abrazo para todos desde ésta, la ciudad de las cigúeñas, y en este año la ciudad del Barroco, con una hermosa exposición en la Colegiata de san Miguel (abierta y restaurada) que está atrayendo visitantes de toda España con un gran éxito para la ciudad.

Mario.

Como siempre magníficos versos, J.J. Mi felicitación e unha aperta.

Hermosos versos, geniales.
Encantada con la lectura.

Sobresaliente poema, que transmite el calor en imágenes exquisitas y bien concatenadas. Envidiable el arte de tu pluma que sugiere y profundiza. Mis abrazos de amigo.

Guillermo Cuesta escribió:Figuras preciosas en tu calorífico poema.
Ese instante lento tiene que ser muy gratificante y duradero.

Un abrazo

Guillermo

Gracias Guillermo por abrir este poema de tan generosas maneras.

Un abrazo.

Un poema muy veraniego con imágenes acertadas. Lo he recorrido y casi me llena el sudor de sus versos. Un placer de los sentidos.
Abrazos
Pilar

Aplaudo hasta la extenuación este sensacional poema. Sin duda un texto literario del más alto nivel.

Mi abrazo, J.J., junto a mi admiración.

J. J. M. Ferreiro escribió:Te miraba como una saciedad de la persistencia,
delirada en el oro que la corriente arrastra;
de la hartura del verano
como si fuese una dilatación extendida sobre la arena;
ese remedo de avidez
que se arraiga en todos los cuerpos.

Te miraba desde un espacio sin dimensión,
yermo e inconsciente
como el crujir de mandíbula del gran tiburón blanco.
Quizá es que la ambición reniega del horror
como el tormento
reniega de los mares,
como reniega
la sangre de los ríos
y de los cuerpos en el puro llanto del calor;

dos lágrimas de humedad reflejando la luna,
dos perlas que chispean,
dos gotas de sudor
ululando
en tu carne encendida;
el humeante seno
que se extiende al pinar como un ropaje,
en el vapor sublime
de un instante
muy
lento.

Asì como esos ùltimos versos, llega este poema J.J.M., en su sensualidad, en la avidez y el torbellino que produce. Un placer leerte, Luna.-

He terminado encantada dos lecturas de este hermoso y sensual poema. Felicitaciones.

Juan Arrollo escribió:Todo es hermoso en este interesante poema con ribetes eróticos bien plasmados.
Felicitaciones y saludos.

Gracias Juan por tu paso y comentarios.

Un abrazo.

J. J. M. Ferreiro escribió:
dos lágrimas de humedad reflejando la luna,
dos perlas que chispean,
dos gotas de sudor

Así me gusta J.J.M. con un par... !Qué bueno eres¡

Víctor

J.J. Que bien llega esa "lentitud de la temperatura", más emocional que física, ese denso discurrir...
Un acierto en todos los sentidos.

Un abrazo,
Ignacio