¿Qué ha sido de las rosas sin ardor?
Publicado: Vie, 17 Jun 2011 16:25
El tren no viaja solo. Lleva la memoria del alguacil
y la nieve, los besos y la huida como un temblor de acacias.
Una vida que es otra o la misma y que ya no reconoce su luz.
Un ojo infantil- o un lago o un sueño- dibuja en ti su soledad
de pantera. Mi cuerpo joven busca tu reloj, tu laberinto,
quizá el misterio incauto de los días sin sol. No me preguntes
por las palabras sin abril, las conozco, sé de su arquitectura
bipolar, de su maquillaje abierto o su ecos de amapola.
¿Qué ha sido de las rosas sin ardor, dónde la perfecta
curva de un hueso, el horario cuyas letras son galope
de un caballo maldito? Me pierdo en las costuras
de un cine crepuscular-sesión doble de mentiras, pasos
y más pasos en las horas verdes del hastío-. Soy la
costumbre de un cielo exhausto cuando el latido
se hace sombra y sus grietas agitan la verdad de este
río incalculable. Hay rutina en mi verbo, como
la hay en la memoria de las fuentes. Cada pregunta
elige la pasión o la cárcel de los oídos estériles.
Y mientras yo confío en la luz de las hogueras
que alumbran y consienten un alfil o un espejo roto.
Y descanso, sí ,descanso.
http://laverdadazul59.blogspot.com/
y la nieve, los besos y la huida como un temblor de acacias.
Una vida que es otra o la misma y que ya no reconoce su luz.
Un ojo infantil- o un lago o un sueño- dibuja en ti su soledad
de pantera. Mi cuerpo joven busca tu reloj, tu laberinto,
quizá el misterio incauto de los días sin sol. No me preguntes
por las palabras sin abril, las conozco, sé de su arquitectura
bipolar, de su maquillaje abierto o su ecos de amapola.
¿Qué ha sido de las rosas sin ardor, dónde la perfecta
curva de un hueso, el horario cuyas letras son galope
de un caballo maldito? Me pierdo en las costuras
de un cine crepuscular-sesión doble de mentiras, pasos
y más pasos en las horas verdes del hastío-. Soy la
costumbre de un cielo exhausto cuando el latido
se hace sombra y sus grietas agitan la verdad de este
río incalculable. Hay rutina en mi verbo, como
la hay en la memoria de las fuentes. Cada pregunta
elige la pasión o la cárcel de los oídos estériles.
Y mientras yo confío en la luz de las hogueras
que alumbran y consienten un alfil o un espejo roto.
Y descanso, sí ,descanso.
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