Editorial Alaire

[IMG=http://img813.imageshack.us/img813/4479/hombre.jpg][/IMG]

Hay en la cuenta atrás de muchos hombres
un largo corredor donde vierten las ausencias
sus lágrimas de azufre,
un fantasma encadenado al yugo de su espíritu
que amasa con fatiga la voz del fatalismo;
hay en fin, un cuenco acrisolado de miserias
-vergüenza del fracaso-
incapaz de vomitar las hieles que le sondan.

Porque al hombre que sufre su destino,
siempre torvo eco del silencio y la distancia,
la sed que le acompaña
no es la sed con que cruza su calvario,
sino el fruto castrado al abrazo de sus fugas.

Hay tantas manos de cartón, tantos ojos ciegos
envueltos en clamores de la nada,
que larvan los instintos nacidos del agravio
como gusanos mustios
a la espera de alumbrar las letras de sus nombres.

Ellos son los proscritos, jinetes de oceanías,
funámbulos del riesgo y de la pena
nacidos bajo un sol desangrado en fosa abierta,
almas arrinconadas
que consumen sus últimos céntimos de gozo
en la inasible alambrada de la libertad.

*Andros

Me ha gustado tu poema, esas márgenes hasta donde transita el dolor de lo vivido. Un placer
Abrazos
Pilar

Gracias Pilar, espero que tras estas minivacaciones retomemos de nuevo nuestra afición.

Un abrazo cordial.

Proverbial y desgarrado dibujo de unos límites que nos cercan y nos empujan a sobrepasarlos. Felicidades.
Salud

José Luis Preciados Galán escribió:[IMG=http://img813.imageshack.us/img813/4479/hombre.jpg][/IMG]

Hay en la cuenta atrás de muchos hombres
un largo corredor donde vierten las ausencias
sus lágrimas de azufre,
un fantasma encadenado al yugo de su espíritu
que amasa con fatiga la voz del fatalismo;
hay en fin, un cuenco acrisolado de miserias
-vergüenza del fracaso-
incapaz de vomitar las hieles que le sondan.

Porque al hombre que sufre su destino,
siempre torvo eco del silencio y la distancia,
la sed que le acompaña
no es la sed con que cruza su calvario,
sino el fruto castrado al abrazo de sus fugas.

Hay tantas manos de cartón, tantos ojos ciegos
envueltos en clamores de la nada,
que larvan los instintos nacidos del agravio
como gusanos mustios
a la espera de alumbrar las letras de sus nombres.

Ellos son los proscritos, jinetes de oceanías,
funámbulos del riesgo y de la pena
nacidos bajo un sol desangrado en fosa abierta,
almas arrinconadas
que consumen sus últimos céntimos de gozo
en la inasible alambrada de la libertad.

*Andros

Quien es exento de frustraciones? Pero creo que tu poema en toda su dureza acertada, se dirige a quienes como Hitler, eligen encontrar en el odio poder y se infligen a las sociedades. Un placer siempre leerte.

Abrazos,
ERA

Un hermoso poema, me ha gustado la crítica que contiene. Un saludo.

Gracias Julio por tu visita y comentario.

Salud y un abrazo.

Es un placer contar con tus estimulantes comentarios.

Gracias Era.

Un cordial abrazo.

Alberto, me alegro de que te gustase el poema.

Gracias por tu visita.Un abrazo.