Editorial Alaire

Hablar, por vivir unos instantes,
más allá de la promesa de la carne,
a sabiendas de nada por decir
activó la palabra de los mitos
de novelas y gacetas.

Piel de noche desvestida, solitaria de azules,
ron con burbujas negras oxidadas
en el pobre oxígeno de barra
pulcra y fría, acerada
con brillos de vaselina
y rodetes de alquitrán.

¿Y tú?
De Jaén.
Ella alta, de plata y rejilla,
y él de luto con blanca camisa.

Ella habla.
Él la mira.
Le dibuja una boca en el pecho.
Sonríe y nivela la espalda.
En el deseo ficticio se cruzan,
el dinero les mira a los ojos
y el escay se pega a la piel.

¿Vamos?
No sé.
¿Y tú?
De Jaén.

De blanco y luto
con el cuello rozado de lágrimas,
ella de plata y rejilla.


...

Hablar por vivir unos instantes

Muy acertado comienzo para un poema que he disfrutado
Abrazos
Pilar

No hay duda de tu talante innovador, en ese lenguaje que fluye desoyendo cualquier atisbo de armonía clásica. La estructura argumental también huye del estrato al uso, trufada de entresijos idiomáticos, se desliza inteligentemente echando mano de recursos que encuentran, a poco que el lector espabile, una gran familiaridad ambiental. Lo dicho me gusta, siempre agradezco la terminología recurrente dentro de la vocación unipersonal.
En fin, plata y rejilla para matar el gusano de la singularidad, cuando el luto necesita que lo escuchen, aunque sea a golpes de billetera.
Ha sido un placer leerte, amigo Ignacio. Felicidades por ese estilo, tan tuyo, tan hermoso, tan capaz.
Un cordial abrazo.

Me gustó tu propuesta Ignacio, original.

Un abrazo

Buscar un consuelo para la soledad y la tristeza en ese cuerpo de plata y rejilla... Me gustó tu modo de narrarlo.
Un abrazo.
Pepa

Tu forma de versar es bella y muy original. Encantada de leerte, Ignacio.
Un saludo.

Pilar Morte escribió:Hablar por vivir unos instantes

Muy acertado comienzo para un poema que he disfrutado
Abrazos
Pilar

Gracias por la nota, Pilar. Me alegra.
Un abrazo,
Ignacio

Rafel Calle escribió:No hay duda de tu talante innovador, en ese lenguaje que fluye desoyendo cualquier atisbo de armonía clásica. La estructura argumental también huye del estrato al uso, trufada de entresijos idiomáticos, se desliza inteligentemente echando mano de recursos que encuentran, a poco que el lector espabile, una gran familiaridad ambiental. Lo dicho me gusta, siempre agradezco la terminología recurrente dentro de la vocación unipersonal.
En fin, plata y rejilla para matar el gusano de la singularidad, cuando el luto necesita que lo escuchen, aunque sea a golpes de billetera.
Ha sido un placer leerte, amigo Ignacio. Felicidades por ese estilo, tan tuyo, tan hermoso, tan capaz.
Un cordial abrazo.

Saludos, Rafael. Aprecio tu nota y la agradezco por lo que te considero.
Un abrazo,
Ignacio

Israel Liñán escribió:Me gustó tu propuesta Ignacio, original.

Un abrazo

Ahí vamos, Israel, enredados entre las letras hacia...
Gracias por la nota.
Un abrazo,
Ignacio

Josefa A. Sánchez escribió:Buscar un consuelo para la soledad y la tristeza en ese cuerpo de plata y rejilla... Me gustó tu modo de narrarlo.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Josefa. Me alegran tus notas.
Un abrazo,
Ignacio

Sara Melisa Suarez escribió:Tu forma de versar es bella y muy original. Encantada de leerte, Ignacio.
Un saludo.

Muchas gracias, Sara, por tu bonita nota que aprecio.
Un abrazo,
Ignacio

Desempolvando reliquias en Alaire encontré esta joya. Un abrazo, Ignacio.

Lisandro

Original y diferente tu poema.

Me ha gustado.

Un abrazo.

Qué fragmento tan sugerente.
Estos versos despliegan una atmósfera densa y nocturna, con una voz poética que parece hablar desde el borde de algo —de la experiencia, del deseo, del lenguaje mismo—. Te comento algunos aspectos que pueden ayudarte a leerlo o analizarlo más a fondo: transforma lo que no sirve y añade lo necesario.

Un fuerte abrazo.