o quizá, tal vez,
no madurando la nada ,
decido que no me estanco
- como barro pegajoso -
en la mitad del camino.
Porque resulta que hay tiempo y me resta,
escalar el Himalaya, volar en un globo-sonda,
travestirme de milano, ser águila real y hembra,
abrir el paracaídas, o cerrarlo, si se tercia,
acostarme con Neptuno, abrazarme a las estrellas,
navegar por las montañas y rastrear los umbrales
con que sueñan
jilgueros y petirrojos a lomos de los cometas.
Y por encima de todo
debo,
copular con LA PALABRA.
Como si fuera Poeta.

(Y sí, me lo dedico a mí misma, porque hoy cumplo taintantisimos years old, y estas ganas de vivir, afortunadamente van en aumento, a pesar que la primavera me llene con sus alérgicos pólenes
y me salgan sarpullidos como a los almendros, de flores. Siete de Abril en Alicante)