Editorial Alaire

Llueve tan despacio que el tiempo da tiempo
a secar de tu cara las mínimas esferas
brillantes sobre tus pecas color de croqueta
dorada tu cara apenas, tu pelo
tan profundo como un sueño de gigante,
pasaje, cueva o valle, mar revuelto
por el que viajar aventuras sin ruta.

Llueve de esa forma que parece pestañas que te rozan.

Flotan los besos sin contacto.

Duermen las manos en los bolsillos.

Y un sonido de agua, murmullo, juega con el sol
a saltos entre charco e isla
bailando con el quiebro de tus caderas
las verticales esquinas de las calles
que se curvan a tu paso derretidas por la luz.

Llueve, y cada vez estás más dorada
y callo un rato
para escuchar el silencio de las gotas en tu piel.



Hola

Un bello poema sobre la lluvia y el amor

Un abrazo

Ignacio mincholed escribió:

Llueve tan despacio que el tiempo da tiempo
a secar de tu cara las mínimas esferas
brillantes sobre tus pecas color de croqueta
dorada tu cara apenas, tu pelo
tan profundo como un sueño de gigante,
pasaje, cueva o valle, mar revuelto
por el que viajar aventuras sin ruta.

Llueve de esa forma que parece pestañas que te rozan.

Flotan los besos sin contacto.

Duermen las manos en los bolsillos.

Y un sonido de agua, murmullo, juega con el sol
a saltos entre charco e isla
bailando con el quiebro de tus caderas
las verticales esquinas de las calles
que se curvan a tu paso derretidas por la luz.

Llueve, y cada vez estás más dorada
y callo un rato
para escuchar el silencio de las gotas en tu piel.

Me encantan las imágenes que creas, Ignacio, incluso esas pecas color de croqueta me han hecho sonreír. Eres un descubrimiento muy agradable.
Un beso.

Unos versos delicados y sensuales. Me gustó el poema. Un saludo cordial.

Una elegante cadencia arropa cada verso. Acorde a esa lentitud de la lluvia de la que hablas.
Excelente poema.
Un abrazo.
J. Manuel

Ignacio mincholed escribió:

Llueve tan despacio que el tiempo da tiempo
a secar de tu cara las mínimas esferas
brillantes sobre tus pecas color de croqueta
dorada tu cara apenas, tu pelo
tan profundo como un sueño de gigante,
pasaje, cueva o valle, mar revuelto
por el que viajar aventuras sin ruta.

Llueve de esa forma que parece pestañas que te rozan.

Flotan los besos sin contacto.

Duermen las manos en los bolsillos.

Y un sonido de agua, murmullo, juega con el sol
a saltos entre charco e isla
bailando con el quiebro de tus caderas
las verticales esquinas de las calles
que se curvan a tu paso derretidas por la luz.

Llueve, y cada vez estás más dorada
y callo un rato
para escuchar el silencio de las gotas en tu piel.

Una delicia de poema, suitiles imagenes que llegan como una caricia limpia.

Abrazos,
ERA

Me gusta tu forma de escribir Ignacio, es elegante y engancha a cada verso.

Un abrazo.

A veces las gotitas llevan una pizca de sal, imprescindible en cualquier receta,
y caen sobre un arco rosa y convexo cuando leen estos bonitos versos.

El poema es hermoso y muestra valentía en ciertas expresiones, también me han gustado la mayoría de imágenes y el ritmo que parece acompasarse bajo la lluvia.
Un saludo.

Ignacio mincholed escribió:

Llueve tan despacio que el tiempo da tiempo
a secar de tu cara las mínimas esferas
brillantes sobre tus pecas color de croqueta
dorada tu cara apenas, tu pelo
tan profundo como un sueño de gigante,
pasaje, cueva o valle, mar revuelto
por el que viajar aventuras sin ruta.

Llueve de esa forma que parece pestañas que te rozan.

Flotan los besos sin contacto.

Duermen las manos en los bolsillos.

Y un sonido de agua, murmullo, juega con el sol
a saltos entre charco e isla
bailando con el quiebro de tus caderas
las verticales esquinas de las calles
que se curvan a tu paso derretidas por la luz.

Llueve, y cada vez estás más dorada
y callo un rato
para escuchar el silencio de las gotas en tu piel.

Desde que lo subiste, me quedò dando vueltas en la cabeza. Me parece muy bueno incursionar con expresiones no convencionales que contrastan con ... no se si se podrìa decir cadencia clàsica. Me encantò Ignacio, saludos!! Luna.-

Saludos, Gabriel.
Te agradezco la lectura y el comentario, gracias.

Un abrazo,
Ignacio

Salpican esas gotas de lluvia y huele a tierra y piel húmeda este poema. Un placer estar.
Un abrazo.
Pepa

Encuentro dos formas claramente diferenciadas en tu poema. Un primera estrofa completamente rimada que se rompe (sin solución ya de continuidad) en el último verso con esa "ruta". En esa estrofa hay construcciones tan arriesgadas como (para este lector) bien resueltas como: "esferas brillantes sobre tus pecas color de croqueta"

Las siguientes estrofas se apartan de la musicalidad excepto en el eco que aportan las "caderas", la lluvia da paso al silencio introspectivo, al asombro de la contemplación ensimismada.

Me gustó mucho el poema. Gracias por publicarlo.

Un cordial saludo.

Me alegro por tu sonrisa, Marisa, y gracias por el bonito comentario.

Un abrazo,
Ignacio

Aprecio tu comentario, Ramón, y agradezco tu lectura y palabras.
Un abrazo,
Ignacio