Editorial Alaire

Alégrate.En esa profesión del deseo nadie como tú para simular inocenciay para hechizar con tus ojos inmensos.
Jaime Sabines


Ella tímidamente apenas habla
pero piensa
recostada a la baranda
y se inventa por enésima vez
todo ese landscape
que soporta desde la época
en que jugaba con muñeca.

No estaba previsto que lloviera
como la última vez que la llamó "flaca"
cuando ese puñado de balas de agua
le mordían sus pechos en la tierra
y ascendieron a la gloria
dando vueltas entre las hojas
hasta donde se engendran
los hijos y los sueños .



Ella
(que ahora no es ella por supuesto)
tiende a la inclinación de una sospecha
esa rara nebulosa que eclipsa lo sincero
porque fuera del dominio
de las paredes donde uno se cree fuerte
ella
se disuelve, para luego
aparecer en oraciones
cuando reza.

Ella tímidamente camina
el bar lo abren a las nueve por la crisis,
pero se le olvidó dejar el peluche en la gaveta .

lázaro

Una historia durísima y real como la vida misma. Cuantas historias como esta acaban justo a las nueve. Un poema lúcido y doliente como suelen serlo los tuyos.
Un abrazo.
Pepa

Un poema que lleva de nuevo impreso tu visión, cruda, de las cosas.
La foto además da para mucho. La señorita de espaldas, junto a la cabina en la que pone: "Gratis el acceso a la operadora..." puede confundir a muchos en época de crisis. Pero tal vez sea sólo mi visión errática de la realidad.
Un abrazo.
J. Manuel

Tu poema me recuerda a una joven prostituta (victima reciente de homicidio) que tratamos de rescatar mis hijos y yo ( poseia entre muchos de sus talentos, una voz melodiosa, extraordianria, y que por cierto mi hijo Alejandro tiene grabada).

Pero creo que tu poema nos muestra varias cosas a varios niveles. En cualquier etapa de la vida "femenina" hay ese angel sensual que la reviste y la desnuda. Pero tambien resuena la mala fama del estereotipo de la mujer y su tremenda hipocresia. Y claro ese terrible abuso y explotacion a la que algunos factores extenuantes la conllevan o la arrastran. Tu poema tambien me recuerda a un despreciable libro para mi, de Garcia Marquez: Memorias de mis putas tristes.

Gracias por enfocar este tema presistente desde lo mas hondo de la lujuria , de lo facil, del desespero desprotegido de lasl hambres.

Abrazos,
E. R. Aristy

Poema duro de los que marcan y dejan ese sabor agrio de la realidad
Abrazos
Pilar

El poema es tremendo pero también muy hermoso, un gusto leerte, Lázaro.
Mi abrazo.

Siempre, siempre es un lujo pasearse por aca amigo. Un abrazo
angel