Editorial Alaire

Quizá el refugio de un nido florezca como sol
en las cálidas ausencias del misterio. Un hogar
no se parece a otro, existen llaves y palabras
como meteoros que destrozan labios y laberintos.
¿qué decir de los espejos, ausentes, nigromantes
como pisada de un oso viejo que no conociera su
devenir? Soy joven como una estrella sin hojas.
Soy la mirada tras el candil que espía un sueño.
Es curioso este preguntar de lámparas(fósiles de luz
en los pilares, en las magulladuras de un árbol
que ayer fue piedra y témpano).Y luego tú como
el auxilio o la densidad de una pantera, que ama
la lluvia, que dibuja los trenes con la sombra de
los eclipses. Dime, ¿en qué latitud los pantanos
son joyas amarillas?, ¿dónde la grieta del frenesí
esconde el cansancio de los films que apenas vivimos?
Nada, ni la primavera ni el polen que pervierte
los odios cubrirá tu oasis blanco de desdén y lujuria.
Me gustaban las noches sin rail, los acentos fríos
en un disco sin huella, la memoria de una silaba
junto a la voz ambigua del círculo. Fui pájaro
que anuncia el viento estéril y fui ronda de ojos
inicuos en los orificios de una sed hambrienta.
Aún aguarda mi verbo un portal de lluvia- el
eje que tumba la sin razón y el furor-. Hoy ya
no vigilo tus orillas, los carteles de húmedos
hierros, la voz altiva en unas cejas perfiladas
bajo cañones de sal. Tengo los billetes o la cruz,
tengo los carámbanos del olvido entre el pulgar
y la duda. La esperanza de la desesperanza, un
músculo que vomita días azules. Que son para ti.


http://laverdadazul59.blogspot.com/

Ha sido estimulante zambullirse en este mar de metáforas, de imágenes contundentes, sugerentes, especiales...

Un abrazo.

Al leerlo he sentido que estaba ante uno de tus poemas grqndes, un poema torrencial, exuberante, y sin embargo equilibrado. Es verdaderamente difícil proponer al lector un mar de imágenes, como dice Israel. Tu poesía es exigente, pero no defrauda, porque cada una de tus metáforas está donde tiene que estar.

Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:Quizá el refugio de un nido florezca como sol
en las cálidas ausencias del misterio. Un hogar
no se parece a otro, existen llaves y palabras
como meteoros que destrozan labios y laberintos.
¿qué decir de los espejos, ausentes, nigromantes
como pisada de un oso viejo que no conociera su
devenir? Soy joven como una estrella sin hojas.
Soy la mirada tras el candil que espía un sueño.
Es curioso este preguntar de lámparas(fósiles de luz
en los pilares, en las magulladuras de un árbol
que ayer fue piedra y témpano).Y luego tú como
el auxilio o la densidad de una pantera, que ama
la lluvia, que dibuja los trenes con la sombra de
los eclipses. Dime, ¿en qué latitud los pantanos
son joyas amarillas?, ¿dónde la grieta del frenesí
esconde el cansancio de los films que apenas vivimos?
Nada, ni la primavera ni el polen que pervierte
los odios cubrirá tu oasis blanco de desdén y lujuria.
Me gustaban las noches sin rail, los acentos fríos
en un disco sin huella, la memoria de una silaba
junto a la voz ambigua del círculo. Fui pájaro
que anuncia el viento estéril y fui ronda de ojos
inicuos en los orificios de una sed hambrienta.
Aún aguarda mi verbo un portal de lluvia- el
eje que tumba la sin razón y el furor-. Hoy ya
no vigilo tus orillas, los carteles de húmedos
hierros, la voz altiva en unas cejas perfiladas
bajo cañones de sal. Tengo los billetes o la cruz,
tengo los carámbanos del olvido entre el pulgar
y la duda. La esperanza de la desesperanza, un
músculo que vomita días azules. Que son para ti.


http://laverdadazul59.blogspot.com/

Me siento deliciosamente satisfecha, y he guardado en el alamacen del gran deleite, aquello infinito de tu poesia. Tu creatividad es inacabable, siempre nueva, siempre destellando una pureza sinigual.

Abrazos,
ERA

Soy joven como una estrella sin hojas


Es magnífico, espléndido.
Enhorabuena.

Israel Liñán escribió:Ha sido estimulante zambullirse en este mar de metáforas, de imágenes contundentes, sugerentes, especiales...

Un abrazo.

Gracias, Israel, por tu lectura y comentario. Un fuerte abrazo.

Juan Fionello escribió:Al leerlo he sentido que estaba ante uno de tus poemas grqndes, un poema torrencial, exuberante, y sin embargo equilibrado. Es verdaderamente difícil proponer al lector un mar de imágenes, como dice Israel. Tu poesía es exigente, pero no defrauda, porque cada una de tus metáforas está donde tiene que estar.

Un abrazo.

Mi agradecimiento por tus generosas palabras. Un fuerte abrazo.

[quote="Ramón Carballal"]

Un hogar
no se parece a otro, existen llaves y palabras
como meteoros que destrozan labios y laberintos.

Soy joven como una estrella sin hojas.
Soy la mirada tras el candil que espía un sueño.

Y luego tú como
el auxilio o la densidad de una pantera, que ama
la lluvia, que dibuja los trenes con la sombra de
los eclipses. Dime, ¿en qué latitud los pantanos
son joyas amarillas?,

Hoy ya
no vigilo tus orillas, los carteles de húmedos
hierros, la voz altiva en unas cejas perfiladas
bajo cañones de sal.

La esperanza de la desesperanza, un
músculo que vomita días azules. Que son para ti.


Yo, me quedo sin palabras, ante tan hermosas palabras, Ramón.
Siempre, siempre, es un placer leerte y aprender.
Gracias.

Fui pájaro
que anuncia el viento estéril y fui ronda de ojos
inicuos en los orificios de una sed hambrienta.

Ramon, creo que no tienes nada que envidiar a los grandes poetas, estas a la altura de los grandes, tu poesia cada dia me sorprende mas, MUERO por estar contigo y con Jose saninz y varios de los que estan aqui con un nivel de poesia digno del proximo libro, lamento no poder estar, no poeseo mucho dinero y tengo que atender mi negocio de libreria, estoy orgulloso de ti, no se que edad tenes pero tu poesia es muy elevada.
javier

E. R. Aristy escribió:

Ramón Carballal escribió:Quizá el refugio de un nido florezca como sol
en las cálidas ausencias del misterio. Un hogar
no se parece a otro, existen llaves y palabras
como meteoros que destrozan labios y laberintos.
¿qué decir de los espejos, ausentes, nigromantes
como pisada de un oso viejo que no conociera su
devenir? Soy joven como una estrella sin hojas.
Soy la mirada tras el candil que espía un sueño.
Es curioso este preguntar de lámparas(fósiles de luz
en los pilares, en las magulladuras de un árbol
que ayer fue piedra y témpano).Y luego tú como
el auxilio o la densidad de una pantera, que ama
la lluvia, que dibuja los trenes con la sombra de
los eclipses. Dime, ¿en qué latitud los pantanos
son joyas amarillas?, ¿dónde la grieta del frenesí
esconde el cansancio de los films que apenas vivimos?
Nada, ni la primavera ni el polen que pervierte
los odios cubrirá tu oasis blanco de desdén y lujuria.
Me gustaban las noches sin rail, los acentos fríos
en un disco sin huella, la memoria de una silaba
junto a la voz ambigua del círculo. Fui pájaro
que anuncia el viento estéril y fui ronda de ojos
inicuos en los orificios de una sed hambrienta.
Aún aguarda mi verbo un portal de lluvia- el
eje que tumba la sin razón y el furor-. Hoy ya
no vigilo tus orillas, los carteles de húmedos
hierros, la voz altiva en unas cejas perfiladas
bajo cañones de sal. Tengo los billetes o la cruz,
tengo los carámbanos del olvido entre el pulgar
y la duda. La esperanza de la desesperanza, un
músculo que vomita días azules. Que son para ti.


http://laverdadazul59.blogspot.com/

Me siento deliciosamente satisfecha, y he guardado en el alamacen del gran deleite, aquello infinito de tu poesia. Tu creatividad es inacabable, siempre nueva, siempre destellando una pureza sinigual.

Abrazos,
ERA

Muchas gracias por tus generosas palabras. Un abrazo, amiga.

Marta Núñez escribió:Soy joven como una estrella sin hojas


Es magnífico, espléndido.
Enhorabuena.

Gracias, Marta, me alegra que te guste el poema. Un saludo cordial.

Ramón Carballal escribió:Quizá el refugio de un nido florezca como sol
en las cálidas ausencias del misterio. Un hogar
no se parece a otro, existen llaves y palabras
como meteoros que destrozan labios y laberintos.
¿qué decir de los espejos, ausentes, nigromantes
como pisada de un oso viejo que no conociera su
devenir? Soy joven como una estrella sin hojas.
Soy la mirada tras el candil que espía un sueño.
Es curioso este preguntar de lámparas(fósiles de luz
en los pilares, en las magulladuras de un árbol
que ayer fue piedra y témpano).Y luego tú como
el auxilio o la densidad de una pantera, que ama
la lluvia, que dibuja los trenes con la sombra de
los eclipses. Dime, ¿en qué latitud los pantanos
son joyas amarillas?, ¿dónde la grieta del frenesí
esconde el cansancio de los films que apenas vivimos?
Nada, ni la primavera ni el polen que pervierte
los odios cubrirá tu oasis blanco de desdén y lujuria.
Me gustaban las noches sin rail, los acentos fríos
en un disco sin huella, la memoria de una silaba
junto a la voz ambigua del círculo. Fui pájaro
que anuncia el viento estéril y fui ronda de ojos
inicuos en los orificios de una sed hambrienta.
Aún aguarda mi verbo un portal de lluvia- el
eje que tumba la sin razón y el furor-. Hoy ya
no vigilo tus orillas, los carteles de húmedos
hierros, la voz altiva en unas cejas perfiladas
bajo cañones de sal. Tengo los billetes o la cruz,
tengo los carámbanos del olvido entre el pulgar
y la duda. La esperanza de la desesperanza, un
músculo que vomita días azules. Que son para ti.


http://laverdadazul59.blogspot.com/

Extraordinaria magia para la imaginación,
un acabado poema
que atrapa y cautiva.


Muy bueno Ramón


abrazos


lázaro

Hola Ramón.
Creatividad, hermosura, profundidad en las metáforas y las imágenes, todo eso y mucho más, en un poema "de los grandes", como dice Juan. Aunque yo pienso que todos tus poemas son de los grandes. Un gusto leerte. Abrazos.
Mario.

Un poema bello con imágenes impactantes para disfrutar de originalidad poética.
Saludos, poeta.

Marisa Peral escribió:

Ramón Carballal escribió:
Un hogar
no se parece a otro, existen llaves y palabras
como meteoros que destrozan labios y laberintos.

Soy joven como una estrella sin hojas.
Soy la mirada tras el candil que espía un sueño.

Y luego tú como
el auxilio o la densidad de una pantera, que ama
la lluvia, que dibuja los trenes con la sombra de
los eclipses. Dime, ¿en qué latitud los pantanos
son joyas amarillas?,

Hoy ya
no vigilo tus orillas, los carteles de húmedos
hierros, la voz altiva en unas cejas perfiladas
bajo cañones de sal.

La esperanza de la desesperanza, un
músculo que vomita días azules. Que son para ti.


Yo, me quedo sin palabras, ante tan hermosas palabras, Ramón.
Siempre, siempre, es un placer leerte y aprender.
Gracias.

Muchas gracias por tu generoso comentario, Marisa. Un abrazo.