Editorial Alaire

Israel Liñán escribió:El quemaba aceras por conocer tu nombre.

Se dejaba llevar por las canciones
de su mente y volaba, surcaba las nubes
a lomos de una tormenta de nieve pura y perfecta.

Renacía de las cenizas,
y aunque el viento aquel de levante se cobrara su parte,
no perdía el ánimo ni las ganas de sentirte cerca.

Cuando la muerte vestida de estrella,
cubrió con su manto el pequeño rostro,
parte de su alma se hizo sal.

Dejó de importar el mundo y sus circunstancias,
se adueñó del vacío, lo introdujo en sus cuencas,
el mundo se despobló y no volvió a tener miedo.

Arderá en las aceras sin recordar tu nombre.

Israel Liñán escribió:El quemaba aceras por conocer tu nombre.

Se dejaba llevar por las canciones
de su mente y volaba, surcaba las nubes
a lomos de una tormenta de nieve pura y perfecta.

Renacía de las cenizas,
y aunque el viento aquel de levante se cobrara su parte,
no perdía el ánimo ni las ganas de sentirte cerca.

Cuando la muerte vestida de estrella,
cubrió con su manto el pequeño rostro,
parte de su alma se hizo sal.

Dejó de importar el mundo y sus circunstancias,
se adueñó del vacío, lo introdujo en sus cuencas,
el mundo se despobló y no volvió a tener miedo.

Arderá en las aceras sin recordar tu nombre.

Mario Martínez escribió:Hola Israel.
Me ha encantado este poema, amigo mío. Preñado de nostálgica ternura, musical y con un punto de dulce tristeza que lo hace muy agradable de leer. Te felicito.
Un abrazo.
Mario.

Israel Liñán escribió:El quemaba aceras por conocer tu nombre.

Se dejaba llevar por las canciones
de su mente y volaba, surcaba las nubes
a lomos de una tormenta de nieve pura y perfecta.

Renacía de las cenizas,
y aunque el viento aquel de levante se cobrara su parte,
no perdía el ánimo ni las ganas de sentirte cerca.

Cuando la muerte vestida de estrella,
cubrió con su manto el pequeño rostro,
parte de su alma se hizo sal.

Dejó de importar el mundo y sus circunstancias,
se adueñó del vacío, lo introdujo en sus cuencas,
el mundo se despobló y no volvió a tener miedo.

Arderá en las aceras sin recordar tu nombre.

Luna de Nos escribió:

Israel Liñán escribió:El quemaba aceras por conocer tu nombre.

Se dejaba llevar por las canciones
de su mente y volaba, surcaba las nubes
a lomos de una tormenta de nieve pura y perfecta.

Renacía de las cenizas,
y aunque el viento aquel de levante se cobrara su parte,
no perdía el ánimo ni las ganas de sentirte cerca.

Cuando la muerte vestida de estrella,
cubrió con su manto el pequeño rostro,
parte de su alma se hizo sal.

Dejó de importar el mundo y sus circunstancias,
se adueñó del vacío, lo introdujo en sus cuencas,
el mundo se despobló y no volvió a tener miedo.

Arderá en las aceras sin recordar tu nombre.

Israel, deberìa decir que creo no alcanzar a comprender el poema o que me da miedo comprenderlo.
En cualquier caso, conmueve, y eso es lo que importa en un texto: aquello que logra quien està detràs de èl, a travès de ese vehìculo que es la palabra escrita.
Un abrazo, Luna.-