Una tarde de invierno triste
Publicado: Dom, 20 Feb 2011 19:28
Hay un sonido repelente que se esfuma en el silencio,
unas manos que nada sienten,
un olor que huele a muerto.
Hay sombras que se mueven al viento,
piedras que componen nidos, en ramas de cementerio,
hay luz donde se esconden miedos
y pasos que se pierden en caminos de deshielo.
Hay llantos que no sacian dolores de sueño,
preguntas sin respuestas,
tormentas que aterrorizan desiertos,
hay seres desnudos de almas insinceras,
donde se parten mares, cristales insensibles,
hornadas de pan y centeno
y una orza que alimenta la paz que nos falta dentro.
Hay estrellas que nos miran en la noche,
momentos que son instantes olvidados,
pergaminos con herencias hipócritas,
nieves recostadas sobre cabellos canosos,
una llamada, una carta sin remite,
la esencia de lo que ayer viviste,
una tarde de invierno triste.
Y hay una voz con eco,
una voz en el misterio
de no saber quién soy,
de no saber si he vivido.
Tal vez en la ignorancia
encuentre la realidad.
unas manos que nada sienten,
un olor que huele a muerto.
Hay sombras que se mueven al viento,
piedras que componen nidos, en ramas de cementerio,
hay luz donde se esconden miedos
y pasos que se pierden en caminos de deshielo.
Hay llantos que no sacian dolores de sueño,
preguntas sin respuestas,
tormentas que aterrorizan desiertos,
hay seres desnudos de almas insinceras,
donde se parten mares, cristales insensibles,
hornadas de pan y centeno
y una orza que alimenta la paz que nos falta dentro.
Hay estrellas que nos miran en la noche,
momentos que son instantes olvidados,
pergaminos con herencias hipócritas,
nieves recostadas sobre cabellos canosos,
una llamada, una carta sin remite,
la esencia de lo que ayer viviste,
una tarde de invierno triste.
Y hay una voz con eco,
una voz en el misterio
de no saber quién soy,
de no saber si he vivido.
Tal vez en la ignorancia
encuentre la realidad.