Editorial Alaire

El sol inunda calles y horizontes
y los niños embrujan la ciudad
al ritmo lento de las horas.

Una nostalgia de futuro
permite que las piedras
se adueñen del reloj en las ventanas.

La emoción se columpia en los cafés
que realizan el rito
de la amistad anclada
en la espiral de la historia.

La noche imperturbable
se acerca hacia la oscura infinitud,
mientras la tristeza se suicida
entre los soñadores del umbral.


Ana Muela Sopeña

Ana, me gustó mucho este poema....
Hay imágenes que me encantaron, todas diría yo, pero esta:
"y los niños embrujan la ciudad
al ritmo lento de las horas."
Sencillamente , me cautivó.
Abrazos.

Precioso ese paseo por esa ciudad imaginaria o imaginada. Me encantó. Un abrazo

Gracias, Antonietta.

Es un placer verte entre mis versos.

Viajé a Dubrovnik en 1987, cuando aún Yugoslavia no se había desmembrado en varios países.

No sé por qué hoy vino a la memoria.

Un beso
Ana

Mar, son recuerdos de un viaje...

Aunque luego siempre se recrea un poco en la imaginación...

Gracias por pasar, amiga poeta
Un beso
Ana

La noche imperturbable
se acerca hacia la oscura infinitud,
mientras la tristeza se suicida
entre los soñadores del umbral.

bien por los sucidios de la triteza y los soñadores del umbral. buen final

Dibujas unas imagenes de gran belleza. Supongo que son producto de una visita a esa ciudad tan hermosa, que no conozco personalmente pero que he podido disfrutar en tus versos. Un abrazo.

y los niños embrujan la ciudad
al ritmo lento de las horas


La presencia de la belleza es capaz de detener el tiempo. La capacidad de asombro es un bien a cultivar, valiosísimo. Me encantaron estos versos. Un cálido abrazo Ana.


javi

Javier, gracias por pasar y por tus palabras.

Un abrazo
Ana

Ramón, sí, estuve en la ciudad y de pronto vinieron recuerdos...

Un abrazo, me alegra que el poema te haya gustado.
Ana

Ana, magnífico cuadro, nos trasladas a la ciudad y nos hace partícipes de esas impresiones sensibles que han dejado en ti profunda huella; sol y brillante oscuridad, calles, cafes, abigarrados colores y vida intensa.

Todo un placer, querida amiga.

Me resulta muy dicífil, y por eso lo admiro al verla, la capacidad descriptiva en poesía. Creo que hace falta un gran pulso y mucha inspiración para transportar a los lectores a esa ciudad a través de tus ojos. Precioso, Ana. Me ha encantado.

Un fuerte abrazo.

Un gusto pasarme por este bello poema. Felicitaciones.

Viajar así sobre las alas de tus versos es un placer que he disfrutado enormemente. Gracias por el transito.
Un abrazo.
Pepa

Un poema muy descriptivo que me ha gustado mucho. Felicitaciones por tanta belleza.
Un abrazo.