Editorial Alaire

Cuando en las noches me acuesto,
la almohada pregunta
y las sabanas insisten:


¿ cómo es ella?

y no me dejan dormir

si no les contesto.


Pues verán comienzo,

como contando un cuento:


Sus ojos dos caramelos
donde le brillan dos risas.


El conjunto de su cara

semeja una niña;


en esta parte del relato

sienten ya celos,

pero disimulando me dicen

¡relata, relata!


Su cuerpo es bello y

ligero con un andar travieso.


y como ustedes tibios sus senos,
hermosos y firmes,
que a ella me atan.


¡ Y es alegría
que invade mis sueños!


¡Alegría su boca

con todos sus besos!


¡Alegría su cuerpo

oro puro
que mueve señero!

¡ Y alegría su piel
agua fresca, brisa suave

que ahuyenta mi hiel!


¡ Ay sabana y

esa manera de ser,

ese vivir,

ese ser florecer,

donde olvido mi tristeza!.

Precioso el recorrido por los encantos de la persona amada. Se lee con facilidad y verdadero placer. Un placer gusto abrir este tema.
Un abrazo.
Pepa

Josefa A. Sánchez escribió:Precioso el recorrido por los encantos de la persona amada. Se lee con facilidad y verdadero placer. Un placer gusto abrir este tema.
Un abrazo.
Pepa

Hola Josefa

Me es grato saber que te gusto el poema

Un beso. Gabriel

Versos alegres y enamorados Gabriel. Cúanto saben de nosotros nuestra cama y nuestras sábanas. Un abrazo compañero hasta tu tierra, en hoy, un día muy soleado y hermosísimo.

El tono de estos bellos versos a la persona amada me recuerda al Cantar de los cantares. Un gran placer leerte, Gabriel.

Abrazos,
ERA