Editorial Alaire

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Carta abierta a la queja




Marqué el número impreso de soledad y ruidos,
mi oreja hecha de estímulos, oreja sin fachada,
al teléfono abrasa, la incitan los sentidos;
me presento y pregunto: ¿Bóveda abandonada?

Responde una voz ronca de humos reprimidos,
era de onda grisácea, mon dios! desazonada:
_Es aquí, sí, ¿quién habla? ¡Oíste mis quejidos?
¿Quién eres, la existencia de ofrenda almacenada?

Dije: no, sólo soy tu canción, tu consuelo,
tu retrato de azúcar, el himen de tu cielo,
la que dará bonanzas a tu fértil calvario.

Dije: quiero apoyarte, deshilar tu sudario,
entregarle a tu sombra el latir de las vidas,
purificar la queja que atrae tus despedidas.




Lourdes Spin
Paris, 24 février 2008

Tienes una facilidad pasmosa para escribir sonetos y la demuestras continuamente.
En esta ocasión los versos alejandrinos componen una queja en una hermosa carta. Y seguro que no será la última, porque ya sabes que dicen que el cartero siempre llama cientos de veces, hasta que deja de llamar, claro, porque ni siquiera los carteros son eternos.
Ha sido un placer, amigota.
Te mando un fuerte abrazo.

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"porque ni siquiera los carteros son eternos." Rafael Calle

amigote, ya lo sabemos todos. Lo que pocos sabemos es que la queja ha existido siempre, pura, soterrada y mentirosa; esas, sus cualidades... ?serân eternas? Sensible a creer todo lo que nos dirân sus ronquidos el resto de nuestras vidas; yo prefiero morir de una pedrada!!!!!

te mando un fuerte abrazo


Lourdes Spin

Original soneto Lourdes. Te felicito por ese diálogo con la queja, me parece excelente.

Un beso

¡Mira por donde quejándome anda yo...jajajj.
Precioso y original soneto, Lourdes. Desde las primeras líneas me ha enganchado y me quedo con ese final donde dices todo lo que eres y quieres ser. Sí, las quejas son eternas, amiga mía, pero si te da por escribirle cartas como estas seguro que acabas con ellas en un plis plas.
Excelente, me ha encantado

Un beso que te llegue al corazón

Ana V.

Lourdes,

rasga el azúcar de las flores, este soliloquio con el muro de hormigón armado del silencio.......y me dejas la piel abierta a esa palabra tan tuya y tan certera

un beso, compañera..........Pilar

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Rosario, querida amiga, gracias por siempre estar en mis humildes versos. Un beso


Spin

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Ana, maravillosa Ana, gracias por estar aquî, me llenas de consuelo. Un fuerte abrazo.


Spin

Pilar Iglesias de la Torr escribió:Lourdes,

rasga el azúcar de las flores, este soliloquio con el muro de hormigón armado del silencio.......y me dejas la piel abierta a esa palabra tan tuya y tan certera

un beso, compañera..........Pilar

gracias Pilar, ha sido muy grande conocerte... hasta otro poema, querida amiga


Spin

Quejas siempre tenemos, pero hablarle a la queja como has hecho en ritmados alejandrinos es algo que debo aplaudir, me dejas pensando...

Yo podría bailar tus sonetos, con lo mal que bailo cuando bailo, digo. Pero tengo la impresión que sí, que la musicalidad de tus poemas va más allá de las cuestiones matemáticas de acentuación y esas vainas (como diría un poeta lejano y desconocido). Tu palabra se sostiene en la sonoridad, en el fluir tan gratamente del léxico, de sus conectores. Además, el uso de signos me parece preciso, aporta y no quiebra esta musicalidad de tu palabra. Es genial leerte, Lourdes, porque más allá del fondo y de lo conmovedor que me resultan los tercetos, y de las muchas quejas que tengo presentes en los instantes muchos, tu poesía se entrega de forma especial, con un tono especial, que hasta te invitaría a bailar tus poemas.

Un abrazo con cariño desde el despertar chilensis, Benjamín.

Marcos Andrés Minguell escribió:Quejas siempre tenemos, pero hablarle a la queja como has hecho en ritmados alejandrinos es algo que debo aplaudir, me dejas pensando...

Gracias por el aplauso, querido Marcos, el foco de la queja estâ en el universo... y no es porque nada le venga mal,sino porque vestirse de sudario le parece bien... Algo de eso; prefiero hablar de otras cosas

saldos cordiaes


Spin

Benjamín León escribió:Yo podría bailar tus sonetos, con lo mal que bailo cuando bailo, digo. Pero tengo la impresión que sí, que la musicalidad de tus poemas va más allá de las cuestiones matemáticas de acentuación y esas vainas (como diría un poeta lejano y desconocido). Tu palabra se sostiene en la sonoridad, en el fluir tan gratamente del léxico, de sus conectores. Además, el uso de signos me parece preciso, aporta y no quiebra esta musicalidad de tu palabra. Es genial leerte, Lourdes, porque más allá del fondo y de lo conmovedor que me resultan los tercetos, y de las muchas quejas que tengo presentes en los instantes muchos, tu poesía se entrega de forma especial, con un tono especial, que hasta te invitaría a bailar tus poemas.

Un abrazo con cariño desde el despertar chilensis, Benjamín.

Gracias Benjamîn, siempre es un placer recibir tus comentarios, ojalâ, algûn dîa, con musicalidad, me detenga en un ritmo âspero que llegue a lo que quiero decir y la palabra no me juegue una mala pasada. Gracias por estar en mi humilde poema a lo que intenté vestir de soneto.

Un beso fuerte


Spin

Me ha gustado esta tu carta-diálogo.
Es como el llamado que busca la redención
ante la inutilidad de la queja hacia el misterio infinito.
El soneto es fluido, natural, producto
del dominio de la técnica.
(¿No sería: "la incitan los sentidos"?)

Un abrazo.
Óscar

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Gracias Oscar, me alegra que te haya gustado, la inutilidad de la queja que de todo se queja. Y creo que sî, la incitan los sentidos, como bien me dejas en tu comentario. Te agradezco tu paso, rectifico. Un abrazo



Spin