Editorial Alaire

¡A MI GRAN AMOR!

Cuando abrí mis ojos a la vida,
me encontré en el regazo de una bella joven,
rural, tal vez; pobre en el momento,
pero insuflaba esperanza, vertía amor,
era tolerante, tranquila, sentía su protección.

Me enamoré locamente de la bella dama
y a medida que el tiempo transcurría
ese amor por ella se incrementaba;
Ella comenzó a progresar,
se enteró que era inmensamente rica.

por supuesto sus pretendientes
no se hicieron esperar,
claro, su asedio no era por su belleza
o porque la amaban,
no, solo perseguían esquilmarla.

Pero si, hubo algunos
que si bien se aprovecharon de ella
para enriquecerse,
por lo menos algo hicieron
para que se sintiera orgullosa
ante quienes la observaban
desde afuera.

Hace doce años
buena parte de sus hijos
le buscaron nuevo pretendiente
y se casó nuevamente,
pero craso error,
su nuevo marido
regaló sus bienes,
los familiares y allegados de éste
se apoderaron de sus riquezas
de la manera más vil.

Hoy esa bella doncella
que me abrió sus brazos
para arrullarme hace 76 años
se encuentra arruinada,
al borde de su destrucción
y sus esperanzas de recuperación
son muy remotas.

Ya no soy un joven
que pueda defenderla
como lo hice en la década
de los sesenta,
cuando los delincuentes cubanos
quisieron violarla,
porque mi edad y mis condiciones físicas
no me lo permiten.
Lo único que puedo hacer es:
pedirle a Dios Todopoderoso
le permita volver a ser
la bella dama de otrora.
Es posible que no logre verla libre
de esta pesadilla;
pero ahora la amo más que nunca,
mi linda VENEZUELA

Luís Varela Luzardo



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En verdad eran delincuentes Luis, no soy de esa época
pero mi padre contaba como guerrilleros cubanos
desembarcaron en sus montañas. Hoy siento gran pena por Venezuela, la que también amo. Eran delincuentes de un Tirano, hay muchos cubanos que la aman.


abrazos

lázaro

Hola Lázaro placer saludarte, gracias por tus conceptos. De verdad amigo que lo que más duele a los que salimos al frente y que aún vivimos, es ver como la mayoría de los que se encuentran al frente del gobierno son los traidores a la patria de esa aventura del sátrapa cubano, que se prestaron para facilitarle su ignominia. Las víctimas inocente que cayeron en las celadas de los traidores y los invasores estarán revolcándose en sus tumbas al igual que los valientes militares, policías y civiles que murieron en defensa de la patria. Sentimos vergüenza los venezolanos decentes al ver que un criminal como el “comandante Ramiro” responsable de asesinatos, presida la Honorable Asamblea Nacional. Fuerte abrazo.

Llega tu poema que revive los recuerdos. Querríamos que las cosas fuesen de otra forma, pero la realidad nos devuelve a la injusticia.
Abrazos
Pilar